
Reseña de Kikemaiden .
Todos los melómanos tenemos marcado cada año en el calendario los discos que más nos interesan, independientemente de que en algún momento anterior esa banda, nos haya decepcionado con alguno de sus discos. En mi caso personal el Unconquered de KATAKLYSM de hace un par de años, fue esa fecha marcada en el calendario y que a posteriori, resultó ser un trabajo bastante por debajo de mis expectativas creadas y a pesar de esto, en mi calendario de este año, seguia estando marcado de nuevo a la espera de Goliath, el flamante y nuevo trabajo de los canadienses.
KATAKLYSM es una de las grandes bandas nacidas a principios de los 90 que dotaron al death metal de un sonido especial. Mucho han cambiado desde que en el año 98 el voceras alocado Sylvain Houde dejase en manos de Maurizio Iacono las riendas de este monstruo sónico; hasta ese momento bajista en la formación y apoyo vocal. Por el camino, mientras los más puristas dejaban de acompañar a la banda que en sus inicios era de las más locas y originales, otros como servidor, se unía a las huestes de Iacono gracias a trabajos como Serenity in Fire, Shadows & Dust y The arms of devastation entre los años 2002 y 2006.
Desaceleran su sonido y empiezan de nuevo a perder algunos fans con Prevail en 2008 pero otros, se suben a la máquina canadiense al acercar su estilo hacia un Death/thrash más accesible sin perder gran parte de su esencia y ferocidad.
Y en estas estamos tras un Meditations en el 2018 que cada vez valoro más y que volvía a traernos a los KATAKLYSM más rápidos y potentes a pesar de ser muy criticado y el citado Unconquered del 2020, que me dejó bastante frío.

Goliath vuelve a presentarnos a unos KATAKLYSM densos y de estilo más Thrasher y groove, se podría decir que afloran bastantes influencias de los reyes del estilo más groove como Pantera y Machine head, cosa que ya pasaba en obras anteriores pero no de forma tan visible, entre ellas el Of Ghost & Gods del 2015 o el Waiting for the End to Come del 2013. Breves detalles del más rápido y salvaje death metal se ven asomar en algunos momentos en los temas iniciales. Pero ninguno de ellos me hace sentir algo especial. Temas como «Dark Wings of Deception» , «Goliath», «Die is a king» o «Combustion» van pasando de forma rutinaria y aunque «The reedemer» y «From the Land of the Living to the Land of the Dead» me dan un poco más de vida no me hacen ver que pueda colocar este trabajo a la altura siquiera de la medianía de la discografía de los canadienses, sin embargo, la tripleta final con «Heroes to Villains», «Gravestones and Coffins» y «The Sacrifice for Truth» muy diferentes entre si y cada una con un estilo particular, que sin ser los KATAKLYSM de otras épocas me hacen pensar, que no todo está perdido y que como me paso con Meditations en el 2018 quizás, dándole algunas escuchas más y sobre todo tiempo, eso que a veces hacemos de dejar reposar y volver a retomarlo algunas semanas despues lo veamos de forma diferente. Porque muchas veces son nuestras espectativas y lo que deseamos de una banda lo que nos hace no empatizar con ese trabajo y cuando una vez, ya sabido por donde van los tiros y que los KATAKLYSM actuales son un monolito férreo y constante de metal denso, groove y Death/thrash, mentalizandonos que no volverán a ser los de antes y están lejos de su primera década donde sorprendían a propios y extraños con su Hyperblast vitaminado y psicótico y tampoco van a volver a ser los de la etapa media, donde su Death metal continuaba siendo veloz y asesino, y quizás, en ese momento hará que empieze a entender y mentalizarme de lo que la banda quiere decirnos. Así que es posible retome este Goliath y el anterior Unconquered más adelante, para volver a darles la oportunidad que merece una banda que para mí sigue siendo un ejemplo a seguir por su constancia y perseverancia, tener unos directos demoledores y mantener una base de seguidores a nivel mundial que se cuentan por cientos de miles. Y eso en este tipo de metal, con una formación muy estable donde Stephane Barbe al bajo y J. F Dagenais a la producción y guitarra continuan acompañando a Iacono desde los inicios y un nuevo batera James Payne ( ex Vital Remains) hacen que con más de treinta años de existencia tengan mucho mérito.
Y os aseguro que el próximo trabajo de KATAKLYSM a pesar de todo, seguirá estando en mi calendario marcado…a fuego!!!
