Por Jimmy Escorpión
Jimmy, lejos de querer pasar su top 10 del año, nos deleita con un resumen de lo que ha sido su 2024 en los campos de batalla. Caballero incansable de memoria prodigiosa (dice la leyenda que de sus secreciones nacen rabitos de pasas), no suele faltar a ninguna convocatoria importante, dejando constancia y huella de su acidez, implicación, generosidad y sabiduría sin igual. Orgullo tenerle en nuestro bando. (Scheitan).
Hago inventario cronológico y resumen relámpago de aquellos conciertos celebrados durante 2024 a los que asistí y presté la debida atención durante, al menos, la mayor parte de su duración. Quiero decir, hubo algunos más, pero cercenados sustancialmente por obstáculos logísticos, compañías distractivas, whiskys amnésicos o problemas gastrointestinales derivados que no los hacen merecedores de incluirse en la lista. También porque aplicando ese criterio salen 100 exactos, que queda redondo. Poco importa, porque dudo que nadie los lea. En cualquier caso, siquiera para mis archivos, allá van:
1. Hellripper (9 enero en la Salamandra, L’Hospitalet) Crónica aquí. “Warlocks Grim & Withered Hags” había sido uno de mis discos de 2023, así que se me antojó muy conveniente inaugurar 2024 con James McBain y los suyos. Mucha actitud del escocés, con el que tuve ocasión de compartir un rato.
2. Toxic Holocaust (9 enero en la Salamandra, L’Hospitalet). Emparedados en el cartel entre Hellripper y Abbath, los thrashers resultaron una transición muy adecuada.
3. Abbath (9 enero en la Salamandra, L’Hospitalet). Demasiada máquina de humo y volumen excesivamente estridente. Duración escasa y poco clásico de Immortal. Si hubiese llegado sólo para su show, la velada me habría sabido a poco.
4. Blaze Bayley (27 enero en la Sala Rouge, Vigo). Está muy reventado el compadre. Pero tocaba al lado de mi viejo hogar familiar y con repertorio monopolizado por su paso por los Maiden aquellos tiempos. Ejercicio de pura nostalgia.
5. Swans (22 febrero en la Razzmatazz 2, Barcelona). Disparate sónico. El único concierto, que recuerde, en el que he tenido que ponerme tapones para no desgraciarme el oído (venía avisado por las crónicas de la gira americana). Michael Gira cabalgando y domesticando el ruido como un chamán en éxtasis. Experiencia catártica.
6. Therion (28 febrero en la Salamandra, L’Hospitalet) Crónica aquí. Pese al flagrante olvido de su época pre-Theli y al dopaje con pregrabados, esperable no obstante, me convencieron. “The Siren of the Woods” me dejó levitando.
7. Opera Magna (13 marzo en la Sala Mon, Madrid). Su rollo nunca me llamó la atención pero los valencianos me entretuvieron como aperitivo de Angra.

8. Angra (13 marzo en la Sala Mon, Madrid). Giraban con el que seguramente sea su disco más inspirado en la etapa Lione. Aún así, lejos quedan los días de vino y rosas con Falaschi y, todavía más remotos, los de su cima artística con Matos.
9. Depeche Mode (16 marzo en el Palau Sant Jordi, Barcelona). Contra pronóstico, tras el fallecimiento de Andy Fletcher a mediados de 2022, el ahora dueto se sacó un gran disco y la gira que más disfruté de las tres que les llevo visto, aunque el pedal que me pillé seguro influye positivamente en ese juicio. Una banda imprescindible para entender la música moderna.
10. Obscura (20 marzo en La Nau, Barcelona) Crónica aquí. 7 años sin verlos y siguen en progresión ascendente, si bien esa noche no me convenció el sonido.
11. Cynic (20 marzo en La Nau, Barcelona). Paul Masvidal hizo justicia a una joya como “Focus”, tocándola en su integridad, aunque sin la compañía de los otros escuderos que en su día le ayudaron a concebirla. Despliegue de virtuosismo e imaginación.
12. The Halo Effect (25 marzo en la Razzmatazz, Barcelona). Me contrarió llegar con el concierto algo avanzado. Igualmente, disfruté con esa efectiva reivindicación del sonido Göteborg, tantas veces imitado, por quienes en su día lo engendraron en el seno de otras bandas.
13. Meshuggah (25 marzo en la Razzmatazz, Barcelona). En el Resu del año pasado se me habían pasado demasiado rápido. Ya en sala los pude degustar mejor y quedarme embobado en los bucles de riffs geométricos y la iluminación estreboscópica.
14. Carnation (16 abril en la Sala Revi Live, Madrid). Joven banda belga de death metal con algún guiño moderno. Apenas me transmitieron.
15. Pestilence (16 abril en la Sala Revi Live, Madrid). Patrick Mameli sigue portando la enseña de una banda legendaria en el género y defendiéndola con un directo feroz y técnicamente sobresaliente. Me iba a firmar los discos y se jodió el rotulador, cosas de Murphy.

