
Texto, críticas más o menos constructivas, lamidas de culo bochornosas, ideas pasajeras y fotos por Elsolodeltransyl.
- Are you from «Worst»?
- Háblame en español hijoputa que tienes más acento…
- Entonces ¿no eres de Worst?
- No, ya me gustaría tocar en alguna banda…
Soy un desastre para las caras, pero a esa hora de la noche, pongamos entre las 22.00h y las 22.08h, estaba convencido ( y bastante animado) de que aquel tío era sí o también el bajista de «Worst». Unas horas antes, sobre las 17h le había sacado como 50 fotos a esta banda que me encontré en mi camino hacia el Main para ver a «Jiluka». Un ritmo pesado procedente del Chaos Stage, llamó mi atención y en menos de un minuto estaba en medio del pit. Esta es la grandeza de los festivales, puedes estar preparándolos a conciencia durante meses, que algo siempre se te escapa. Es lo que llamo el factor sorpresa, el dejarse llevar por el instinto, por lo que te pide el cuerpo. A mí en ese instante el cuerpo me pidió que desviara mi sendero hacia el Chaos, dejarme llevar por aquel ritmo pesado, machacón que hizo que me metiera en el meollo, en primera fila, con esta banda de Sao Paulo. Y obré correctamente, porque ese factor sorpresa hizo que «Worst» fueran mi “crush” del festival. (Por cierto, el falso bajista de “Worst”, al que llamaré Paco de Murcia, también me sorprendió, luego os contaré el porqué).

Este Resu comenzó como los anteriores, con la dichosa cola virtual en noviembre de 2023. Comentar, y aquí va un palito para los promotores, que el sistema de venta de entradas en horquillas me parece de lo más injusto. No entiendo cómo no se establece un precio de entrada «justo» durante un periodo de tiempo, por ejemplo, un mes. Y ese mes la entrada cuesta «X». Pasados los 30 días, variamos el precio de la entrada a «X+15€» y así sucesivamente. Que las horquillas más económicas se agoten el mismo día, que queréis que os diga, es algo que no me entra en la cabeza.
Conseguida la entrada tras la cola virtual, 192€ gastos de gestión incluidos, lo que son 48€ por día, tuve que venderla por la plataforma Ticketswap en el momento en que nos acreditaron a REA como prensa. Y aquí quiero dejar algo claro, no me lucré en ningún momento, de hecho, el afortunado, creo que se llamaba Manuel, la consiguió por 140€, de los que yo recibí 118,75€ (el resto fue para la plataforma). La entrada en la página web en ese momento (25 de junio de 2024) rondaba los 200-210€, sino recuerdo mal.
En 2024, acreditado como medio, vendida la entrada por Ticketswap a un precio justo (Manuel espero que lo hayas pasado tan bien como yo), me dio derecho a conocer la zona Pandemónium, zona gratuíta hace unos años, y cuyo valor de mercado rondaba los 299€ por entrada si la memoria no me falla. El tener acceso a esta zona más VIP, me ofreció la oportunidad de ver a “Alice Cooper”, “Megadeth”, “Bruce Dickinson”, “Machine Head”, “High on Fire”, a las “Baby Metal” y a los “Me Fritos and Gimme the Cheetos” desde una posición privilegiada. Ver desde allí arriba que “Megadeth”, con Mustaine más sonriente de lo que nos tiene acostumbrado, congregaba más o menos a la misma gente que las “Baby Metal”, supuso un «coño, pues no estamos tan mal».
De los anteriores mencionar unos cuantos detalles de cada uno:

-A “Alice Cooper” no le benefició la hora, ni el sonido, siendo éste bastante bajo. Los conciertos de “Alice Cooper” son una suerte de performance teatral, que gana más por la noche y que no lució desde mi punto de vista, por el timing de las bandas.

-El bolo de “Bruce Dickinson” de 70 minutos, como él mismo dijo en varias ocasiones, fue uno de los que más me gustó del Main Stage. Sonaron bien, destacando entre sus mejores temas: «Afterglow of Ragnarok» (de su último trabajo «The Mandrake Project»), «Tears of the Dragon» ( de “Balls to Picasso») y «The Chemical Weeding» de su disco homónimo.
-“Machine Head”, junto a Bruce lo mejor del Main. Si bien estuve tirado un rato en la zona VIP, previamente había estado una media hora cerca del foso, en el pogo. ¡Qué pasada de concierto ahí abajo, en los circle pits, qué cosa más divertida! Los había visto en Coruña, hacía año y pico, y me habían flipado. Así que está vez decidí meterme en el sarao y dejarme llevar por la adrenalina.

