Por Sammael F.H. / Fotos de Maro Black 666
En mitad de un otoño tan caótico como ninguno, tanto en temperaturas como otras índoles, el final de Octubre se iba acercando inexorablemente con una marcha forzosa e inevitable tal y como es la caída de las hojas de las copas de los pocos arboles sanos que quedan en el centro de Madrid. Es en esa circunstancia en la que me presenté al Triplex Oblatio Matris en una sala en la que nunca tuve el placer de estar hasta entonces, El Perro en la Parte de Atrás del Coche, ubicada en el corazón mismo del centro de la capital.
Quintessence Metal Club, la asociación de metal extremo que más ha crecido y más se ha hecho oír este mismo año, participando y organizando una cantidad increíble de eventos, fueron los responsables de materializar este mismo, convocando las fuerzas de Hecate para llevarlo a cabo con el impecable hacer del que siempre hacen gala.
Lo primero que llamaba la atención era el altar que QMC preparó para la ocasión en honor a la fuente de inspiración y Diosa a la que iba dedicada dicho evento. Cráneos, fémures, incienso, candelabros con velas negras y pétalos de rosa engalanaban el retrato de la Triple Diosa, representando en si la fuerza y la sutileza de la feminidad que estaría presente en las 3 bandas que harían acto de presencia a continuación.
Tras ponerme el colgante que me acreditaba como parte de los medios de prensa que estaríamos presentes para difundir este evento, me dispuse a acomodarme entre otras cosas con el hecho de disponer hasta de un foso al uso desde el cual poder tomar fotos y videos. ¡Todo un lujo del que podría haber disfrutado plenamente si un humilde servidor dispusiera del equipo necesario del que poder hacer gala, mas allá de un nivel de aficionado puro! Aún así se intentó con todo aprovechando la coyuntura, pero los resultados fueron los que fueron (en pocas palabras, deficientes para mi estándar). Y REA merece sin duda algo mejor que lo que personalmente pude proveer. ¡Mil gracias a MaroBlack por hacer posible lo que yo no pude!
Con una puntualidad mas propia de lares británicos comenzaron Matriarca a poco mas de las 21:00. He de decir personalmente que dicha banda se me presentó en los primeros anuncios de este evento con un tremendo halo de misterio. ¡Aún mas fuerte que muchas bandas de lo mas oscuro y under que os podáis imaginar! Esta banda de stoner metal de tierras madrileñas se enfrentaba a su prueba de fuego, su primer directo en vivo. Y la verdad es que la pasaron con muy buenos colores. Se les veía tan relajados y confiados como firmes y bien sincronizados.
En cuanto a sus propias artes puedo decir que animaron y bastante el ambiente con un stoner que bebía bastante del rock clásico e incluso del jazz por momentos, con una fuerza metalera añadida como remate gracias a una formación con bajo, sendas guitarras, batería y una cantante como guinda del pastel. El combo resultó del agrado tanto para propios como extraños al propio evento, pues no fueron pocas las personas que, aún sin conocer lo que se organizaba hoy, se animaron a dar un tiente. Esa es la naturaleza de una sala como es El Perro, que tiene un cierto publico habitual dispuesto a paladear las propuestas que ofrece día si, día también. Algo completamente digno de admiración si me preguntáis.
Tras Matriarca entraron Black Hole Paradox, haciendo sus preparativos de una manera rauda y veloz a mi parecer. Aunque no lleven mucha andadura con dicho nombre, el combo formado por Pablo Alobera, Andrés Burgoa, Rodrigo Hernández y Sergio Ramos. Siendo encabezado por Oriana Riot como frontwoman, tiene su seria andadura desde otros lares pasados. Si bien mi compañero y gran colega Juanki cubrió a todo lujo de detalle su bolo debut en la Barracudas, aquí la coyuntura se prestó a ser distinta, pero a mejor si cabe. Cero asperezas, cero nervios, cero tensiones. Desde el primer momento la Paradoja del Agujero Negro desató todo de lo que es capaz en las tablas de El Perro, como inspirados por iluminación de la propia Hecate a la que se rendía homenaje.