16. Vulture (26 abril en el SWR Barroselas Metalfest, Portugal). Aterrizados una edición más en mi festival favorito, abrimos boca con este primer plato de speed ochentero. Muy apropiados para encender los ánimos.
17.Sargeist (26 abril en el SWR Barroselas Metalfest, Portugal). Algunas interrupciones de sonido y la corta duración mermaron la que podría haber sido una de las mejores actuaciones del festival. Por suerte, pude verlos de nuevo unos meses después en el Black Templar.
18.Krypts (26 abril en el SWR Barroselas Metalfest, Portugal). Consiguieron sumergirnos en las profundidades de su death / doom. Me sonaron perfectos. La pega: hubiera preferido algo más de visibilidad sobre los músicos y no el abuso constante del efecto niebla.
19. I am Morbid (26 abril en el SWR Barroselas Metalfest, Portugal). Homenaje a la vida y milagros de Morbid Angel por sus exmiembros David Vincent y Pete Sandoval. Aunque este genio de la percusión cometió una llamativa pifia, la carpa de Barroselas gozó con un repertorio íntegro de clásicos que la banda interpretó como una apisonadora. Y David Vincent sigue siendo el Elvis del death metal.
20.Tankard (27 abril en el SWR Barroselas Metalfest, Portugal). Apología del alcoholismo a la que me sumé con devoción. Los más flojos de lejos del Big Four del Thrash teutónico, pero una fiesta en directo si le das al frasco.
21. Sněť (27 abril en el SWR Barroselas Metalfest, Portugal). Desconocía a este combo checo que presentaba su debut. Practican un death metal crudo, old school, quizás entre Incantation y Autopsy. Potentes pero tampoco me dejaron mucho poso.
22.Blasphemy (27 abril en el SWR Barroselas Metalfest, Portugal). Superada la mística alrededor de esta banda de culto del war metal, sólo queda un directo de lo más flojo. Aburridos.
23. Vidres a la Sang (4 mayo en el Fortalesa Open Air de Hostalric, Girona) Crónica aquí. Para mí empezaba una memorable jornada en la Fortaleza de Hostalric con la poesía de Miquel Martí i Pol en la visceral visión del debut homónimo de estos egarenses. De lo mejorcito de la escena catalana.

24. Ouija (4 mayo en el Fortalesa Open Air de Hostalric, Girona). Tenía ganas de ver por primera vez a la veterana banda de Monzón, patrimonio del metal extremo nacional, pero creo que esa tarde no rubricaron un concierto compacto. Creo que se nota la falta de un rodaje continuado.
25. Darkened Nocturn Slaughtercult (4 mayo en el Fortalesa Open Air de Hostalric, Girona). Gratísima sorpresa. A partir de ellos el festival subió dos peldaños. Sonido prístino, ambiente mágico y una cautivadora Onielar oficiando.
26. Sacramentum (4 mayo en el Fortalesa Open Air de Hostalric, Girona). Su interpretación completa de “Far Away from the Sun” era uno de los grandes reclamos del festival. Faltaron instrumentos y capas pero rezumaron intensidad y alma. Gocé especialmente al vivirlo desde el foso.
27. Necrophobic (4 mayo en el Fortalesa Open Air de Hostalric, Girona). Lucieron galones y profesionalidad para refrendar su condición de cabezas de cartel. Menos líricos y más prosaicos que las bandas anteriores, ofrecieron una ración eficaz y directa de blackened death metal.
28. The Hellacopters (28 mayo en la Razzmatazz, Barcelona). No los veía desde hacía más de dos décadas, cuando estaban en su prime. Repasé discografía y rememoré la experiencia de su todavía electrizante directo. Rock ’n’ roll en vena.
29. Rammstein (11 junio en el Estadio Olímpico de Montjuïc, Barcelona). Después de meses de sequía en la cuenca del Llobregat, esa jornada cayó el diluvio universal y Montjuic se transformó en un parque acuático. Aunque sacaron todo el show adelante, me resultó muy difícil disfrutar bajo un aguacero constante y el suelo encharcado. Me quedo de lejos con su anterior visita, al Estadio Cornellà-El Prat.
30. Uriah Heep (13 junio en el Sant Jordi Club, Barcelona). Apenas 40 minutos de nostalgia jurásica, cortesía de Mick Box, único superviviente de aquella banda legendaria. Sólo queda un eco lejano de una época grandiosa para el rock.
31. Saxon (13 junio en el Sant Jordi Club, Barcelona). Siempre cumplen, aunque esta vez el sonido no me convenció y el repertorio se me hizo corto y ya demasiado trillado. La novedad era Brian Tatler (Diamond Head) supliendo a Paul Quinn, otra baja histórica en la formación.

