Texto Cristian Juárez y Kikemaiden.
Foto Dawn of Extinction.
Día 14: 23 de octubre.

Ayer fue el tercer día de «descanso» desde el inicio de la gira. Y sí, lo ponemos entre comillas porque os hemos contado que son momentos en los que nos dedicamos a otras cosas. Por supuesto, ayer fue recorrer los mas de 650 kms que hay desde París a Toulouse. Lugar donde hoy tocaremos.
Hemos podido descansar y recuperarnos un poco, porque, aunque no se nos está notando en los conciertos, tenemos el peligro de que en el momento menos esperado tengamos un pequeño bajón que queremos evitar a toda costa. También hemos estado repasando todas las grabaciones, tanto de audio como de imagen para ver que hacemos con ellas. La verdad es que tenemos un muy buen material, mejor del que pensábamos y, quizás, hagamos algo especial y mejor de lo que teníamos pensado en un principio. Llegamos a buena hora al camping, cenamos y relax completo como siempre… con unas buenas cervezas al lado.
Y como estamos de relax y descanso, mientras pasamos a Kikemaiden el audio para el diario de gira y paseamos por Toulouse, os contamos como son los Blind Guardian en la cercanía.
A veces hablar de estos músicos que llevan tantos años en la escena nunca es fácil y, por lo que hemos podido observar y vivir dentro de lo que Dawn of Extinction puede permitirse, es que son gente que en principio parecen fríos y serios, como buenos alemanes. Pero, luego cuando entras en contacto con ellos, son muy cercanos y risueños, cada uno con sus características particulares. Hansi y Marcus parecen serios pero luego son muy cercanos y charlatanes, la verdad que tenemos buenas charlas con ellos. Frederik Ehmke, el baterista, es el más cercano y el que más interactúa en general con todos. Y finalmente, Andre es quizás el que parece más distante pero, luego, es otro que sin problemas habla con todos y es muy amigable.
Además, son gente que llegan de uno en uno a la sala a distintas horas y son bastante secos y fríos en las pruebas de sonido. No hablan muchos en esos momentos, ni siquiera con los técnicos; está todo muy calculado y quizás esto es lo que les hace ser así en esos momentos. Hansi es el único que cuenta con un camerino a parte para poder ensayar con su voz sin dar la tabarra al resto de miembros.
A la hora del concierto también se les ve que cada uno tiene su parcela y no hay mucho contacto entre ellos, no hay complicidad, no se miran casi, pero tampoco les hace mucha falta. No fallan en sus shows y es una música bastante técnica que requiere de atención. Tras el concierto, sí que se convierten en una piña: estando todos juntos en el camerino, bebiendo, hablando y sobre todo… jugando a videojuegos. Son unos fanáticos de ese mundillo. Son gente sencilla, muy amigos entre ellos, no tienen egos, se llevan bien con todos y son muy atentos con los técnicos, las bandas de apoyo y su público.
No se puede pedir más para un viaje como el que estamos haciendo.
Cristian, Dani, Marcos y Alexis.
