Texto y fotos de FanoneArt y Bea Bathory
¡¡Que pasa lokooooos!!
Ya antes de la pandemia asociaba las noches de Champions a grandes conciertos y al paso de grandes giras por los escenarios de la capital. Un sentimiento enfrentado por lo «peligroso» que es un concierto un martes y en horario vespertino, pero esta vez llevaba además el sensor de fear & greed descontrolado. Con este primer click, provocado por el estado de excitación del debut como redactor en la web de REA y sumado al nerviosismo preconcierto de serie + gira esperadísima + primera vez que iba a ver a los británicos, decidí salir raudo, veloz e incluso antes de hora del curro, ya que lo único que tenía claro es que la noche prometía muchísimo y debía evitar llegar tarde para no perderme a los locales BROTHERS TILL WE DIE, además de ese as, que Route Resurrection guardaba en la manga, de nombre WHILE SHE SLEEPS en su tercera fecha de cinco por España, tras el sold out de Vitoria (junto a THE BROKEN HORIZON ) y la locura desatada en A Coruña (junto a STRIKEBACK). Por fin llegaba el día marcado en el calendario desde el mes de noviembre, cuando se anunció esta gira.

La cosa empezaba de cara; sorprendente e inesperada cola ya a las puertas de La Riviera, donde por suerte se encontraban algunos hermanxs de la redacción de REA (os quiero lokos!) además de, como dice mi colega y rey de las crónicas JC, algunos que otros sospechosos habituales, entre ellos varios miembros y colegas de VOID’S’ LEGION haciendo autopromo de su minigira de esa misma semana (incansables! grandes!), con los que aligeré un punto de tensión, pero había que ir al lío…
La Riviera, o lo que es lo mismo, esa sala tipo «moneda al aire» en lo sonoro, que monopoliza la oferta capitalina por capacidad, y que en las últimas ocasiones había decepcionado, presentaba un aspecto formidable desde primera hora. Plagada de gente jovenzuela, o al menos más que yo jeje, y con caras de querer disfrutar al máximo calentando cual corredor sanferminero antes del chupinazo, mientras se componía con naturalidad, la que iba a ser la pista de los brutales bailes a los que nos tiene acostumbrado el colectivo coreta madrileño, bajo la atenta mirada del personaje anime en la proyección de vídeo y los acordes del putísimo rey trapero floridiano GHOSTMANE.
Y es que los BTWD eran sin duda más que un telonero en esta ocasión y la expectación era máxima tras los últimos pasos de gigante, sembrados a lo largo de más de diez años, que ha dado esta formación cerrando una exitosa gira de invierno junto a DEEZ NUTS y THE ACACIA STRAIN y marcándose un discazo increíble a finales de año con «Reincarnation». Todo un referente a nivel nacional y ejemplo de cómo asomar la cabeza por fuera del underground a base de buenas ideas, dinamismo estilístico y algo de experimentación en un género tan disciplinado.

Saltaban con bastante puntualidad y con una movilidad, actitud y soltura que nos pretendía destrozar en poco menos de una hora. Durante el inicial «The Thin Line Between Death & Immortality» se quedaron encendidas las luces de la sala, cosa que agradecí para poder fijarme algo mejor en su outfit variado (deformación profesional, jeje). Camuflajes varios, flamantes ultra p90 de Felipe Alemán (vocalista) y corte gótico-siniestro de la bajista Ali Blackbet cual Marceline, que desde su incorporación ha elevado la personalidad y puesta en escena de la banda.


