«Engranaje de Metal Extremo Sólido» – Crónica de un infiltrado en la crew del Fortalessa Open Air 2024

Por Sammael F.H.Fotos de Maro Black 666

Varios días después de lo que aconteció aquel brutal 4 de Mayo en la Fortalessa d’Hostalric, en Girona, un humilde servidor, Sammael F. Hell. Juntaletras con ínfulas de profesional, que escribe de cuando en cuando crónicas y reseñas para disfrute de los honrosos visitantes que leen la gloriosa Rock Entre Amigos casi a diario, os va a contar algo distinto para variar. Una pequeña historia de no-tan-espías ya que, realmente, uno no fue a sonsacar información cual infiltrado en un complejo militar ultra-secreto al mismísimo estilo de James Bond, Solid Snake o Sam Fisher entre otros. (Aunque bien podría pasar por “Sammael F. Hellisher”, ¿no? …está bien, ya paro) Si no que, aprovechando una ocasión única, pudo colarse como parte de la crew del Fortalessa Open Air y contaros, a todo lujo de detalle, como fue la experiencia in situ.

Todo empezó a finales de Marzo cuando entré en contacto con los organizadores, a sabiendas de que Quintessence Metal Club organizaba un viaje en autobús, hacia dicho festival, con escalas en Zaragoza y Barcelona recogiendo a mas peregrinos, y alguna más según la necesidad acuciaba. La ocasión la pintaban calva y, la verdad, un servidor no está hecho de guita. Por lo que todo encajó a la perfección como un guante para no perderme la que se iba a liar allí. Tras varias horas de viaje en autobús, en las que hubo tiempo para charlar tanto con conocidos como nuevas caras para mi, aproximadamente a las 16:00 llegamos a poner pie en lo que sería la enorme y MUY empinada cuesta que llevaba al acceso principal de la fortaleza, patrimonio cultural, en el que los actos iban a acaecer.

Tras una breve espera y recibir la muñequera roja de acceso como espectador, poco después llegó Marcos, quien me recibió cálidamente y, poco tiempo después, me puso la muñequera blanca que me acreditaba como parte de la crew. Una vez dentro, una breve introducción, saludos a todo miembro que se encontraba presente y, tras recibir mi camiseta y cambiarme, comenzó la parte dura del trabajo poco antes de que Estertor empezara a meter caña desde el escenario principal situado fuera. Llegado a este punto, he de decir que eso de la “parte dura” es, precisamente, por hacerme el duro aquí. Ya sabéis, metal extremo, ritmos y cadencias extremas, somos todos muy extremos, etc. etc. La realidad es que, a ritmo de Estertor, la primera de varias horas se me pasó totalmente volando. Hasta el punto de que no me dí cuenta hasta que descargaron por completo su set. Esto fue la tónica habitual, habiendo poco o mucho tráfico en la barra, daba absolutamente igual. Todo se hacía rápido, todo se hacía muy llevadero, y ante todo, muy disfrutable. La camaradería estuvo presente desde el primer momento, tanto entre la crew en si como para con quien nos pedía lo que fuese. Birras, calimochos, combinados… Incluso bebidas sin alcohol!!! Independientemente de a que lado estuviésemos todos habíamos venido a disfrutar y a pasarlo bien, y, habiendo estado personalmente a ambos lados de un mostrador en otras coyunturas, siempre se hace mejor cuando ambas partes van y salen con una sonrisa. Hasta el punto de que, en lugar de dividir las 6 horas que acordamos entre todos a cubrir cada uno, decidí hacerlas del tirón y no fui el único con todo. Eso no quita que hubiese percances, no. Gajes del oficio como dirían. Digamos que pequé de ciertas novatadas por momentos, unas tiradas salieron mejor que otras… Lo siento por mis sufridos conejillos de indias si me leéis, uno no nace sabiendo y/u olvida ciencias por momentos. Aunque más de uno vio que era una cara nueva y, doy por hecho, comprendieron la situación siendo muy pacientes y agradecidos con todo.

A pesar de todo no tardé en pillarle la soltura a toda intríngulis del asunto. Buena parte gracias a los sabios consejos y guías de los más experimentados, siendo parte de la crew de ediciones pasadas del Necesse Mori. El resto gracias a maña y soltura adquiridas en los procesos. Hubo otras cosas que por desgracia fueron mas técnicas. Uno de los 3 grifos de cerveza que teníamos dentro se negó por completo a cooperar. Uno de los asistentes, quien vino con su mujer, se prestó a intentar arreglarlo en base a su experiencia como dueño de bares, desencadenando así lo que resultó toda una batalla de tintes épicos con susodicho grifo que, por desgracia, resultó en vano. Después de intentar todo lo posible, manipulando toda válvula, acoplando distintos barriles… todo! El grifo no vertía el deseado liquido dorado tal y como se hubiese querido. Aún así, todos quedamos más que agradecidos por el esfuerzo y las molestias. Peor hubiese sido si no se hubiese intentado siquiera.

