Reseña de Alfonso Martínez.

En pleno y caluroso periodo estival por estos lares, hará su aparición el décimo larga duración de los Daneses Blindstone. Un trabajo de estudio que repasa en su contenido y a través de sus diferentes cortes musicales las influencias del trío nórdico así como la trayectoria reflejada en sus nueve discos anteriores y de la banda misma, donde nos dejan claro la manera tan particular de interpretar y darle unas cuantas vueltas de tuerca a un género tan extenso y común como es el blues. De mención también es el hecho de la madurez y profesionalidad del gran Martin Jepsen Andersen, que nos demuestra en este nuevo trabajo su maestría a las seis cuerdas, donde el oyente disfrutará de unas composiciones que parecen estar hechas a medida de dicho instrumento, a parte de deleitarse con una ejecución perfecta en cada giro y cambio sonoro. Comenzamos a destripar las entrañas de “Scars To Remenber”, disco que promete dejar a los Blindstone como los auténticos señores del “Hard’N’Blues”.

Nada más descorchar éste “Scars To Remenber” y con las primeras melodías de “Embrace The Sky”, nos introducen de lleno en un aroma sonoro que recuerda a los grandes grupos referencia del hard-rock setentero, con riffs muy purplenianos así como la potente base rítmica creada por Jesper Vegeberg Bunk al bajo y La contundente batería de Sigurd John-Jensen. El efecto “eco-vocal” utilizado por Martin culmina el aire “retro” del tema, junto con un solo de quitarse el sombrero.
Con el tema homónimo del álbum “A Scars To Remenber”, sentimos la verdadera afición de estos tres Daneses por el blues, con la inyección de un colorido musical donde perfectamente nos recordarían de nuevo a mega-bandas como Rush e incluso y por la genialidad de Martín en la interpretación, a guitarristas tan conocidos de la época como Santana o Frank Zappa.
“Down For The Count” nos devuelve a esa delgada línea entre el Hard Rock y Blues que los Blindstone practican a la perfección, con una base del género más suave, pero a su vez dándole un giro hacia lo más contundente, con reminiscencias al rock americano tradicional. Tema enérgico como su siguiente en el álbum “Waste Your Time”, el cuál te vuelve a transportar a los orígenes del Rock o Blues, o más bien los dos a la vez al escuchar tal composición, puesto que los mezclan, suben de vueltas y los bordan a través de los largos punteos de Martin, el cuál hace que retornen a través de su instrumento sonidos de guitarristas ochenteros como Jeff Haley, y te vengan a la memoria ciertas frases de algún conocido largometraje donde cierto personaje le exigía al invidente guitarrista que tocara algo con “un par”.
Volvemos a la contundencia que nos deja la entrada de “Drums Of War”, con Sigur sublime en las baquetas, en un tema de corte más oscuro, añadiendo Martin un poco de distorsión a los riffs, asemejando mucho a unos primerizos Black Sabbath, con una letra tan actual como el empaste que consigue el trío Danés al conjugar lo “antiguo” con los tiempos presentes.
“Drifting Away” se muestra como la balada del álbum, transmitiéndonos el “savoir faire”y el matrimonio que constituyen los Blindstone con el blues más comprometido y sentimental, sin entrar esta vez en demasiadas complicaciones técnicas. Nada más que el efecto “Wah-Wah” de Martin junto a una voz y letra melancólicas, banda sonora ideal para los días grises donde el género dominado por los Daneses no tiene competencia.
A estas alturas del álbum reconozco que me cuesta diferenciar determinados temas y encasillarlos como en uno de los dos géneros de referencia en este trabajo, pero que delicia cuando en “In The Eye of The Storm”retornamos al juego que mantiene el trío en darle crudeza a los “bluesers” de toda la vida, reclamando por derecho propio la originalidad de una banda que ha sabido transformar el repertorio de influencias antes mencionadas en décadas pasadas, convirtiéndolas en melodías frescas del “ahora”.
No podía faltar en un álbum compuesto por un guitarrista un tema instrumental como “The Fields Of Bethel”, desatando sus dedos por el instrumento y llevándolo hasta plasmar su genialidad en todo tipo de armonías, escalas y arpeggios, además de mostrar su polifacetismo musical, tónica general a través de todo el disco.
Ante la que nos envuelve otra vez en una atmósfera hard-rockera «vintage» como es “Shinning On Throug”, pasaremos a la que para un humilde servidor es la canción referente de todo un álbum que rezuma a blues por las cuatro esquinas, siendo “World Weary Blues” la ejecución final a un libro sonoro de iglesia con coros afroamericanos, banda “heavy” acompañando de cualquiera de las dos épocas doradas, y para acabar la coctelera un magistral sentimiento a cargo del director Martin J. Andersen. Un himno con una letra muy significativa de los tiempos que corren, interpretada por el trío que suena a “Big Blues Band” siendo comparables por su extensa carrera a otras dentro del género que cosechan más reconocimiento.
Me gusta el término “Hard’n”Blues” si tuviera que nombrar un estilo definido para los Blindstone, pero la cantidad de influencias plasmadas en sus temas(sobre todo de los 70), mezcladas con ritmos de “bluesmen”, dan como resultado una música con todos los matices posibles, que a priori muy pocas bandas en su estilo saben llevar a la práctica de manera tan especial como nos demuestran en “Scars To Remenber”.
BLINDSTONE: Martin Jepsen Andersen: vocalista, guitarra solista./Jesper Vegeberg Bunk: bajo./Sigur J-Jensen: batería.
