Crónica ARCHSPIRE + PSYCROPTIC + BENIGHTED + ENTHEOS (Sala Nazca, Madrid, 15.03.23)

Aviso: Si vienes a leer lo que aconteció el pasado miércoles 15 de marzo en la sala Nazca de una manera objetiva e imparcial, probablemente te estás equivocando de sitio. Lo que aquí se narra son las sensaciones de un pollavieja al que los allí presentes no pararon de preguntar «¿que haces que no estás viendo a Kreator?»

Con el ya más que asimilado estrés (y emoción) de tener que cerrar el ordenador del trabajo y salir pitando a un concierto entre semana, me abrí paso entre las hordas vikingas que poblaban el trayecto entre Nuevos Ministerios y la sala Nazca para llegar con algo de tiempo de saludar a los pocos sospechosos habituales allí congregados. La noche se presentaba incierta, por una parte el partido de Champiñones League y el bolo de RHAPSODY poco podía afectar a la asistencia a un evento tan especializado como este, pero por otra, KREATOR y LAMB OF GOD andaban por la ciudad, sumado a la visita de DARK FUNERAL + CANNIBAL CORPSE al día siguiente, amenazaban con robar a parte del público potencial y se iba a poner a prueba si el death metal técnico tenía el suficiente tirón en la capital.


Como siempre, organización espectacular por parte de Madness Live facilitándonos acceso (muchas gracias), a una sala Nazca que garantiza sonido y luces de primera, con apenas 100 personas esperando que dieran las 19:00 y arrancase el espectáculo por parte de los encargados de abrir la velada, ENTHEOS.
El dúo californiano saltaba a escena en formato cuarteto. Chaney Crabb y Navene Koperweis han reclutado a los guitarristas Robert Brown y Brian James para esta gira, en la que entre partes lanzadas (básicamente sinte) y la magia de estos con cada una de sus siete cuerdas, hizo imperceptible la ausencia de bajo. Gozaron de media horita, de la que exprimieron cada segundo para poder presentar el mayor número de temas, básicamente de su recién estrenado trabajo, coincidiendo con el inicio de la gira, «Time Will Take Us All». Disco al que casualmente había pegado varias vueltas por recomendación de la compañera de redacción Bea Bathory, y que a pesar de no ser muy fan de los sonidos de ninguna de las bandas de las que procede este dúo (Animosity, Animals as Leaders…), pude apreciar gran calidad de pegada y sobre todo técnica en el apartado progresivo.
Y así fue. Chaney se apoderó del escenario desde el primer segundo y lo de bestia parda se le queda muy corto a esta tía. Mil y una técnica, mil y un registro y torrente sonoro que fue de menos a más durante los 7 temas que tocaron, cerrando con «The Sinking Sun», ya ante media sala y los primeros meneos en el pit. Una primera píldora sabrosa que activó a los allí presentes, y gratísima sorpresa por la parte que me toca ya que dudaba del grado de fidelidad a lo escuchado en disco. Más tarde pude felicitar personalmente a Chaney y ya soy uno más del «team Entheos«.


A las 19:45 aparecía Julien Truchan, descalzo para variar, y los suyos a escena, y con ellos mi emoción a flor de piel. Banda que para mí protagonizaba el evento (junto a PSYCROPTIC) y con la que he jugado al gato y al ratón durante mucho tiempo. Por fin podía ver a

ante mí y no a través de una pantalla! El concierto que ofrecieron fue simplemente demencial. Ofrecieron un repertorio basado en sus dos últimos trabajos, el brillante «Necrobreed» (2017) con la propia e imponente «Necrobreed» y el infravalorado «Obscene Repressed» (2020) del que desgranaron hasta cinco temas incluyendo la salvaje «Muzzle» o esa locura en lengua materna llamada «Brutus», que remataron sabiamente abriendo con «Martyr» y cerrando con el himno «Let the Blood Spill…». Un concierto que empieza así, solo puede ir a más, y tanto jóvenes como viejos nos integramos en los mares de hostias que proponían Truchan, Arnoux, Delle y Paradis a base de ese brutal death añejo y orgánico, en contraposición a la experiencia técnica que englobaba el evento. La banda feliz y agradecida en el escenario, y el pit la olla a presión tal y como quería la banda como resultado de su alto nivel y experiencia. Lo de Truchan es de otro planeta!! Que fácil parece todo lo que hace y siempre sonriente… En fin, fotos movidas y garganta rota por mi parte, pero sueño cumplido durante 45 minutos gloriosos de cera extrema sangrante. Cómo no podía ser de otra forma, gente encantadora y simpatiquísima en la distancia corta con la que pudimos charlar mientras atendían su puesto de merchandising.