-Lo de «High on Fire» fue una sacada de rabo por parte del Resu al meterlos en el Main Stage. Sinceramente no tengo claro si me gustaron o si me rayaron. O si fue un fifty-fifty. Digo que fue una sacada de rabo porque esta gente viene del stoner, y su escenario «original» sería el Desert. Pero lo que vi desde el Pandemónium, fue una multitud que ni de coña cabría en el Desert.
Al día siguiente hice una especie de encuesta entre la peña que los había visto. Opiniones para todos los gustos. «High on Fire, ¿hablas del grupo que tocó una canción de una hora y media?»; «fueron una comedura de olla» o «a min fliparónme». En todo caso no se hicieron pequeños a pesar de ser un trío (guitarra, bajo, batería, aclaro esto por las “Baby Metal” que son otro trío…de tres japonesas que cantan y bailan), y para bien o para mal dieron que hablar…igual que las Baby Metal.
Las “Baby Metal”… ay las “Baby Metal”. Poco antes del concierto conocí en persona a Sabino, co-presentador de los REA Metal Magazine a oarte de formar parte del equipo REA, y bajista de «Escuela de Odio» y a su hijo de 11 años. Fue una alegría saber que el chaval (Sabino digo chaval por protección de datos y para no meter la pata con el nombre molón astur que le pusisteis) es un apasionado de Iron Maiden, Megadeth, Metallica, etc. Más padres y madres como tú que se llevan a sus hijos a los festivales, y que no se vuelven locos con los grupos de WhatsApp del colegio hacen falta. Como decía…”ay las Baby Metal”. ¿Son un espectáculo? Sí. ¿Fueron las que más peña tuvieron viéndolas? Seguramente. ¿Pagaría una entrada en exclusiva para verlas a ellas? Probablemente no. Y digo probablemente, porque a mí me va la fiesta. Y las “Baby Metal”, no nos engañemos, y que no se nos caigan los anillos por reconocerlo, fueron fiesta. Desde mi posición en el Pandemónium vi a la gente botando desde la torre de sonido al foso con el “Ratatata” o el “Gimme Chocolate”…¿Qué pasa con ellas? En mi opinión es un grupo de corto futuro. Son comida rápida del metal, fast food para la masa, creada por la industria para el personal. No las veo dentro de 15 años haciendo lo mismo. Están teniendo su momento de gloria y lo están exprimiendo. Se separarán en pocos años, y dentro de veinte años harán una gira XX aniversario, al más puro estilo “Kiss”, “Back Street Boys” o las “Spice Girls”.

Remato con los grupos que vi desde esa zona VIP, llamada Pandemonium. Y termino con los “Me Fritos and Gimme the Cheetos”. En 2023 los vi en el Chaos, se marcaron una fiesta de puta madre, estaba a reventar el stage y la peña lo estaba gozando con las versiones de “Camela”, “David Bisbal”, y demás pop español. Tanto en redes como en el Chaos el grito del personal era unánime “!Main Stage, Main Stage!». Y en 2024, el Resu le dio al pueblo lo que el pueblo demandó. Ahora os voy a pedir que hagáis un ejercicio de visualización. Imagino que muchos conoceréis una cervecería/tapería en vuestra ciudad o pueblo que tiene encanto porque es de tamaño pequeño-medio, con barriles, taburetes de madera, lo que en Galicia conocemos con el término «enxebre». A esa cerveceria/taperia enxebre le va de puta madre, además con cada consumición te ponen una tapa generosa por la cara, que hace que el garito esté a reventar. Un año deciden ampliar, remodelar el local, o cambiarlo a un sitio más grande. Pero cuando entras en esa ampliación, ya no es lo mismo. No te tiene la misma gracia que antaño, se les ha quedado grande y añoras el antiguo emplazamiento, a pesar de que te sigan poniendo las mismas tapas generosas «de gratis», ya no te saben igual, ha perdido su encanto. Pues eso es justo lo que creo les pasó a los “Me Fritos and Gimme the Cheetos”. Se les quedó grande el Main. ¿Merecían tocar en el Main? Sí, pero el local se les quedó grande. A pesar de que las tapas “by the face” eran las mismas, estaban más sabrosas el año pasado en el Chaos, que este año en el Main.
Volvamos a mí encuentro con Sabino y su hijo. Os voy a pedir otro ejercicio de imaginación. Imaginaos que Sabino y su hijo son daneses, concretamente viven en el pueblo de Silkeborg (50000 habitantes según Wikipedia). Para más inri, seguid imaginando que el sistema educativo danés es una mierda y permite un colegio por cada 50000 habitantes. El hijo danés de Sabino coincidiría en el colegio con los integrantes de la banda de death metal “Nakkeknaeker”. Y no, no estoy desbarrando (bueno, un poco sí) “Nakkeknaeker” tienen 17 años y se marcaron uno de los conciertos del Resu. Formaron la banda en 2020, con 13 años, y en tan poco tiempo, siendo menores de edad ya están girando por media Europa.

