Banda:LINKIN PARK Disco:»From Zero» Sello:Warner/Machine Año:2024

Por Bea Bathory

Festimad 2008. Cubierta de Leganés. Los catalanes Nunery, los jodidos Lost Prophets y el innombrable de su vocalista y los cabezas de cartel: Linkin Park. Exactamente 16 años desde que vi por primera vez a la banda californiana formada a finales de los 90 con su “Minutes To Midnight Tour”. En esa época el new metal llenaba el mundo. Habíamos pasado de bandas que entristecían el ambiente con su hastío, sus depresiones, entre las que se encontraban los que despuntaban Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam, Alice In Chains..a introducir el hip hop y el metal de manera alarmante. Era una ola distinta de las habituales en aquellos momentos como Deftones, Korn o Limp Bizkit. Traían nueva música pegadiza, pero también muy comercial. Linkin Park no se hicieron un hueco, se comieron la escena. Gustaban. Canciones que sí que hablaban muchas de depresiones (su vocalista Chester Bennington no tuvo una infancia fácil y todo derivo en las múltiples veces que quiso desaparecer) de las que fue tratado y no obtuvo resultado alguno. El vacío interno era inmenso). Codearse con su amigo íntimo Chris Cornell empeoro quizá todo. El suicidio de uno de los vocalistas más carismáticos de bandas como Soundgarden, Temple Of The Dog y su última banda Audioslave, Chris Cornell hizo mella y dejó un gran vacío. Un mes después Chester emprendía el mismo camino dejando viuda la escena del metal hace 7 largos años. No vengo a juzgar a nadie, como no juzgué a Trevor Strnad de The Black Dahlia Murder, ni otros tantos, todos hemos tocado fondo alguna vez en la vida. Tener a tu lado a alguien que te apoye y ayude es fundamental, pero muchas veces esto no es suficiente.Nosotros los sanitarios estamos para ello. Hay salida.

2024. Se rumoreaba y especulaba que la banda había vuelto. Y, ¿quién osaba intentar ocupar el puesto de líder? Era un sacrilegio. Sonaban todo tipo de nombres, y hasta hubo desmentidos como Deryck Jayson, el vocalista de la banda sum 41, Amy Lee de Evanescence (lo siento Amy, pero tus directos dejan mucho que desear) y de repente salto el tsunami. Una mujer iba a ocupar el puesto de Chester. Se lio enormemente en las RRSS. Insultos, amenazas de muerte e incluso hasta la propia familia de Bennington hizo declaraciones en contra. Junto a ella debutaba el baterista Colin Brittain. Abramos los ojos joder. Desde cero se llama su nuevo álbum. Y eso es lo que han querido hacer. Comenzar de cero. ¿Por dinero? Por supuesto. ¿Por fama? Por supuesto. A saber. Presentamos a Emily Armstrong. Procedente de la industria alternativa, este huracán y su banda Dead Sara arrastraban con sonidos entonces equiparables a Courthney Love, a Offspring. ¿Quién era ella? Vocalista, bajista, compositora, letrista e influenciada por Iggy Pop. Una Queer como se define en toda regla. Tenía un potencial, una energía, que llamaba la atención. Y fue elegida. No viene a sustituir a Chester, viene a crear una nueva banda y lo ha hecho.

Temas más que pegadizos sin dejar ese movimiento new metalero de base y aportando sonidos alternativos, Emily esta cómoda en “Two Faced” y la nostalgia invade en ese tema. Movido, fresco y divertido. Su voz entre afónica, agónica y chillona me encandilaba. Su parte melódica era magnifica, Mike Shinoda el que maneja el cotarro nos la vendió bien y creo que acertó. Se metían de lleno en los videojuegos y vaya si jugaron bien las cartas los amigos. Reventaron a escuchas las plataformas con “Heavy Is The Crown”. League Of Legends ya tenía BSO. Me costó mucho digerir los nuevos Linkin Park. Pero sin duda los singles que iban publicando, me parecían de lo más interesantes. Había sonidos de antaño. Sonidos de álbumes que yo escuche muchas veces y disfrute como Hybrid Theory y Meteora (el último álbum que escuché fue Minutes To Midnight de 2012 y no volví a encontrarme con ellos hasta 2024). Y hoy todo eso se da cita en “The Emptiness Machine”. Sorpresa de las buenas, y quizás muchos de los fans de la banda se les acaba de desajustar el cráneo y desecho la materia gris, pero “Casualty” se mete de lleno en el hardcore, ese de los 90, quizá atraído por su anterior banda, Emily está soberbia. Monumental temazo.

Hay un género inmenso y espectacular circulando dentro del metal, y sin duda este álbum no entrará en mis escuchas diarias, pero ha sido muy divertido y nostálgico. Para tenerlo muy en cuenta. Estos son los nuevos Linkin Park, y al que no le guste ya sabe. Su grandísima gira mundial deja nuestro país de momento sin fecha. Mad Cool suena con fuerza, pero otros festivales nacionales también. Que empiecen los Juegos del hambre.

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