
Reseña de Fermín.
Hablar de Endstille siempre es un poco hablar del qué dirán, pero hablamos de unas de las mejores bandas de ”BM” actuales y ellos mismos han tenido que lidiar con ese estigma que por desgracia siempre en nuestro mundillo está interpuesto.
Dejan claro ese tema y cualquiera más del estilo. Cualquiera que como yo, tenga sus discos, sabe de su antipolítica (que no apolítica), al fin y al cabo y para el que escribe estas líneas y para todos los que estamos un poco acostumbrados, nos parece su declaración de principios.
Endstille no publican sus letras, en pocas veces nos permite acercarnos a ellas (metalllum o formato físico), más su música ya nos avisa y nos predispone para llegar a algo donde no necesitamos ojos para ver (para todos o para ninguno), escuchar a estos alemanes es solo un gran asalto de misantropía y puro odio, reflejado en todo lo que recordarnos de las etapas más tristes y sombrías de nuestra estirpe e historia humana.

Mención aparte para el videoclip, nada a lo que no nos tengan a acostumbrados, más parecido a aquel mítico “Endstille Reich», pero igualmente, nada que que ver con aquel rollo a “Call of Duty” de hace de diez años con “Aborted”.
Aviso a lectores: Odio analizar tema a tema, voy un poco a hablaros más de impresiones personales, que quizás de un análisis pormenorizado.
Los dos primeros temas se deben escuchar seguidos, no se si será la intención del grupo, pero yo personalmente, creo que si nos volvemos a aquella infección de hace 10 años, donde la disonancia no encontraba concierto entre ninguna modernez, encontraréis cómo en estos dos temas y en su interfase particular, veo una apuesta por los inicios y al mismo tiempo, un no querer volver.
Cada cual que juzgue a Endstille, pero espero siempre que por la música y no por “pseudo-prejuicios” cutres y perdón por el vulgarismo, que tanto fastidian nuestra escena. Como acaba el disco y como ya viene siendo costumbre acabemos con un (Endstille).