Me contaba una fuente que un miembro de “Baest” se los tuvo que llevar en furgoneta desde Viveiro a Clisson, porque al día siguiente del Resu tocaban en Hellfest. Su concierto: puro death metal old-school con influencias de “Morbid Angel”, “Entombed” o “Bloodbath”. Lo curioso de ellos es que tienen dos demos editadas!
Siguiendo este hilo que acabo de abrir de bandas que me encantaron y para no eternizar la crónica os hablaré de: “Eivør”, “Green Lung”, “Møl”, “Crypta”, “Dool”, “Lovebites”.
Empiezo por «Lovebites»…mmmmm. No, antes voy a permitirme un inciso. Voy a hablaros de dos bandas que me tocan muy de cerca porque son del underground de las Rías Baixas. «Her Anxiety» fueron una de las cuatro bandas ganadoras del «band Contest» y abrían el sábado en el Desert. A la misma hora tocaba «Balmog» en el «Ritual». Vi mitad de «Her Anxiety», y me alegré por como lo estaban disfrutando todos ahí arriba. Aída, cantante de “Her Anxiety” agradeció al personal el madrugue, la labor de prensa, fotógrafos,etc y vino a decir algo así como: “está muy bien que vengáis a los festivales, pero en inviernos seguid apoyando a las bandas y a las salas”, y esto para mí va a misa.


Después de su tema «Diciembre» fui al Ritual a ver el final de «Balmog». No era la mejor hora para la banda de Soutomaior, pero Lois y compañía tienen mucha carretera detrás y sabían a lo que iban. No defraudan, es de las mejores bandas de black metal que hay en la zona norte de España y es una maravilla verlos. Tendrán una hora más «suya» en el Arcanxo Fest, el sábado 20 de julio a la 1.10 am en Ponteareas.

Terminado el inciso, «Lovebites» me reconciliaron con el power metal a las 3 de la tarde del sábado. La cantante parecía que iba vestida de novia, y el resto de sus compañeras seguían ese vestuario “angelical”. Me hizo gracia verlas coincidir en el escenario con “Balmog” en el intercambio. Eran como el día y la noche. Unos completamente de negro, serios y “Lovebites” de blanco y risueñas. La vocalista menudo chorro de voz, llegaba a unos registros de cojones. La bajista no pasaba desapercibida, y se marcó algún solo bastante curioso, y tanto las guitarras como la batería unas cracks. Siempre sonrientes ( no sé si es parte de su marketing, o es que ellas son realmente así) todo muy bien hecho, muy bien trabajado, ensayado, milimetrado y hasta de alguna manera coreografiado. Iba a verlas escéptico, pero me sorprendieron.


«Dool» era uno de los platos fuertes del Desert el viernes junto con «Graveyard». Se presentaron con tres guitarras, bajo y batería. Su estilo entre hard, psicodélico y progresivo, junto la voz de su cantante me fliparon. Este año han sacado su tercer disco de estudio «The Shape of Fluidity» y desde luego me parecen una banda a seguir.