Cuando el público, tanto en número como en ganas acompaña, BTWD devora cual tiburón que huele la sangre. Y es que temas como el multidisciplinar «Hell on Earth» dan mucho juego para un calentamiento premium tanto en beatdown como en pogo estándar. A partir de aquí, la newyorkhardcoreta «Hand to Hand» sonó increíble provocando los primeros twosteps y desatando una locura imparable. El multiregistro de Felipe, sobresaliente toda la velada, era coreado por las más de 500 almas, provocando su primera inmersión entre el público. Público al que la banda premiaba lanzando algo de merch. Que fácil parece todo cuando existe comunión pero que difícil es en realidad. El climax era tal que hasta Ali decidió de manera inédita, presa de su hype, probar el wave camino del oasis coronado por la palmera central de la sala mientras aporreaba su bajo! Increíble! Banda entregadísima, emocionada por pisar (y estar reventando) una sala tan emblemática como La Riviera se despedía echando el resto con «The Ultimate Evil» en un final de tan enérgico show, con un circle pit antológico alrededor de la mencionada palmera que quedará para siempre en mi recuerdo. Para mí el temarral de su último disco donde demuestran haberse pasado el hardcore combinando deathcore, beatdown, metal, melódico y demostrando ser una banda que ya sobresale sin ego, sin perder la esencia callejera y generando admiración allá por donde pasa. Próxima parada, escenario principal del Resu… BOLAZO.



Tras un breve descanso, sabiamente acortado aprovechando la inercia que se había generado en la sala, saltaba el quinteto de Sheffield tras el ansioso y desesperado llamamiento de las más de mil almas allí abajo congregadas cual hormiguitas. Llegaba el deseado momento de disfrutar por fin de «Sleeps Society» (2021) en vivo!

Luces verdes estroboscópicas, láser y ese sampler tan familiar arrancaba «Sleeps Society» y con ello un desbordante torrente de voces cantando y gritando cada frase. La cosa empezaba con volumen bajito pero a nadie le importaba, la peña había venido a gozar de temas mas que asimilados. Un «Loz» enérgico y llamativo (con gafas de sol, calcetín rojo y sus Chuck Taylor) se tragó el escenario en un solo tema tras unas cuantas carreras, gracias al arropo de su banda superensayada y un público más que sumiso. Siguieron con la disfrutona «Anti-social» con su riff ya más que tatuado en nuestros cerebros. Y qué decir de «You’re all you need», ya himno para algunos, en el que «Loz» llevó al límite su capacidad de screamear, sumado a que no había respiro entre temas, enlazando «The Guilty Party», la tropical y djentera «I’ve Seen It All», a partir de la cual pareció mejorar considerablemente el sonido, más «Eye to Eye» en la que literalmente el suelo de la sala se empezó a mover producto de tal cantidad de saltos. Para rematar una primera parte, ya superado con nota el apartado audiovisual con la tabernera y clásica «Four Falls» Locura absoluta del respetable en este arranque simbiótico y no os voy a negar que sorprendente para mí, ya que no imaginaba esa comunión tan especial entre público y banda.



Llegados aquí, disfrutamos de una segunda parte del concierto más orgánica y personal dirigiéndose (por fin) «Loz» al respetable verbalizando su agradecimiento. Aunque justo coincidió con la continuación con los temas más suaves de la banda, «Know Your Worth», «Fakers Plague» y «Hurricane» enfriaron levemente el ambiente hasta la llegada de «Silence Speaks» que sonó descomunal para cerrar provocando la laringitis general y alguna lagrimilla que otra.
Sorpresa en el encore al presentar la banda a su equipo técnico como artistas del próximo tema. La crew sleeper se enfundaba los instrumentos para poner la sala patas arriba con la cover del «Killing in the Name» ante la mirada sonriente y gozosa de la banda. Todo un puntazo del que se disfrutó y supuso un chute de energía extra para que el público llegase a tope al cierre con «Systematic».






Concierto más que digno y buen espectáculo metalcoreta del que me saco una espina a punto de infectarse, pero que debo decir, fue superado por la contundencia y brutalidad de unos BTWD engorilados y capaces de todo en este momento.
Y es que ya lo tenía claro, y esto es cuestión de gustos (y lo mismo de edad), pero salí del bolo más que satisfecho, aliviado, pero un poco harto de tanta cantadita…

