
Crónica de César Ruíz Scheitan.
Fotografias de @txuswarlock y @maro_black_666
Con toda la prisa e ira del mundo cerrábamos portátiles, cuartos de obra, despachos varios, talleres y vestuarios para ataviarnos de negro y cambiar el chip al modo luciferino. Tocaba, una vez más, adecuarse a una sesión de black metal de debatible primera división, o de masas, en horario infantil, y dar comienzo a un nuevo ritual satanico-vespertino. Primero explico brevemente lo del «debatible».
Por suerte o por desgracia, de camino a la sala cometí el error, o no, de leer el último artículo de opinión escrito por mi admirado Juanma García, donde se preguntaba ¿Quién va a salvar la escena?, aportando sus ricos argumentos. Este especialista en metal extremo aventuraba que probablemente nos íbamos a encontrar en este evento a mucha gente, aparte de a los «sospechosos habituales», además de abrir otros muchos melones a los que solo puedo decir amén. Pero reconozco que esta lectura condicionó mi actitud ante el evento. No dejéis de leerlo por favor. Por otra parte vuelvo al horario infantil. Tema que no puedo criticar ya que si queremos eventos en salas dignas, con aforos de media/gran capacidad, nos tenemos que acostumbrar a que después de los conciertos, estas salas, tienen que abrir como discotecas para prosperar. Es lo que hay. Y ni tan mal, si se sabe aprovechar el tiempo con un buen post-concierto. En este caso, hubo un cambio de sala a última hora ya que el evento estaba programado originalmente en La Riviera, pero me inclino a pensar que la venta no fue la esperada y se reprogramó a la sala Mon, perdiendo de entrada un poco en cuanto a calidad sonora, pero ganando en libertad y comodidad por la ubicación. La llegada, como decía, a la sala fue precipitada y de fondo en la calle Hilarión Eslava se apreciaba muchísima gente, no daba crédito. Mi miopía me jugaba una mala pasada, la larga cola era para la disco light cayetanita de al lado, los pocos de negro estaban más adelante. Alentador que al menos uno de los chavales discutiese con sus colegas diciendo que él quería entrar donde los metaleros. Casi me ofrezco como padre…
A mi entrada sonaba en todo lo alto «The Archer», impresionante, pelos de punta ipso facto. El hype de poder ver a los suizos BØLZER (antes BÖLZER) me había consumido toda la semana. Por suerte me confirmaron que antes tan solo habían tocado «Roman Acupuncture». Lo mío con los dúos es enfermizo, lo reconozco, y estos BØLZER estaban sacando un sonidazo «a pelo» espectacular. La batería tenía los micros de atrezzo y la guitarra (de 10 cuerdas) sonaba directamente del ampli a todo rabo, y tan solo recibiendo apoyo sonoro con el equipo de la sala en las voces. La CelticFrostera «Zeus, Seducer of Hearts» sonó apoteósica y posteriormente un tema que parece de que será su nuevo material que sonó ultraorgánico, con cierto gusto oriental que me recordó a unos Dioivo puestos de compuesto V hasta las trancas. La apuesta de BØLZER no tiene trampa ni cartón, si no contamos con la exagerada e innegociable reverb/delay a la que acostumbran para la voz. Simplemente cuentan con una técnica descomunal y el creer firmemente en su propuesta. La gigante «C.M.E» cerraba su corto show, que ya os adelanto, fue lo mejor de la noche para mi gusto, del que pudimos gozar unas 200 almas.

Llegaba el turno de Tribulation, de los que no esperaba gran cosa, debido a una cuestión de gustos sumado al último cambio en su formación (bendito Hulten), y a su trayectoria en continuo descenso en su mezcla, siendo el metal algo ya casi residual. Por una parte, me consoló no ser el único, ya que el publico ni a su salida a escena, ni durante gran parte del show se mostró cómplice ni animado, sino más bien soso y despistado. Abrieron con «In Rememberance», de su último larga duración, del que también sonó «Funeral Pyre» y «Leviathans», donde molestaba hasta la peña hablando debido al volumen bajísimo. Disco sin gracia, cuyos temas suenan cada vez más a unos Héroes del Silencio (del averno) y alzan un grueso muro más allá de gustos y mentalidades abiertas. Pero voila, se encendió el equipo de PA y el público conectó ligeramente cuando sonaron «Nightbound», de espectacular ganchazo, unida a la creepy y adictiva «Melancholia», más el buen gusto de su último single «Hamartia», donde por suerte empezó a escucharse el bajo, pero a la vez confirmanso que la banda se encamina de cabeza a un gothic dark rock de difícil digestión para muchos de nosotros. A pesar de este buen tramo de show, nunca hubo comunión, ni tan siquiera en su despedida con «Strange Getaways Beckon», donde se supone que debíamos darlo todo. Otra vez será.

