Cronica concierto STRIKER + ADAREL en la sala Rockville 14-7-22

Escrito por César Ruíz «Scheitan»

Por si no quedó claro en nuestra previa, la emoción ante el regreso de los canadienses Striker a nuestro país, sumado al hype de oír como sonaban sus nuevos temas en directo y ver cómo se las gastaban con formación inédita, hizo que pasase la semana nervioso y ansioso por salir volando del trabajo. 

Ya sabía que no llegaría a tiempo de poder ver a los extremeños Adarel, que abrían el evento. Os la debo. Por lo visto no fue un caso único, y según me informaron, unas 50 personas pudieron disfrutar de la actuación, con sonido más que decente. Dato que no me extraña ya que la sala Rockville goza de un sistema sonoro y acustico estupendo, siendo pejiguero diría que carece de ese subgrave del que se siente en el estómago que he echado en falta en eventos de metal más pesado. No era el caso, Striker están a otra cosa, cada vez más en esa línea de tendencia al alza orientada al hard rock. 

A mi entrada a la abarrotada sala, sonaban los acordes de «Born to Loose», tema con ganchazo increíble proyectado con sonido cristalino mientras desenfundaba la cámara de fotos abriéndome paso hasta las primeras filas apartando cinturones de balas, melenas, gorras y pidiendo permiso a alguna que otra familia al completo. Un sonidazo que superaba todas las expectativas y que se disfrutó durante el resto de la noche. Por no ser brasas con este tema, perdonad mi deformación profesional, quiero resaltar la importancia de la limpieza que aporta a una sala de estas características el que una banda, considerada profesional, no negocie el sistema de monitoraje, in ear siempre. 

Por suerte solo habían tocado «Heart of Lies» posteriormente, abriendo el concierto,  de su último disco de estudio «Play to Win». Una pena perdermelo, pero sabía que tendría ocasión de gozar de mucho shreding y ochenterísmo esa noche en otros temas de ese mismo disco, ya que la banda parece haber enterrado sus inicios más agresivos e incluso épicos. De hecho, continuaron con sus dos últimos singles, «Deathwish», con el que cuajó la comunión entre Pete Klassen y Dan Cleary con todos los allí presentes, y «Strange Love», de difícil digestión para mi gusto.  Entre ambos sonó «Former Glory», muy coreada, donde Brown y Fallon empezaban a dar muestra de su sobrada soltura, y Striker como conjunto, a argumentar como plantarse ante una audiencia que quiere disfrutar del Hard’N’Heavy tradicional sin rozar ni un segundo la parodia. 

Cerraban el bloque con «The Front» y «Head First», con un Klassen gigante a los coros y un Cleary demostrando el estupendo vocalista de multiregistro infinito que es, mientras se fusionaba el binomio de hachas. Además de «Out For Blood» de su maravilloso «Out In The Fire» de 2016 (no, no trajeron el saxo), aportando esa velocidad que se echaba de menos y que fue difícil de parar desde ese momento a pesar del bajón de enlazar con «On The Run», uno de esos temas que no acaba de entrarme. 

«Crossroads» fue recibida con los brazos abiertos por lo inesperado, y la entrega de público y banda se desbordó por completo. Ambientazo heavy por doquier y ojos de estar presenciando algo muy grande. Más si cabe cuando enlaza «Pass Me By», ese tema en el que quisieron sonar a Anthrax y en el que todos caímos rendidos ante Brown y Fallon, quienes cambiaron los papeles constantemente en una amistosa lucha de poder. En este punto, también sobresaliente el trabajo del fichaje de emergencia, Cory Hofing, ante la espantada repentina de Jonathan Webster, que brilló cuando hubo que tirar de golpeo.

La cosa terminaba a hitazo limpio, «Phoenix Lights», «Too Late» y la inesperada «Fight For Your Life» con cameo final del «Raining Blood». No importaba la sensación agridulce de desconsuelo, de concierto corto, de dónde está «Start Again», «Lethal Force», «Summoner» o «Terrorizer». El espectáculo había sido apoteósico debido a una completa profesionalidad en un entorno íntimo y entregado. 

La evolución del sonido Striker te podrá gustar más o menos, pero el producto es de quilates. Con Fallon como cuarto miembro oficial y con ganas de no parar, Klassen entregadisimo a la causa y Cleary/Brown tirando de este carro en el que creen al 200% con moral de acero, solo la tendencia del mercado puede cambiar el rumbo. Un rumbo en el que mientras sea posible y haya promotores dispuestos a seguir organizando este tipo de eventos en pequeñas salas, podrá contar conmigo, para disfrutar y revivir el sonido a pasado del glorioso heavy metal que nos mantiene tan enfermos. O como decía Sábato, «No es que el tiempo pasado fuese mejor sino que algunos lo echamos de menos». CONCIERTAZO

Gracias a César por la crónica para REA.

Un comentario sobre “Cronica concierto STRIKER + ADAREL en la sala Rockville 14-7-22

Deja un comentario