AL FINAL SÓLO HABRÁ CENIZAS + TERRESTRE (05/05/2023 – Sala El Perro de la Parte de Atrás del Coche – Madrid)

El pasado viernes 5 de mayo nos encaminábamos con buen ánimo hacia el entorno de la Gran Vía madrileña. Zona turística por antonomasia de la capital. Girábamos por una de sus callejuelas para descender al submundo de la trastienda de la privilegiada “vía”. Atrás dejábamos las luces de los teatros, comercios mamotréticos y múltiples franquicias de todo pelaje, muestra de la gentrificación salvaje del “centro” capitalino. Pequeños locales, pretenciosamente “maqueados” salpican las estrechas aceras, sucias y de no muy agradables aromas. Finalmente, desembocamos en un ensanche donde, en frente de la iglesia de San Antonio de los Alemanes, se abría una pequeña puerta roja con el letrero que indicaba que habíamos llegado a nuestro destino, la sala El perro de la parte de Atrás del Coche.

Reconozco que no conocía la sala. Muchos años sin descender a estos abismos y he de confesar que la sala me pareció coqueta, decorada con sencillez, pero con gusto y, como posteriormente pude comprobar, cuenta con un sonido estupendo. Están especializados en sonidos no demasiado duros, porque parece ser que esos sonidos, a pesar de serlo, no dejan demasiados “duros”. La programación de esta noche cuadraba, pero rozando los límites, aunque eso lo desarrollaremos más tarde… Tenían previsto salir a escena, primero Terrestre y posteriormente, Al Final Sólo Habrá Cenizas.

Los primeros, tres “marcianos” afincados en esta piedra que gira, para mayor orgullo y disfrute de los demás habitantes de la misma. Implementan un post rock instrumental, usando tan sólo una batería, un bajo y una Gibson SG. Suficiente para dar cera y crear unos sonidos que evolucionan, en cada uno de los temas, de evocadores a rabiosos, cambiando el registro para transportar al oyente a paisajes que rememoran sensaciones, recuerdos y sentimientos contradictorios, pero dentro de un orden que controlan Luis Granda, Iñaki García y Ángel Domingo a su antojo y al que nos abandonamos al poco de haber comenzado el recital, de humo, sonidos envolventes y luces ascendentes que generaban sombras y creaban una atmósfera mágica.

De alguna forma quedan absorbidos por ella, tras un velo blanco de bruma, que pudiera parecer que los aísla de lo que sucede bajo ellos, pero en todo momento se muestran cercanos y accesibles, creo felices, porque tocan con una pingüe parroquia, sin agobios, con comodidad, en un espacio ciertamente reducido pero que abriga a los que en el escenario se alzan.

Muestran un set que se hace corto y acabas con ganas de más, como dejan claro las peticiones del público, pero los sets están cerrados. Son 6 temas que se desarrollan en unos cuarenta o cuarenta y pocos minutos. Destaca el temazo Montu que suena hacia el ecuador de la actuación. El resto de la lista la componen temas de su nuevo trabajo que está a puntito de caer. Ya maduro, ya formado, interpretan 5 temas, aún numerados del I al V y sin título, pero que nos llevarán estar pendientes de sus previsiblemente próximas noticias.

Con un descanso para cambiar el escenario e intercambiar opiniones, comentarios y saludar a los “sospechosos habituales” que nos damos cita de manera recurrente en estas ocasiones señaladas, bajamos nuevamente a la cueva que es El perro de la parte de Atrás del Coche. De esas típicas bodegas del centro de la ciudad que tan cálidas e íntimas resultan, al tiempo que rememoran tiempos de clandestinidad y secreto, hoy lejanos y olvidados pero que románticamente resurgen en el ánimo y recuerdo histórico de los nativos.

No tardan en arrancar su show los coruñeses Al Final Sólo Habrá Cenizas. En formato de guitarra y batería. Decididamente, no necesitan más. Es cierto que en fases se echa de menos un bajo físico y profundo, pero la Gibson SG con p90s y la encomiable base de la batería se bastan por sí solos para percutirnos el pecho como debe ser. Fue una noche de SGs y de formaciones reducidas al máximo, que no perdieron en ningún momento la pegada y nos hicieron disfrutar de lo lindo.

Nos encontramos ante una propuesta ecléctica, dentro de un orden. Comenzó la actuación con aire “hardcoreta” (lo que roza los límites como adelantábamos al principio), pero a lo largo de sus temas pasamos por fases doom, sludge y rock macarra pero con una clase y una cercanía que te hacía sentir en el salón de tu casa, esperando que los vecinos y la policía municipal echase abajo la puerta, porque sonaban, os juro que sonaban… Salieron amparados por las luces rojas de la sala, creando un ambiente tórrido, siniestro y bestial que acompañó la música todo el tiempo.

Te sentías como en el mismísimo infierno, enterrado en un cubículo con súbditos de un “diablo cojuelo” que nos retenía, por nuestra propia voluntad, abstraídos con cánticos no de sirenas, sino de entes del ultramundo, ahora arrancando sonidos a su alma torturada, ahora oscuros y lentos, pesados y pegajosos, ahora brutales rasgueos de guitarra y percusivos mandobles sobre los parches de la batería, que sentenciaba una cadencia que lo arrastraba todo a su paso.

Abrieron la noche tocando Culpables, tema poderoso que ya nos puso en alerta captando toda nuestra atención ¡La cosa prometía! Finalizaron con Nuestra Propia Destrucci​ó​n. Entre medias, hubo tiempo para presentar dos temas nuevos de su inminente siguiente entrega y recordar con 2 “covers“, la agitación cultural de Coruña. En definitiva, no voy a repetir la tan manida frase de “se hizo corto”, que yo no soy de repetir más que con el ajo, pero lo dejo ahí, porque yo me hubiese quedado un ratito más y creo que mis compañeros de sala estaban por la misma labor.

Fue una gran y modesta noche, con bandas justitas de integrantes, pero enormes en producción de sensaciones a través de su música. Dos grandes bandas que están felizmente en pleno desarrollo, creando cosas muy interesantes que podremos paladear muy pronto. De hecho, ya hemos podido saborear algunas y el sabor de boca fue delicioso. No puedo esperar a ver esas nuevas entregas, disponibles y nuevos bolos.  

Con el paladar a gustito, nos despedimos de la sala, del responsable de la misma, que majísimo, facilitó mucho mi trabajo, agradecimos a Nooirax Producciones a través de Sergio, su representante en el lugar, el montaje de este espectáculo y de nuevo las facilidades para sacarlo a la luz y compartirlo con vosotros y así mismo nos despedimos de los “sospechosos habituales”, ¡hasta la próxima! Aprovecho y, metido como estoy en despedidas, me despido de todos aquellos que leáis esto y os emplazo para la próxima, que no se demorará excesivamente.

Texto y fotografías: Juan Carlos López Aguilar.

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