
Reseña de F.
Formados allá por 1997, MANTICORA, ha sido una banda que siempre ha estado, en cierto modo, en un segundo plano dentro de los nombres más representativos y relevantes del Heavy Metal. Un estilo en el que debemos incluirles al ser la raíz por la que crecen y discurren todas las articulaciones musicales que ponen a disposición del oyente. Una larga carrera musical muy fructífera, en la que encontramos diez discos, incluyendo su último álbum editado a principios de este nuevo año 2024, que, aun así, parece no ser suficiente material para convencer a la parroquia más numerosa y quisquillosa del estilo. De todas formas, y afortunadamente, muchos fans siempre han visto en esta banda algo diferente, una idea muy íntima de expresar música. Si bien es cierto, como decimos, que MANTICORA debe incluirse dentro del espectro del Heavy Metal, no es menos cierto que lo hacen de forma íntima, a su manera, indagando y explorando nuevas combinaciones, o frescas direcciones, por las que orientar su sonido. Algo, que ya en 2018, cuando editaron “To kill to live to kill”, y en 2020 “To live to kill to live”, ambos trabajos conceptuales basados en una novela de terror escrita por su cantante Lars F. Larsen, pudimos comprobar. La banda danesa alcanzó un nivel musical difícil de sobrepasar gracias a la enorme calidad y el trabajo desarrollado y ejecutado que ambos discos contenían en su interior. Discos muy heterogéneos que ofrecían distintos tintes sonoros dentro de su concepto musical, y que dejaron, como señalamos, un listón bastante elevado para la venida de futuros trabajos.
Han pasado cuatro años para tener una continuación a tan maravillosos dos trabajos. “Mycelium” es el nombre del nuevo disco de MANTICORA que tiene el honor de defender el legado de una banda genuina, leal a sus principios. Un disco, que nuevamente viene empaquetado de forma conceptual, y que todos aquellos que disfrutan de la música de estos daneses, estarán esperando como agua de mayo. Un viaje inolvidable el que nos proponen, a través de las raíces más ocultas, agresivas y crudas de su música, del que no saldremos impasibles.

Los daneses, comandados por la dupla Lars F. Larsen y Kristian H. Larsen, ambos fundadores de la banda en 1996, convencidos de su fórmula a la hora de escribir música, vuelven a cargar contra nosotros disponiendo para ello un disco compuesto de diez temas en algo más de cuarenta y cinco minutos de duración. Tanto en cantidad como en duración, algo menor que lo empleado por MANTICORA en estos últimos años, donde sus trabajos sobrepasan, tanto en número de temas como en minutaje, este trabajo que nos ocupa. Decisión buscada o no, lo que está claro es que no desluce o resta en el trabajo entregado. Aun siendo algo más corto de lo que nos tienen acostumbrados, sigue teniendo la misma calidad y misma integridad que cualquiera de sus mejores obras contiene.
Abriendo “Mycelium”, como suele ser costumbre en ámbitos generales, tenemos una intro instrumental, titulada esta “Winter Solstice”, que se encarga de abrirnos las puertas del escenario principal y exponernos el camino ramificado que a nuestra disposición nos ponen estos daneses. Un camino que comienza sus pasos con el tema “Necropolitans” y con el que la banda muestra su gran faceta a la hora de combinar estilos, mezclando aquí perfectamente el sonido Power con el versátil sonido Progresivo. Una perfecta forma de empezar un disco, ya que los sellos con mayor peso identificativos de la banda, vienen bien expresados en este tema. Ni que decir tiene, el nivel compositivo que este primer corte contiene. Magnífico como es de esperar en una banda como MANTICORA, y que nos puede recordar bastante a los americanos e increibles SYMPHONY X.
Con el tercer tema “Demonday” encontramos la faceta más tétrica de la banda ofreciéndonos pasajes que fácilmente podrían ser entregados, por ejemplo, por el maestro del terror KING DIAMOND. Un gran tema con una mayor pegada y una gran atmósfera, con unos tintes oscuros, que vuelven a proponer una fresca y dispar propuesta musical. Algo que cambia de tercio en su cuarta canción “Angel of the Spring” donde la banda escribe su tema más lento y melódico ofreciéndonos una semi-balada con un gran estribillo y unos magníficos pasajes atmosféricos con bellas voces y una circulación musical exquisita.