El jueves venía fuerte del Resu, y “Crypta” fue el sobresaliente del día. Empezaron con retraso, porque una vez más “Bring me the Horizon” trastocaron los horarios de los grupos. Esta vez “BMTH” terminaron más tarde. Ergo, el resto empezaron 15 minutos más tarde. Llueve sobre mojado con esta banda, que se la pela todo y que en 2022 fueron los culpables de que le cortasen el sonido a “Angelus Apátrida” en su último tema cuando “A.A.” estaban dentro de su horario. Aquel fue un error garrafal por parte de la organización al privarle de sonido a una banda que era “ de la casa”, que se habían metido 1000 km de carretera porque el día anterior habían tocado en Barcelona y , a pesar de todo, “A.A.” llegaron con tiempo de sobra a Viveiro para firmar a los fans, y por el capricho de “BMTH” de empezar cuando no les correspondía y la falta de cojones por parte de la organización de decir “NO” a una banda grande faltaron al respeto de una banda que “siempre cumplía”, y que desde aquella no ha vuelto a Viveiro. Después de este calentón, con “Crypta” no descubro nada a los amantes del género, pero a los que seáis abiertos de gustos, dadle una oportunidad a esta banda de Sao Paulo de death metal. Formadas en 2019, tienen dos discos de estudio y en directo son técnicamente impecables.

Justo a la misma hora que estaba con el subidón de adrenalina en el medio del pogo de «Machíne Head», tocaban «Møl». Tras descansar en el Pandemónium, me acerqué al Desert…y a veces te llegan tres temas para saber cuándo estás delante de una bandaza. «Møl» los había escuchado en el previo que hice antes de ir a Viveiro, a pesar de ver solo 3 temas, dejaron poso y les pienso seguir los pasos.
«Green Lung» no llegaron a «crush» pero también fueron otro descubrimiento del Resu. Otra banda como «Worst» que fueron factor sorpresa, que no había escuchado porque a priori te llama más lo «mainstream», ya que es imposible prestar la atención necesaria a todos los grupos de un festival.
Sorpresa muy agradable de esta banda londinense de stoner que lleva desde 2017 en el business con tres discos editados. Otros a seguir.
«Oye Solo, hijo de puta, ¿cuándo nos vas a contar lo del falso bajista de Worst, al que tú llamas Paco de Murcia? Que termine ya esta chapa, cabronazo»

Tranquilos tod@s. Antes me quiero deshacer en elogios con la que para mí fue el concierto del «Resu». Les había echado el ojo (y el oído) cuando aparecieron en cartel. Me gusta su disco «Slør» pero me descuadraba su trabajo de 2018, B.S.O. de la serie de Netflix «The Last Kingdom». Hablo de la cantante de Islas Feroe que con su nombre bautiza a su banda «Eivør». Con un rollito totalmente vikingo, tribal (solo había que escuchar alguno de los gritos que ella lanzaba, o fijarse en alguno de los instrumentos de percusión, una especie de pandereta gigante) fui testigo de uno de los conciertos más íntimos (incluso lo calificaría de «concierto sanador») que haya visto en mi vida. Creedme cuando os digo que la peña en primera fila mandaban callar a los de atrás. ¡¡En el «Resu» mandando callar!! Y es que la atmósfera creada por «Eivør» necesitaba de ese silencio para apreciar mejor su música. Sin duda para mí fueron el grupo del festival. No sabría describir su estilo, de hecho me llamaba poderosamente la atención su presencia. Unos días antes había visto un video del Copenhell donde a media tarde estaban tocando «Eivør», y entre el público no cabía un alfiler. Puedo decir con orgullo que fui uno de los afortunados que vio a «Eivør” de noche el primer día del Resu.
Y ahora sí, finiquito esta crónica agradeciendo al falso bajista de «Worst», a Paco de Murcia, que me llamase «hijodeputa» con cariño y me regalase algo que probablemente ya he perdido y que no tengo ni idea de dónde he metido. Paco, gracias por ese pequeño patito amarillo que me diste, cuando te confundí con el bajista de «Worst».
Paco, aún no he abierto la maleta desde que volví del Resu. Sé que el patito andará entre gayumbos, camisetas y algún calcetín desparejado. A Paco, a Sabino y a su hijo danés, os emplazo en Viveiro del 25 al 28 de junio de 2025, para celebrar el XX aniversario del Resurrection Fest ( a no ser que Paco me invite en esas fechas a su casa de Cartagena, con lo que tendríamos un problema).

2 comentarios sobre “Crónica del Resurrection Fest 2024: El Resu de ElSolodetransyl.”