Grupo:RAGE. Disco:Afterlifelines. Sello:SPV/Steamhammer.Records. Año:2024.

Texto Kikemaiden .

Siempre soy reticente a escuchar a RAGE cuando sale algo nuevo de su mano. Y eso, que son de mis bandas favoritas y una de las más menospreciadas viendo su carrera y el resultado. Pero ese nivel de edición que tienen tan voluminoso, me agota, y me deja con la sensación de que ese nuevo trabajo que van a sacar va a ser un mierdón; porque alguna vez tienen que fallar. Pues no!!! Todos los discos de RAGE tienen algo, pueden ser más lineales, que no suenen tan frescos, e incluso que se repiten en algún que otro disco, pero malo nada, bueno, reconozco que los últimos con Smolski eran un poco tostón, incluso como comentamos en el podcast de REA donde les dedicamos un monográfico, no parece que sea RAGE. Pero este Afterlifelines

Tengo que ser de nuevo sincero, no tenía prisa por escucharlo, iba a dejar pasar bastante tiempo hasta darle la oportunidad, pero cuando mi compañero Javier Herrero (3 valientes y un mequetrefe) nos comentó que al loro con lo nuevo de RAGE…no me lo pensé.

Ya sabíamos algunos desde hace tiempo que iba a ser doble con una parte típica, o sea estrictamente metalera y la otra con orquesta. Esto entraba dentro de una celebración, digamos discreta, de los cuarenta años de vida de Peavy en el mundo del metal, recordemos que hay un par de años que son como Avenger y no con RAGE.

Así que dispuesto a darle de nuevo la oportunidad a Peavy y cia. con su nuevo bastardo, cuando solo con la introducción sinfonica de «In to beginning» y la continuación con «End of illusion» tengo ya la sensación de que ésto pinta para disco grande. Y es que esa sensación de los primeros minutos prácticamente no me la quito en los nada menos que veintiún tema que compone Afterlifelines. Hasta tal punto, que tras escucharlo entero varias veces, tengo que echar la memoria atras y volver a escuchar los trabajos anteriores de los últimos años para ver si me había perdido algo…

Y la verdad es que no; si los últimos años de Smolski fueron técnicamente muy buenos pero frios e insulsos, la entrada del Hispano venezolano Marcos Rodríguez impulsó a la banda a la sencillez y fuerza necesaria para recuperar tiempo perdido, aunque en sus dos trabajos nunca llegó a ser un combo perfecto junto al batería Vassilios «Lucky» Maniatopoulos. Recordemos que todo esto en formato trio. Y la continuación ya como cuarteto y con sangre nueva por la entrada de Jean Bormann y Stefan Weber tras la salida de Marcos, tampoco terminó de sacar el disco definitivo de RAGE en sus últimos años.

Ahora de nuevo como trío y con Jean Bormann como único guitarra tras la salida de Weber, han encontrado la chispa necesaria (No se de donde cojones han sacado esa chispa) para hacer el disco que los amantes de esta banda estábamos deseando. Y sí!!! Sin dudarlo, estamos ante el mejor disco de Peavy y sus compañeros desde el Soundchaser por aquel lejano ya 2003. Peavy está brutal, ha encontrado el punto perfecto entre agresividad, rabia y melodía. Algo que siempre ha tenido pero que no terminaba de cuajar desde hacía años. El batera Lucky está soberbio, no me esperaba encontrar tal variedad de detalles y como marca el ritmo en todo Afterlifelines, pero la estrella es Jean Bormann teniendo una libertad a la hora de explayarse y mostrar todas sus capacidades que demuestra que el formato trio es el adecuado para RAGE. Da igual la etapa que quieras; con Manny Schmith en los 90 o Smolski en los 2000’s. Pues Jean Bormann te trae lo mejor de esos años. Con un estilo más parecido a Manny o incluso a Marcos Rodríguez que le ha dado una fuerza que no nos esperábamos.

