Reseña de César Ruíz «Scheitan»

Cinco años después del buen «Interequinox», el dúo noruego Dødsengel repite con Debemur Morti para la publicación de su quinto FL «Bab Al On», celebrando asi sus quince años transitando por el sendero de la mano izquierda. Un sendero por el que han hecho siempre lo que les ha dado la gana, pero sin salirse de el demasiado. Han dado vueltas de tuerca a la propuesta clásica y malencasillada del black noruego, y pegado en los morros a los que trataban de encasillarles junto a grandes como Emperor o Arcturus, y también a los que lo hacían con clásicos como Immortal, Mayhem o Enslaved, al no entender la propuesta innovadora a la par que respetuosa. Han coqueteado con la ópera, el gótico, el avantgarde y no han dudado en usar sintetizadores si así les ha salido, aunque por ello, les haya costado ser comparados con bandas que en mi opinión no les llegan ni a la suela…
Pero vamos al lío, «Bab Al On» es un álbum conceptual dedicado a la figura de la ramera de Babilonia, como cada entrega de estos reyes de la maldad oscura, es de difícil interpretación. En está ocasión, muestran su versión más ceremonial y teatral, apartando ligera y temporalmente su sonoridad más experimental y extrema a cambio de una inmersión profunda al ocultismo thelémico con llamativa calma y excesiva liturgia, pero una vez más, mostrando un elevado nivel compositivo, técnico y artístico.
Reconozco que sus dos adelantos, «Ad Babalonis Amorem Do Dedico Omnia Nihilo» de octubre y «In the Heart of the World» de noviembre, me provocaron un tremendo hype, hasta el punto de presagiar una entrega larga y densa donde sumergirme en la locura ocultista esoterico-espiritual en clave blacker similar a su obra maestra «Imperator» de 2012. Falsa alarma por desgracia. La primera resultaba ser tan solo una bienvenida solemne a su templo de horrores, sin profundizar, a medio hacer, una intro larga como antesala, poco habitual en ellos, que en su día interpreté como un teaser de algo más desarrollado. Y la segunda, sigue pareciéndome un buen tema, con pegadón de Malach Adonai y marca de la casa pero para escucha independiente, ya que la encuentro mal ubicada en el disco, en medio de la brillante segunda parte y donde no apetece un ritual tántrico, profundo e hipnótico.

Tras la mencionada intro fundida a negro, toca correr, «In the Beginning» no avisa y entra de manera torrencial en dos minutos de puro melodic black sueco al que aplican su genuina demencia, hasta convertirse en una de sus experimentales performances sonoras, esta vez de corte agónico e insano con teatralización Kubrickiana. Kark, en modo pastor, se ha subido al púlpito a la primera de cambio, precipitadamente para mi gusto, y este acto va a marcar el devenir del álbum, especialmente en cuanto al excesivo registro vocal limpio y firme en contra de su multiregistro habitual.
Nueva antesala de corte budista en «Annihilation Mantra», que prepara el camino a los primeros guturales de «Waters of Unravelling». Otra pieza, que a pesar de respetar la cadencia autóctona primigenia, se queda a medio camino entre el brillante Heavy/Doom de «Emerald Earth» y un insólito y descolocante Post-Doom. Sigue «Bursting as Boils on the Backs of Slaves», con algo de teatralización y de corte más prog, pero que reafirma que la primera mitad del disco es solo una colección de buenos temas, de pasadizos, sin adentrarse en ninguna cámara lo suficientemente maligna.
Y es cuando arranca la segunda parte del disco con «The Lamb Speaks», cuando Dødsengel se vuelve identificable. Kark muestra su increíble multiregistro con un harsh antropomórfico descomunal, además de su capacidad delirante en el pulso y púa en una teatralización adictiva del texto de su adorado Crowley, como ya hicieron con «Hymn To Pan». Antológica! Y que final! Despidiendo a ese corderito con una reinterpretación del «Agnus Dei», con vocalista desconocido, al que le cuesta no echarse a reír y que por supuesto obvia el «ten piedad de nosotros». Continúa «Hour of Contempt», otro temarral de anteriores Dødsengel, con ese tufo a metal oscuro y añejo, tenebroso y aire gótico que se hace corto pero que se agradece ante la densidad y tono solemne del álbum. Sigue «In the Heart of the World», skip. Hasta llegar a un cierre glorioso comenzando por el precioso canto del mitico «Dies Irae», oremos. Manipulado y apoteósico, se va pudriendo y ennegreciendo por segundos, hasta llegar al éxtasis «To Thy left hand do Thou guide me», y por supuesto ignorando los versos añadidos al texto original por la iglesia católica. Para rematar con «Abomination Gate» como gran colofón PinkFloydesco. Teatral rozando lo cinematográfico, tiene la extensión habitual en la banda para que pueda progresar y desarrollarse como pide esta historia, con potencia y sutileza.
Discazo en líneas generales. Puede que quede como algo anecdótico en su carrera, pero teniendo en cuenta que no hay dos discos iguales de Dødsengel y asumiendo que la libertad estilística y experimentación han sido señas de identidad de esta banda… De entrada entiendo que pueda costar asimilar que renuncien a su lado más extremo, a su propuesta de temas larguísimos y cautivadores, pero eso hace aún más meritorio este álbum. Conservar la negrura contextualizada en este complejo concepto hace que lo de magisters templi les quede pequeño. Tienen la confianza y sabiduría necesaria para tomar este tipo de decisiones y solo puedo rendirme ante ellos. Una fuerte evolución o cambio arriesgado sin duda, es su decisión y tendrán que asumir las criticas, como en su día Mayhem, Darkthrone o Enslaved, pero demuestran tener el valor que les faltó a otros.

Un comentario sobre “Grupo:DØDSENGEL. Disco:Bab Al On. Sello:Debemur Mortir. Año:2022.”