Todo cambia radicalmente en el siguiente tema de nombre “Golen Sapiens”, escuchando una banda poderosa con gran pegada y acercamientos a composiciones similares a las de los geniales y elementales BLIND GUARDIAN. Un tema también oscuro y siniestro, nuevamente intercalado con momentos que también te recordarán bastante a NEVERMORE. Una canción compuesta de forma magistral, ya que la mezcla que nos ofrecen de colores es prácticamente perfecta con mucha variedad interpretativa. Solo hay que escuchar el aporte de teclados que envuelven la canción en ciertos compases. Un temazo absolutamente de sobresaliente que da paso al tema que da título al disco y, como tal, una, debería ser, de las mejores del disco; y así es. Esta canción, potente, melódica, y hechizante, se establece, como no era de otra forma, como uno de los principales baluartes del disco. En ella la banda despliega una calidad musical y compositiva solo al alcance de las mejores formaciones. Veloces por momentos, más pausados cuando se precisa, melódicos cuando se requiere, la canción que bautiza el álbum es de diez. Destacaré los maravillosos estribillos. La forma de trabajar la voz de Lars F. Larsen es prácticamente perfecta, haciéndonos sumergir en un oscuro y enraizado tubérculo metálico.

“Best of the fall”, el corte que precede al que da título al disco, con esos teclados introductorios y esos riffs del principio, nos hacen ver que estamos ante una canción de elaboración mayúscula y muy cuidada. Nos hace plantearnos, que el itinerario de la canción va a ser muy Prog. Pero nada más lejos de la realidad, la banda nos sumerge en un tema potente, con ciertas dosis de velocidad, voces siniestras, y una atmósfera muy sombría, que derriba esa idea principal de estar ante otro tipo de corte. Aun así, buen tema muy elaborado, como a lo largo de todo el disco, donde encontraremos esas dosis progresivas siempre presentes, pero muy combinadas y, en cierto modo, sobrepasadas por otras elaboraciones existentes.
El corte número ocho titulado “Equinox”, es una pieza instrumental de casi dos minutos cuya misión es la de pausar un poco el nivel tan vibrante que lleva el disco. Es acertada su incursión y el lugar que ocupa en el disco. Es el momento perfecto para cierta pausa, ya que tras él llega el final del disco y, como diríamos, tras la tempestad llega la calma, y tras esta calma, nuevamente estalla la tormenta. Y esta llega con “Metropolis”, canción que nos empuja poco a poco al final, disponiendo para ello un potente y elaborado corte en el que un buen trabajo rítmico nos plantea un corte de diferentes tonalidades sonoras intercalando el lado más liviano de su música con el más salvaje. Aquí encuentro ciertos acercamientos a sus compatriotas MERCENARY de su época intermedia. Una canción muy entretenida que abre paso a las puertas de salida de tan intrincado hongo sonoro con la canción “El día de los muertos”. Sí, señor, así se titula el último corte del álbum. En español el título. Una declaración de intenciones con un grandioso comienzo, con unos ritmos y una melodía sobresalientes, que nos sumergen en un tema donde quizá impere su perfil más Power. En este tema encontraremos menos exploración, siendo un corte más práctico de lo que nos tienen acostumbrados. Pero da igual. Aun así, siguen siendo totalmente eficientes y convincentes. Un último corte que cierra el disco de forma contundente. Qué maravilla de estribillos!!!
Un disco, este “Mycelium” que demuestra la capacidad de ciertas bandas de crear música rompiendo moldes y dando cierto toque propio a lo que hacen. Establecer una vía e indagar en ella, transformarla, diferenciarla, pintarla de otro color, sin tener que copiar la paleta de colores existente. Me quito el sombrero ante MANTICORA y este genial último disco. Sus anteriores álbumes me encantaron, aluciné con ellos, y este “Mycelium” ha conseguido nuevamente engancharme a ellos, o mejor dicho, no permitir que me descuelgue de su elevada estructura musical creada con los años. Un disco para disfrutar, un disco para deleitar, un disco que muestra a MANTICORA como una banda, quizá rezagada de forma injusta, con una enorme calidad y capaz de estar liderando listas. Trabajo sobresaliente.