Desde mi punto de vista Afterlifelines lo colocaría como una mezcla del Missing link del año 92 y el Black in Mind del 96 en este primer cd que nos encontramos. Tanto por los riffs y punteos de Bormann como en el trabajo vocal de Peavy. Temas muy cañeros y rabiosos, típicos de la mejor etapa de los alemanes y con cierta épica en los estribillos que demuestra, que en estos momentos son la alineación perfecta, dejándolo patente en temazos de prácticamente toda la primera parte de este primer cd. «Under a black crown», «Afterlife», «Dead Man’s eyes», «Mortal», «Toxic waves», «Waterwar», uno a uno van pasando como un torbellino de puro metal alemán llevándose a su paso todo tú cerebro. Luego relajan sólo un poco la agresividad en los temas finales de esta primera parte.

Como con esto parece que Peavy y sus compañeros de viaje no han tenido bastante, han decidido sacarse un segundo cd con orquesta, y aunque servidor no cree que supere lo que hemos destripado anteriormente, si pienso que está a la altura y supera todo lo hecho en los últimos años que estuvieron con Smolski, que a mi parecer fue excesivo hasta el punto de casi perder la identidad como RAGE y ser más una Lingua Mortis Orchestra & Victor Smolski.

Tremendo inicio con «Cold desire», que siguiendo la estela de todo lo narrado en el primer cd, viene enriquecido por esos apoyos sinfónicos, y aquí viene lo bueno, que sin ellos hubiera sido un temazo igual de bueno como la mayoría de temas que componen esta segunda parte. Y a medida que vamos escuchando y va transcurriendo, mi sensación es que han querido volver más al estilo de la etapa de Christian Wolf cuando formaba parte de RAGE en el aspecto de la producción y grabación orquestal en discos como XIII o Ghost. «Roots of our evil» encajaría de forma perfecta en esos discos y sería de los mejores temas. Al igual que «Curse the night» o «One world», temas con mucha melodía y un buen juego instrumental entre la orquesta y la banda. Más dura y poderosa es «It’s all too Much», deudora de trabajos como Unity o Soundchaser y con un brutal apoyo orquestal en segundo plano tras la potente guitarra de Bormann. Un poco de bajón me da la balada «Dying to live», mil veces escuchada y poco original; veamos, no es mala pero poco aporta y palidece ante un disco que es casi perfecto. «The flood» continua con la vertiente melódica de los RAGE y «Lifelines» es un largo medio tiempo donde destaco la parte final por su in crescendo y que curiosamente me recuerda a la etapa Smolski…pero bien. Finalizamos con «Interludio» que no es otra cosa que una recopilación de estractos de temas de etapas anteriores de sus discos con orquesta, supongo que a modo de homenaje por estos 40 años de historia que enlaza con otro medio tiempo y que marca el…Final de la historia?. «In the end» es otro buen tema con Bormann en plan guitar hero y Peavy sacando su parte más melancólica y sentida, aunque ese fade out para terminar no me ha convencido nada.

Digno final que no espectacular para la que es de momento, el disco sorpresa del año para mi. He tardado en sacar la reseña para realmente estar convencido de que Afterlifelines es tan bueno como parecía en un principio, y no es que sea tan bueno, es que está entre los mejores discos de la historia de la banda.

Cuando no me esperaba nada más de Peavy y cia. y más, tras verlos en directo y tener la sensación de que poco podían ofrecer a la parroquia metalera; me hacen cerrar la boca ante una obra de arte titulada Afterlifelines, que dicho sea de paso, si fuese el último de RAGE, sería el colofón perfecto para una banda que nunca ha contado con el beneplácito de las masas rockeras, quedando para una pequeña parte de ese fandom metalero como una de las grandes injusticias de nuestra escena mundial.

Ahora si, y tras 35 años siguiendo a RAGE, Peavy… gracias por tanto por tan poco!!!

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