Cambio raudo y veloz como el resto, pero en este caso insuficiente (psicológicamente) para afrontar un concierto de los tasmanos PSYCROPTIC tras el bolazo de BENIGHTED, pero eran los siguientes en la lista, y otros referentes para mí, en este caso de la vertiente más técnica. La banda comandada por los hermanos Haley estuvo increíble y probablemente gozaron del mejor sonido de la noche, rozando la excelencia. Pero a pesar del esfuerzo de Jason Peppiatt, su propuesta tan delicada en lo progresivo y virtuosa, evitó, de entrada, que siguiese el movimiento en el pit para elevar al público a otros niveles más meditativos y babeantes.
Sonaron varios temas de su último «Divine Council», pero fue con la llegada de «(Ob) servant» cuando su actuación hizo «clic», encadenando «The Watcher of All» y «Enslavement», temazo que cerró su show ante una sala ya abarrotada que se rendía ante semejante nivelazo. Yo, tras las fotos de rigor, decidí disfrutar junto al control de PA por deformación profesional y por el respeto tremendo que tengo a los australianos, ya que en la parte delantera si se echaba de menos un frontfield. Grandiosos PSYCROPTIC! Que demostraron una vez más haberse sabido adaptar al signo de los tiempos sin traspasar ninguna línea roja.

Foto de Hell_Above_Us


Última salida a tomar aire, por mi parte ya más que satisfecho con las actuaciones de dos bandazas como BENIGHTED y PSYCROPTIC más un descubrimiento como ENTHEOS como añadido, pero aún faltaban los cabezas ARCHSPIRE. Esa banda a la que casi todos, por comentarios y atuendos, habían venido a ver. Es más, en ese último descanso seguía llegando peña a la sala incluiso alguno compraba la entrada en ese momento. Esos canadienses que tantas veces me habían recomendado y que salvo su velocidad de vértigo, no habían acabado de convencerme en disco, y a los que solía replicar con un «eso que hacen ya lo han hecho antes NECROPHAGIST». Me como mis palabras.
Luces apagadas en la sala y una voz en off que dice «El concierto de Archspire ha sido cancelado, en su lugar tocarán 5 viejos calvos y borrachos». Jejeje. A más de uno se le descompuso el cuerpo, hasta que el quinteto de Vancouver aparecía en el escenario desatando la locura. Más de una hora de actuación en la que no pude parar de repetirme a mi mismo lo de «no puede ser», «no puedo creer lo que oigo y veo». Lamb y Rae Aleron, con estética más bien rapera, y sus chicos del barrio dieron todo un repaso en nueve meneos de como manejar un show y de cómo mover y jugar con los más de 400 adoradores allí congregados a base de su BlutalTech tan exclusivo ambientado a la perfección entre humo y luces además de un sonido demoledor. Mientras yo, petrificado ante tanto virtuosismo y sincronía, era superado por la velocidad-técnica tanto en digitación como en fraseo Eminem nivel experto como en golpeo. Que contundencia por Dios!!. El público tarareaba cada estrofa, cada estribillo, y hasta el propio Rea Aleron parecía ruborizado y miraba a sus compañeros para confirmar si era cierto lo que estaban viviendo arriba mientras agradecía la asistencia estando Lamb of God en la ciudad. INCREIBLE! Semejante nivel de destreza sumado a la sensación de dominio y disfrute, no apto para un servidor que presume de haberlo vivido todo, estaba siendo toda una lección de humildad y sumisión. Para más inri, todo ello termoregulado con una dosis de humor y buen rollo que hacía de toda esa ejecución de ciencia-ficcion algo terrenal. El pit echó fuego durante cada uno de los nueve temas, extraídos de sus dos últimos trabajos «Relentless Mutation» (2017) y el gran «Bleed the Future» (2021), especialmente en la partida de twister en «Golden Mouth of Ruin» y el sobrenatural cierre con «Involuntary Doopelgänger» más el aclamado «Drone Corpse Aviator», con el cual la peña se entregó gastando la poca energía que quedaba a más de 300 bpm’s. De locos! Prodigiosos! Los canadienses eran despedidos como auténticos reyes de la técnica en un final de noche antológico, que por gustos, no supera a lo vivido el mes pasado con REVOCATION, pero en resumen, una gran tarde-noche para el recuerdo y para comprobar que la esperanza de vida del metal extremo en su vertiente más técnica es imparable.


Gran velada con descubrimiento (ENTHEOS), con deuda cobrada (BENIGHTED), con deleite (PSYCROPTIC) y con rendición sumisa (ARCHSPIRE), en la que durante ni uno solo de los segundos pensé «debería haber ido otra vez a ver a Kreator», y a la que solo puedo añadir lo de «loor a la extrema con gorra», ha sido la hostia!!

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