Llegaba el turno de Olve y sus secuaces. No sé por qué estaba convencido de volver a ver a Mia Wallace con la banda en vivo tras su regreso para la grabación de «Dread Reaver». Pero no, allí estaba de nuevo Rusty Cornell… El equipo de sonido de la Mon seguía bajito de volumen aunque mejor ajustado, a pesar de tener en escena a una de las bandas estrella de la tarde-noche, cuando regresamos de un tiempo de asueto. Sonaba el espectacular «Winterbane», de su incomprendido debut, que va ganando adeptos con el paso del tiempo. Al igual que los magníficos «The Artifex», «Bridge of Spasms» y «Hecate» de «Outstridrer», que supieron combinar con sabiduría junto a «Dream Cull» y «Acid Haze» de su último trabajo. La peña, ya en torno a 500 calculo, dejo de quejarse de empujones y melenazos (flipo) en el momento que empezó el tramo clásico que abríó «Warriors», de aquel sabroso experimento llamado I, y que continuó con «In My Kingdom Cold» para cerrar con el maravilloso «Tyrants», a baja velocidad, en el que había que morir matando en memoria de los eternos y amados Immortal. Show corto, o creo yo que recortado, con ambiente tenso y poco animado, dudo que pase a la historia de los mejores conciertos de Abbath, pero en el que la banda supo mantener el tipo correctamente.

Otra vez nos pillaba el toro y nos perdíamos la salida a escena de Watain, la banda a la que había ido a ver la gran mayoría de los allí presentes. El ambiente soso, amuermado y denso había desaparecido de sopetón, formándose un gran revuelo con los primeros acordes de «Ecstasies in Night Infinite». Tema de lo más potable de su último trabajo, junto a «The Howling», y del que por desgracia, a pesar de ser comprensible, tocarían un par de temas más. La verdad es que el setlist estuvo muy acertado en líneas generales, enlazando temarrales con sonido torrencial como «Black Salvation», ritual de fuego incluido, «I Am the Earth», «Reaping Death» y «Devil’s Blood», componiendo un tramo mágico, salvaje y místico, glorificando la grandeza del black sueco del que sus ídolos Dissection, los mios Naglfar, y exagerando, hasta los propios Grafvitnir (amén) sacarían pecho. Todavía me cuesta creer que ante tanto odio y negrura, hubiese asistentes quejándose de golpes… Ni la propia seguridad de la sala daba crédito a las demandas reclamando su asistencia. (Vuelvo a remitirme al artículo de Juanma) El espectáculo/ritual estaba muy arriba, con Erickson, Forsberg, Lillo y Svenson majestuosos, hasta que llegó el turno de «Serimosa» + «Before the Cataclysm» a modo de coitus interruptus. Una pena que costó sacudirse, incluso afeando la burrada que es «Angelrape» y tan sólo superado por el esperado final coreado de un «Malfeitor» apoteósico. Buen bolo de los suecos en general, demostrando los musicazos que son y deleite generalizado con la peña bañada en sangre, y más que satisfecha de haberlo gozado en un entorno casi familiar, aunque esto también hubiese condicionado ligeramente el espectáculo.


El evento en conjunto de notable bajo debido al sonido mejorable y a la falta de emoción en el pit. Pero mi opinión es tan solo eso, una opinión, que hay que coger con pinzas ya que mi prisma habita en el metal extremo underground, al que apoyo lo máximo posible. Lugar donde dudo mucho (sin acritud) ver a gran parte de los asistentes de este evento, y lugar donde, como bien dice Juanma, está en gran medida la salvación de la escena.
Gracias a César Ruíz Scheitan por su crónica.
Articulo de Juanma García referido al inicio de la crónica.
https://medium.com/@enigmapayne/qui%C3%A9n-va-a-salvar-la-escena-f649e639e866