Según pasaron las horas, en una de las visitas habituales de Marcos me llamó ofreciéndome un puesto que, palabras literales, iba a disfrutar. El mismísimo NecrosHorns necesitaba a alguien que cuidase su puesto mientras tomaba fotos de Empty y, ahí estaba yo. Ni que decir tiene que tuve que hacerlo reiteradas veces a cada banda incluyendo a veces sesiones pre y post-concierto, aprovechando cada pequeño momento para hablar de la fotografía que el mismo exponía, de las cuales ya conocía algún ejemplo como aquella archi-conocida foto de Wraath de Darvaza en Israel entre otras. Trabajos tan impactantes como auténticos, cargados de toda una fuerza y embrujo cautivadores. Llegado el momento de mi “liberación” (dicho de mejor modo, según cumplí con mis 6 horas necesarias) aproveché para marchar a ver a Darkened Noctunal Slaughtercult o, lo que les quedaba por descargar. Aún así pude deleitarme con la siempre impactante presencia de Onielar sobre las tablas mientras su sonido aún mantenía en trance a todo el publico expectante. Poco después, tras los cambios y pruebas procedentes decidí quedarme también a presenciar a los legendarios Sacramentum, aprovechando ademas para reunirme con las viejas y nuevas amistades con las que vine a lo largo del viaje. La cuestión es, a modo de giro inesperado de los acontecimientos, que a partir del cuarto tema de Sacramentum, mientras Nisse mostraba todo su virtuosismo y pasión extremas en lo alto de las tablas junto a los suyos. ví que por algún motivo, quería estar al otro lado. No en el del espectador, si no en el del “currante” mientras la música sonaba. Estaba tan a gusto y me sentía tan bien que decidí volver y, allí estaban mis compañeros una vez más. Supongo que estábamos todos de acuerdo en lo mismo. Teníamos una labor que hacer y aparte, disfrutábamos tanto haciéndolo que daba igual cuantas horas fuesen o cuanta gente nos pidiera avituallamiento para seguir adelante. Eso dio pie poco mas adelante a un momento único que, seguramente, no hubiera ocurrido si no hubiera decidido volver al ruedo como quien dice. En otro momento NecrosHorns me pidió que volviera a cubrir su puesto y, al poco de volver a aparecer, traía consigo a Nisse Karlén, el cual quería curiosear el puesto de NecrosHorns y ver su trabajo. Un humilde servidor aprovechó la coyuntura para saludar y felicitarle aún por lo poco que pude ver de su bolo. Pero una cosa llevó a la otra y, al final, como cada vez que se me da cancha, la conversación se alargó bastante derivando de un tema a otro. Hilando el hecho de hacer las cosas según uno las siente, haciéndome un buen resumen del porque de la separación en 2001 y posterior reunión en 2019. E incluso reflexionando, usando ejemplos en las artes de NecrosHorns, de como el instinto y la razón permiten aportar distintos puntos de vista respecto a como realizar y apreciar las cosas. ¡Todo en algo mas de 20 minutos que disfruté como un crio!

Más adelante incluso, tras acabar Necrophobic y empezar los preparativos para los conciertos indoor, seguí adelante con mi misión inicial. Con la chupa puesta ya que el fresco no acompañaba a seguir en manga corta, seguimos atendiendo a todos aquellos valientes y aguerridos a los que la noche les animaba a seguir dándolo todo. No obstante no fueron pocos con todo a quienes los últimos compases de la brutal descarga de Necrophobic sirvieron como toque para marcar su despedida. Y entre los que aún seguían, la demanda de agua incluso del tiempo fue en aumento. A partir de ahí, todo pasó volando. El triste incidente que hizo que Barbarian Swords se quedase sin cumplir con lo suyo, la hora adicional de retraso que afectó a todo, unos Netón que sonaron increíblemente brutales y, a casi las 5am, el turno final con unos Invernal que no sé como demonios lo hicieron para arrancar como arrancaron después de estar todo el día presenciando lo que esta primera edición del Fortalessa Open Air tenia que ofrecer. Aún recuerdo la urgencia con la que me pidieron (y serví) una botella de agua para Holok, quien estaba dándolo todo sobre las tablas aún a riesgo de perder la voz en el intento.

A las 5:30am me llamaron la atención, ¡Estábamos a punto de perder el autobús de vuelta! Tuve que despedirme efusivamente y como pude de quien me encontré a mi camino muy a mi pesar porque, de lo contrario, me quedaría en tierra sin salida alguna. Aún me carcome el hecho de tener que salir por pies en polvorosa como si realmente estuviese escapando de un complejo militar super-secreto (…si, aún sigo con los símiles de pelis de espías) pero, mas adelante, cosa del lunes, ya pude despedirme y agradecer a toda la crew y organización por ser tan increíbles, por tratarme tan bien, y por dejarme ser parte de algo tan grande. Tardé tanto en hacerlo porque el cuerpo me pasó una factura bastante elevada, sobre todo al ser incapaz por mi cuenta de pegar el ojo más de 2 horas seguidas a la vuelta y al día siguiente, de querer ir a ver a mi madre, tendrían que llevarme a remolque (no os preocupéis, al menos la felicité antes de pegar ojo).

Son muchísimos los nombres que me voy a dejar en el tintero en esta conclusión. Es muchísima gente a la que tengo que agradecer por esta experiencia, de momento, única en mi vida. Ya que, por otro lado, estuvieron tan contentos con nosotros que estoy invitado a repetir, tanto en futuras ediciones de este Fortalessa Open Air como de su festival hermano el Necesse Mori. El cual ya está confirmada su IIIª edición el 19 de Octubre de este mismo año. Sea como espectador, miembro de la crew, o ambas. Ni que decir tiene que no dudaré en repetir siempre y cuando me sea posible poder personarme en la Fortaleza, y que sin duda les espera un cálido saludo y un abrazo cuanto menos, en lo que técnicamente podría llamar un hogar.

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