Y el resultado no tardó en dejarse ver. Desde un “Straight to Hell” que nos llevó directamente a las profundidades, mas allá del sótano donde estaba ubicada la sala, un aforo cuasi-completo estuvo disfrutando de las artes de BHP de principio a fin. Movidos por cada uno de los temas descargados en un set-list que cubrió varios de los temas con los que BHP confeccionó su 1er LP. Un bolo que fue tornándose más y más intenso y emotivo ante todo en los temas finales. “Withered Flowers” vio el reparto de rosas lanzadas por Oriana desde el escenario, lanzadas con certera puntería a las manos de los espectadores mas avezados. “Waiting for my Grave” adquirió una crudeza nunca oída hasta entonces, traspasando fronteras tanto físicas como metafísicas. Y el colofón “Stabbed in the back”, en el que Oriana y los suyos cedieron parcialmente el protagonismo a un cuchillo ensangrentado despuntando con el brillo de su filo cada vez que los focos de El Perro reflejaban en el mismo.
El listón ya estaba bien elevado, las ofrendas a la Triple Diosa en forma de arte en su honor estaban cumplidas. Pero aún quedaba un plato por servir como colofón final. Porfiria 666 entraron con hambre y muchas muchas ganas, cosa que quedó demostrada al arrancar “Gloria Aeternus” tras una breve intro que servía para adelantar al publico lo que iba a acontecer a continuación. Una dosis fuerte de metal extremo en El Perro en la Parte de Atrás del Coche.
Sin embargo algo falló en el punto mas inesperado, el bajo de repente padecía de afonía. El parón fue inevitable. ¿La causa? Uno de los enchufes había recibido un poco de agua, cosas del grifo de los camerinos que filtraba formando un charco, llegando hasta donde ubicaron sus instrumentos. Una vez solventado de manera rauda y eficaz el que fue el único problema en todo el evento, la intensidad fue in crescendo a medida que fueron cayendo los temas.
Tras un apoteosico “Hijos del Sol” sucedió una “Masacre Bíblica” de tal magnitud que la sala entera temblaba como si se fuese a venir abajo. Los asistentes no pudieron mas que dejarse llevar por tal potencia, entrando en plena comunión con el ordenado caos presente. Sin embargo, en un momento de respiro, aproveche para girar mi vista 180º y percatarme de un detalle. Media sala había salido fuera para no volver. ¿Era acaso la ofrenda de Porfiria 666 excesivamente fuerte? ¡No para los que íbamos a lo que íbamos desde el primer segundo, dispuestos a disfrutar de principio a fin!
Con algo menos de calor humano pero si con la misma intensidad, fuerza y pasión, Amehc, Ereni, Apnauj y Ahräs prosiguieron adelante. Llevándonos de la mano a través de “Los Atrios del Valhalla” tema a tema, compás a compás. Con una sincronía perfecta entre si y el publico. Fuerza, actitud, saber hacer… Lo dieron TODO. Tras ser “Marcado por las Tinieblas” cada uno de los presentes, llegaba el punto del acto final. Un acto marcado por 2 temas que indujeron un trance colectivo desde el primer acorde. “Aquelarre” y “Ha-Satan” sumieron a todo el mundo en la epifanía del ritual conjunto que acaeció a lo largo y ancho de las 3 actuaciones que conformaron este evento en honor de la Triple Diosa. La cual auspició de principio a fin su glorioso devenir.
Si habéis llegado hasta aquí leyendo detenidamente esta crónica completa, poco mas puedo añadir. El cielo encapotado de finales de Octubre no esperaba semejante tormenta acaecida en Madrid. Desgraciadamente otra tormenta cayó en tierras Valencianas poco después,…una de catastróficas consecuencias muy a mi pesar. Aunque no venga tan a cuento y no sea tanto lo que puedo hacer desde aquí, solo espero que al menos estas lineas sirvan, aunque sea por un momento, para ayudar a sobrellevar semejante panorama. A apartar la vista de la cruda realidad, y a recobrar fuerzas de cara a seguir luchando por días mejores que sin duda llegarán.
Rock Entre Amigos 