Banda:Sacred Outcry. Disco:Towers of gold. Sello:No remorse records. Año:2023.

Nota: 9,3

Reseña de Enrique Sobrino.


Hace un tiempo, creo recordar, que en la última reunión de 3 valientes y 1 mequetrefe o bien en la última cena de empresa de REA, hablábamos de la forma que tenemos actualmente de nutrir nuestra alma con música nueva. Pues como dije, yo me nutro generalmente de REA en cualquiera de sus variantes, o bien de el programa de radio El octavo día de Radio Cornellá o su vertiente en el canal de Telegram donde no se para de compartir música.


En este caso, en concreto, recuerdo que esta banda, sonó en un programa de El octavo día, dado el hype que tenía Toni López con este disco. Y la verdad es que lo que escuché, despertó unas ganas tremendas de oír todo el disco y conocer a esta gran banda de Epic Power Heavy Metal.


Casualidad o no, pensando en como volver a colaborar con REA, en una conversación de whassap con Kikemaiden, surgió el nombre de Sacred Outcry y por supuesto, acepte encantado el reseñar este disco. Y como no puede haber dos sin tres, Gonzalo de Iron Matron Records, propicio el conseguir los dos discos de la banda, que por fortuna acabo de recibir en casa.

Y es que, como no me cansaré, de decir, Grecia es mi nueva tierra prometida. La cantidad de buenas bandas allí es abrumadora, y cada vez que escucho que una banda proviene de tierras helénicas, presto más atención si cabe. Porque desde Forbidden Seed, pasando por Disharmony, I Abissyck, Wardrum, Riffobia, hasta los propios Sacred Outcry, cada nueva banda que descubro allí me gusta mas (y seguro que me dejo muchas en el tintero o están por descubrir todavía).


Y entrando un poco en materia, aunque solo tienen 2 discos en su carrera, llevan formados desde 1998, cuando el bajista George Apalodimas creo la banda, para dar rienda suelta a sus anhelos de hacer Heavy Power Metal, con tintes épicos e historias conceptuales.


Dicho esto, la banda actualmente esta formada por: Daniel Heiman a las voces (si, el ex cantante de Lost Horizon), George Apalodimas al bajo, Steve Lado a las guitarras y Defkalion Dimos a las baterías.

De hecho, este disco sirve para presentar la nueva formación al completo, ya que menos George Apalodimas, el resto son nuevos en la banda, incluido Daniel Heiman. Y ojo, porque el anterior cantante fue Yannis Papadopoulos. Pasamos de un cantante top a uno superlativo, así que nada debería salir mal, ¿no?.

Con una portada al mas puro estilo Blind guardian (me recuerda a la del Imaginations) y por lo que he averiguado, ha sido idea de Apalodimas, lo que no se si ha sido su puño el que ha dibujado todo el artwork. A mi que me gustan las portadas y observarlas, quizás esta sea de las que menos me han apasionado, pero a su vez, la hace tan característica por la mezcla entre sencillez y sobriedad, que reconoces rápidamente de que disco estamos hablando.


Y en cuanto al concepto, este Towers, es la continuación de la historia que comenzaron con Damned for all time y a fe digo que pedazo de continuación. Al parecer todo gira en torno al concepto de las Sacred Chronicles, que están dentro de la cabeza de George.

Musicalmente, es como volver a la época dorada de los 90-2000, donde el power metal, el heavy metal y el epic metal causaron furor. Encontraremos influencias y reminiscencias de bandas tan grandes como los propios Blind Guardian, Manowar (hablaré después sobre esto), Iced Earth, y un largo etecera, dado que con cada escucha descubro alguna influencia más, incluidos algunos momentos que me retrotraen a los propios Iron Maiden.


Solo un pero en este disco, y es al respecto de la voz. Creo, que Daniel “abusa” un poco de los agudos, quizás les habría quedado mejor no tirar tanto de esos registros, porque todos sabemos de la capacidad de Daniel a la hora de cantar, pero, como digo, desde mi punto de vista “abusa” un poquito. Pero esto, como todo, es cuestión de gustos y para nada ha restado un ápice mis ganas de tener el CD en casa.


