Por Bea Bathory
Cuando daba por finiquitado el año dentro del mundo Core, me veo sorprendida por un anuncio, por un llamamiento. Nueve años, nueve años de espera. Me declaro fan de los de Pensilvania cuyo recorrido no ha sido quizá todo lo valorado que me hubiera gustado que fuera. Desde Europa poco se ha escuchado esta banda americana formada ya en 2007. El estallido Core de esos años, dejo innumerables bandas que se perdieron por el camino, y ya sea por problemas personales o porque el fondo monetario no daba para más, el quinteto en 2014 despareció, se esfumaron. Nos sentimos posteriormente huérfanos, pero oh! destino caprichoso, juegas con tus armas y haces que gocemos de nuevo con tales sonidos.
La unión se ha vuelto a hacer realidad. Sus miembros no son para nada desconocidos. Se trata del vocalista de ERRA, amado por muchos por su progressive metalcore que aquí acude por fin a la llamada que esperábamos algunos a lo old school. Garganta increíble que solo TJ Cavey sabe sacar con incluso alguna melodía acompañada de un guitarrista como es Chris Davis de la banda The Ghost Inside. Tipos de sobra experimentados, que se nota a la hora de componer y repartir cera de la buena, de la que te invade, de la que te deja sin aliento y de la que te deja con una sonrisa final. Colaborador en innumerables bandas como Hollow Front, Illusence, August Burns Red y, absorbiendo de bandas como The Devil Wears Prada demuestra que aquí no hacen falta sampleados para evolucionar, al contrario. La banda con sus anteriores álbumes “Reflections” de 2013 y “Bloodwork” de 2014 dejaron el listón muy alto, pero semejante bofetada en la cara que sueltan este casi desaparecido 2023, así sin avisar, escuece y mucho.
Me afilo los dientes y me dispongo a escuchar con cierta ansiedad lo nuevo del quinteto de manera rápida. Me parte en dos. Subo aún más el volumen de lo habitual en mi pc y siento que se avecina un huracán, una salvajada musical. Hablo del primer tema de este nuevo EP “False Divinity” y por favor, que nadie me despierte de este sueño porque joder, me está flipando. Una energía que hacía mucho tiempo no veía en el Metalcore y menos en bandas que ya llevan sus añitos. La garganta de TJ Cavey inunda todo a mi alrededor con temas como “Put to Death” y “Digital Hellscape” coqueteando incluso con un death metal melódico que me parece sublime, y con una agitación inusual en mi ser, me veo envuelta en una vorágine de sonidos, que desatan una locura interna y una nueva atracción me devora por dentro renaciendo sentimientos que quizá tenía adormecidos.
Resumo estos cinco temas y 17 cortos minutos: Para mí es un trabajo magnifico, maduro con una despedida inusualmente lenta y pacífica, que pocas veces ves en bandas Metalcore. Y ahora, decidme que no es un adiós definitivo y que vuestra vuelta con esos acordes de guitarra en “Goodbye” y esa letra tristona, es simplemente el comienzo de esta nueva era. Decídmelo porque a esta humilde seguidora la habéis despedazado. Bienvenidos de nuevo.
Rock Entre Amigos 