Escrita por JOAKI y KIKEMAIDEN.
KIKEMAIDEN:
Siempre es interesante conocer bandas que te aporten cierta frescura en sus propuestas musicales a pesar de no estar haciendo nada nuevo. THYBREATH liderados por el guitarrista Ivan Arroyo es uno de esos grupos, ya en su anterior «Where the gods fall» del 2015 presentaban un thrash metal muy 90’s con influencias del death metal melódico sobre todo Sueco y alguna cosa mas…y este «My own hell» confirma todo lo propuesto en su anterior trabajo.
El disco empieza con «Welcome to my hell», una intro que te meterá directamente en el infierno de THYBREATH porque rápidamente te golpea en la cara con el poderoso «All my hate», tema rítmico pero contundente, muy en la onda de unos rabiosos y poderosos MACHINE HEAD o SEPULTURA de la segunda época. «Paranoia» tiene tintes mas Numetaleros, cercanos a unos SLIPKNOT en parte por los fraseos en las estrofas de Victor. Sin embargo «Dust» está llena de cambios de ritmo donde alternan partes mas rítmicas con otras mas pesadas, gana enteros el tema por el gran juego que tiene a las voces, tanto agresivas como melódicas en la parte lenta. «The sea of death» es la mas heavy manteniendo el estilo de todo el disco, pero de nuevo el gran trabajo a las voces de Víctor dota al tema de un aire mas neoclásico. El resto del disco va manteniendo el estilo de todo lo citado anteriormente hasta llegar al tema final «Horizons» que nos da la perspectiva de hacía donde puede dirigirse el grupo en un futuro próximo, con unos punteos de guitarra de inicio que recuerdan a unos KREATOR para pasar a convertirse en una composición llena de cambios de ritmo tanto instrumentales como líricos, ligeros toques progresivos y un colofón de trabajo magnífico. Como bonus track nos ofrecen «Shot» que no se sale de los parámetros del conjunto del disco.
THYBREATH siguen con paso firme en esa mezcolanza de estilos que tienen, bien ejecutados y con detalles que les hace diferentes a otros grupos de su género. Contundente base rítmica y un trabajo de guitarras brutal con una cantidad de grandes momentos como en los solos o punteos que le dan a los temas un aire mas heavy o thrasher clásico alejándose un poco de ese sonido noventas. Ahora solo queda arriesgar un poco mas en sus siguientes trabajos para dar mas variedad y riqueza a la personalidad que está adquiriendo el grupo de Ivan Arroyo.

JOAKI.RF:
THYBREATH vienen de pegar un buen puñetazo en la mesa con su anterior disco “Where the gods fall”. Han cosechado un buen puñado de seguidores y han metido medio pie en los festivales importantes de la escena metalera nacional.
Una banda difícil de clasificar con voces guturales de ultratumba de claras influencias death. Pero en el plano musical nos complican la reseña ya que muestran un abanico amplio de riffs y variedad de cortes. Moviéndose por ejemplo entre armónicos, cortes machacones al estilo metalero de los 90, arreglos melódicos con guitarras dobladas o ritmos imparables que firmaría Kerry King.
Baterías aplastantes perfectamente compuestas ya que no enturbian ni una pizca la intención de los temas y resalta perfectamente los cambios de ritmo. Súmale también unos cuantos redobles infinitos.
Escuchamos un sonido de bajo empastado en el bloque que sin destacar demasiado cumple de sobra la misión de empacar a toda la banda.
Con este expediente cae en nuestras manos su último trabajo “My own hell”. Con la intención de continuar por su buen camino y encontrar esa estabilidad tan deseada. Ya que como la mayoría de las bandas han tenido varios cambios de formación.
Comenzamos con una introducción de poco mas de un minuto. Una especie de invocación, una llamada o un aviso de lo que nos encontraremos en adelante. Con una progresión de acordes en forma de coros nos da pie al primer tema “All my hate”. Aquí encontramos el primer detalle. Efecto wah wah en los solos de guitarra que volverán a reflejarse a lo largo del disco y un final que sin venir mucho a cuento queda bien hilado.
Podríamos decir que “All my hate” y “Paranoia” son canciones complicadas de digerir, bastante crudas y poco melódicas para un público poco instruido en estos sonidos.
THYBREATH, abren la puerta a una voz melódica en el tema “Dust” pero donde realmente a mí me empiezan a ganar es en el corte cinco. Nos encontramos un riff entre cortado que espatarra, una voz que encaja perfectamente y con unos arreglos de guitarra de fondo muy bien tirados. Me parece un temazo muy redondo que mezcla perfectamente la potencia con la melodía. Al final del disco me quedo con ganas de otro tema similar o algún corte donde levanten el pie del acelerador. Ya que estamos delante de un álbum sin piedad.
Esta segunda voz melódica nos acompaña en “Bloodshot eyes” y en “Crab” aunque estos últimos sean temas bastante mas cañeros y no consigan esa mezcla tan perfecta.
“Tears for blood” me trae recuerdos a GRIP INC, banda liderada por el batería Dave lombardo. Esas baterías empastadas al riff de guitarra y los armónicos de guitarra que antes comentamos.
“Dead flesh” con un intro al estilo punk del disco “Undisputed attitude” de SLAYER, un estribillo a dos voces épico y un bajón con arpegios de guitarra en limpio es otro tema que me ha llamado la atención. Una curiosa mezcla que ha funcionado perfectamente.
La canción heavy sin duda es «Horizons», se puede decir que es una canción pegadiza, o al menos, tiene unos puentes contundentes y bien marcados con coros llamativos.
Y cerrando el disco nos encontramos el bonus track “Shot”. Es este tema el que me hace el resumen de esta reseña.
Un disco demasiado duro para mis oídos. con una base musical bestial pero con esa falta de melodía que busco en una banda. Un disco contundente y con una idea clara de no dejar prisioneros. No dejar heridos o te gusta o a otra cosa. Destacan las voces dobladas como un intento de armonizar el sonido y no caer en la monotonía.
Estoy convencido que el directo lo disfrutare mejor, ya que todos esos cambios de ritmo están creados para ello. Y también que este álbum les ayudara a consolidarse en la escena extrema y su público estarán encantados con el.
La nota negativa es que no me ha ayudado a saltar esa alta barreda musical que tanto me cuesta digerir.
Ahora te toca opinar a tí, querido lector…