Como todo disco de Power/Heavy metal, la primera canción, una intro lenta, con guitarra acústica y unos tintes épicos sin parangon, “Throught Lands Forgotten”, nos pone sobre aviso de lo que se nos viene. 2 minutos de calma y épica que preceden a la tormenta que se desata con los trallazos que van juntos y de la mano como son “The flame rekindled” y “The voyaged”. Velocidad, garra, épica, riffs vertiginosos, baterías abrumadoramente veloces, un bajo que retumba por los altavoces y unas subidas, a niveles estratosféricos, nos dejan el ABC del género representados en los dos temas, que, por cierto, digo que van juntos, porque no hay ni un segundo de descanso entre uno y el otro. Si te gustan estos dos temas, es tu disco sin duda.


“Into the Storm” afloja un poquito las revoluciones de velocidad, pero aumenta las pulsaciones épicas, con lo cual conseguimos un pequeño respiro para nuestro maltrecho cuello. Aquí las influencias de Iced Earth, al menos para mí, están más que patentes, sobre todo en la parte central. Los riffs pesados, las baterías cabalgantes y la densidad del tema me transporta a las épocas doradas del Power metal. Ya estoy rendido a Sacred Outcry. Me han dejado KO.


“Symphony of the night” es la epicidad en estado puro. Si hubiera que dar una definición de metal épico, seria este tema y punto. Tema que va creciendo y creciendo hasta volarte la cabeza literalmente. Comenzando suave y lento cual balada y acabando en lo alto, llevándome a un éxtasis total.


“A midnight reveire” es, de nuevo, la calma antes de la tormenta. Tema cortito, épico, incluso dulce me atrevería a decir, donde de nuevo la acústica de Steve habla por si sola y la voz de Heiman te atrapa con la mezcla de dulcura y garra característica.

“The sweet wine of betrayal” o lo que es lo mismo “Defender” de Manowar… Este tema, por mas que lo escucho y lo escucho me descoloca, dado la similitud tan asombrosa con el susodicho tema de Manowar. Y como no puede ser de otra forma, si el tema de Manowar me gusta, este me apasiona. No es ni un cover ni nada, es tema propio de la banda, pero con una similitud tan asombrosa que en mas de una escucha, he tenido que detener el disco y escuchar «Defender»…


“The city of Stone” nos devuelve a los Sacred más metaleros y mas cercanos a el Power metal mas EEUU como puede ser Iced Earth. Si con los dos primeros temas decía que eran el ABC del género, este tema es el ABC de lo que deberían hacer Iced Earth en la actualidad.

“Towers of gold” tema homónimo del disco y el mas largo, 14 minutos, es como en cualquier disco que se precie, el tema largo y donde todos dan el do de pecho. Escuchadlo y disfrutarlo y punto. Es el perfecto resumen de lo que son capaces de hacer Sacred Outcry.


“Where crimson Shadows dwell” es el ultimo corte del disco, y que se agradece y mucho, después de todo lo vivido con anterioridad. Después de la tempestad que representa todo el disco, algo de calma para bajar las pulsaciones está genial. Repitiendo la formula empleada anteriormente, guitarra acústica, teclados acolchando el tema, y Daniel haciéndonos vibrar con la forma tan única y característica de transmitirnos sentimientos.


Como dice unos amigos míos de El octavo día, si existiera la policía de la épica, al poner este disco, posiblemente nos tendrían que detener por exceso de epicidad.

En resumen, una banda que no conocía y que me han impresionado con un enorme trabajo para este 2023 y que posiblemente pase a ser de mis favoritos del año. Si os gusta el Power, el Heavy y el Epic, este disco no se os puede pasar de ninguna manera. Haceros un favor, escucharlo y disfrutarl

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