Escrito por YAXKIN GONZÁLEZ.
Pionero en su especie.
El Doom Metal tiene muchisimas variantes pero ninguna que me atrape más que el Epic Doom Metal, estilo que Candlemass popularizó con este primer disco que es a mi parecer el mejor en su discografía.
Hace muy buen uso de atmosferas, ya sea por parte del bajo, guitarra o sintetizador, siempre se siente la melancolía, la desesperación que Leif Eidling quería plasmar, todo esto acompañado de un tono épico familiar en discos de Manilla Road, Brocas Helm o Manowar, que hace que no se sienta como un lloriqueo, esto es meramente un lamento de machos coño!!!.
Las letras ayudan mucho al tono épico, es como una recopilacion de cuentos cortos y poemas sobre una base sónica de metal, típica de discos «Epic», sin embargo con su propio toque, más oscuro y melancólico, sin embargo permanece místico y exaltante, cosa que le da una personalidad peculiar a la banda.
Los riffs aquí como en casi todo el Doom son lentos, reptantes y memorables, cada uno está hecho para encajar, un elemento extraño del disco son los solos, bastante pegajosos para un disco de Doom Metal, me parece estupendo pero extraño.
Y que decir de la voz de Johan Längquist, exquisita en todo momento, por momentos suena muy similar a Matt Barlow (ex-Iced Earth) y tiene un timbre delicioso a la hora de los agudos.
Probablemente mi disco favorito en todo el Doom Metal, es la primer parada obligada dentro del género ganada a pulso, sinceramente de los 10 mejores discos de Metal de 1986
Tracks favs: Solitude, Crystal Ball, Black Stone Wielder, A Sorecer’s Pledge
Rock Entre Amigos 