Texto de César L. Pazos, fundador y guitarrista de Bridge to Nowhere
Fotos de FanoneArt y César Ruiz «Scheitan»
En esta ocasión, y a pesar de la presencia de Rea en el evento, no vamos a publicar una crónica desarrollando el maravilloso espectáculo conceptual y dramatúrgico, cargado de pasión y no apto para todos los paladares, que en gloriosa clave metalera multigénero ofrecieron tanto Serapis Project como Bridge to Nowhere en la sala Rock Palace de Madrid el pasado 17 de Junio. En está ocasión, será el propio César L. Pazos (guitarra solista de BTN) quién nos relate como se vivió el evento recuperando el formato «desde dentro».
Buen sábado de concierto…La cosa pintaba bien. Desde que quedamos BTN por la mañana para recoger en el local teníamos una buena sensación. Qué coño, pintaba de puta madre!, íbamos con tiempo, relajados, y nos daba tiempo a comer tranquilamente, echarnos unas risas previas y llegar holgados a la sala. Aunque hubo premonición de Rubén: “Esto es que va a pasar algo, o se nos olvida algo” (recordad esto)…
Llegamos a la sala Rock Palace y comenzamos a descargar mientras esperábamos a la otra banda: Serapis Project. La primera sensación fue de un trato excelente y así se confirmó cuando el bolo acabó. Bastante deberían aprender muchas salas de “renombre”, que te tratan como una mierda y echan a los asistentes a patadas en cuanto acaba el show… Putos ruines que después de hartarse a dar lástima en el estado de alarma durante la pandemia y de que todos compartiésemos el “MUTE” de las salas, luego te premian con presiones de asistencia en la venta de entradas y maltratando a los asistentes jactándosede que ellos viven de vender cervezas… ¡Pues cacho de gañán, al menos véndelas FRÍAS! ¡que por eso no te las compran!. Rock Palace, en ese aspecto fueron EXCELENTES, para tomar ejemplo, vaya.
Siguiendo con la noche, Serapis Project venían desde Barcelona y después de un viaje de muchas horas para estar aquí en Madrid junto a nosotros, comenzaban a su hora como un clavo para ofrecernos un show exquisito. Nos entregaron su música con una calidad brutal. La voz de Kris Vega impresionante, unas guitarras de locura capitaneadas por Joaco y una base gorda de batería y bajo que hizo temblar los cimientos de la sala. Nosotros como no puede ser de otra manera nos cocíamos a turnos en la entrada comprobando los boletos y esperábamos nuestro turno en el camerino mientras la sala disfrutaba del show de los catalanes.
Cuando nos tocó salir a escena, los nervios que siempre afloran vinieron a jugar, subir la adrenalina y hacernos disfrutar. Pero… ¿os acordáis de las primeras líneas y de la premonición?. Pues bien, el show comienza y el maldito laptop escupe la tarjeta de sonido hasta tres veces… tres inicios en falso hasta que pudimos comenzar a tocar. Rubén más que guitarrista es “el pitoniso Lolo”. No todo podía ir bien… Conseguimos lanzar la intro pero los tres primeros temas los hicimos a pelo y sin claqueta ni secuencias. Menos mal que después, Lucho, batería mágico lo consiguió arreglar y el resto fué un disfrute para nosotros y espero que para el público. A destacar para BTN, la nueva incorporación a la familia de Jimy al bajo… Brutal! Y la entrega del público, que ya conociendo los temas nos arropan con sus voces gritos y subidas de cuernos. Esas palmas y alaridos que nos llenan el alma después de cada tema y ese calor humano (que siempre se puede suplir con un poco más de fuerza en el aire acondicionado), nos hace seguir al pie del cañón y nos anima a que dentro de poco saquemos más material.
¡Gracias a todos!
Rock Entre Amigos 