32. Judas Priest (13 junio en el Sant Jordi Club, Barcelona) Crónica aquí. Me la ponen tan dura que les perdono todo, incluyendo que ya no cuenten sobre el escenario con la mejor dupla de guitarristas de la historia. Décima vez que los veía, girando con otro discazo nuevo (y ya van…). Me lo pasé como un crío. Una de mis bandas favoritas de siempre.
33. Queens of the Stone Age (26 junio en el Poble Espanyol, Barcelona). El talento y la clase de Josh Homme parecen inacabables. De su biografía, me quedo con Kyuss, pero tampoco me resisto a la elegancia de esta otra larga y exitosa etapa con las reinas. Fábrica humana de riffs.
34. Cavalera (5 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). La familia Cavalera dio la sorpresa al comienzo del Rock Fest. Conste que, aunque como regla general soy poco amigo de las regrabaciones, las que han hecho de los primeros Sepultura me parecen una interesante excepción. Sobre las tablas nos regalaron una interpretación furiosa y llena de convicción pese a las dudas iniciales. De los mejores de esta edición.
35. Primal Fear (5 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Nunca me engancharon. A ratos hasta me parecen ridículos. Scheepers en modo animador de aquagym para jubiladas. Aproveché para frecuentar la barra y cargarme de munición para lo que venía.

36. Crisix (5 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). No lo sabíamos, pero a la postre estábamos ante el último concierto de Crisix en sus tierras catalanas, al menos a la vista del parón indefinido que han anunciado este final de año. Y la verdad es fue una enérgica, compacta y revitalizadora descarga de thrash metal que nada malo hacía presagiar.
37. KK’s Priest (5 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Desde la gira del “Demolition” creo que no había vuelto a ver al Ripper Owens. Sigue teniendo un agudo formidable. K.K. Downing, el otro hijo – esperamos pródigo – de los Judas, ya sabemos que es una bestia. Los homenajes a la banda madre funcionaron ante una parroquia muy receptiva a ello. Los temas propios (apenas un cuarto del repertorio) sonaron potentes pero poco memorables.
38. Sodom (5 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Los problemas de sonido de la carpa estropearon una de las actuaciones de las que más ganas tenía.
39. W.A.S.P. (5 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). A estas alturas yo ya iba como un congrio, sin voz y apenas pudiéndome mantener de pie. Exactamente igual que Blackie, a quien recuerdo entre brumas cual Jabba el Hutt postrado en su trono y con probablemente medio concierto pregrabado. Aún así bailamos, como títeres del whisky, esos viejos temazos.
40. Wolfmother (6 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Nunca les he prestado mucha atención y la verdad es que su rollo setentero me ayudó con la resaca. Un trío muy refrescante.
41. Michael Schenker Group (6 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Le he visto muchas veces y esta no fue de las que más me cautivó. Si bien McAuley se mantiene en forma, eché de menos esas giras recientes cuando traía también a Barden y Bonnet, que aunque más cascados, aportaban variedad. No tocó nada de UFO, porque el año que viene hará gira con el repertorio de la banda.
42. Angelus Apatrida (6 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Profetas en su tierra, el público de los festivales nacionales siempre se vuelca con ellos y el ambiente es fantástico. En cualquier caso, y aunque ya sabemos que no es una competición, si me preguntáis, me quedo con el bolo de Crisix la víspera.
43. Europe (6 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Sobredosis de azúcar cuando el sol se ponía en Santa Coloma. Siempre suenan perfectos pero me acaban empalagando.
44. Deep Purple (6 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). …Y ya definitivamente Ian Gillan se quedó sin voz. Todos le debemos el máximo respeto a un veterano tan relevante en la historia del rock duro y ellos son muy libres de decidir cuándo se jubilan, pero lo cierto es que la voz de Gillan no da para más. Paice y Glover, en cambio, siguen manteniendo el pulso, misterios de la naturaleza.

45. Pantera (6 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Consiguieron congregar a las masas el único día de los tres de festival que el recinto registró verdaderamente una buena entrada. Aunque el repertorio de su anterior visita, en el Resu, había sido más generoso (aquí problemas con las luces retrasaron su salida), esta los pude disfrutar razonablemente cerca. Sin los hermanos no son Pantera, pero la gira ha resultado un sensacional homenaje a su música.
46. Ratos de Porão (7 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Segunda resaca consecutiva, ahora amenizada por esta banda brasileña mítica del hardcore punk. La carpa se pobló de la facción más punkarra y de consignas antisistema. Liderados por el carisma y el empuje de João Gordo, nos hicieron pasar un gran rato.
47. Ankhara (7 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Celebraban el 25º aniversario de “Dueño del Tiempo” tocándolo entero. Recuerdo haberlos visto cuando aquella gira pasó por el Bar Anoeta de Vigo, siendo yo un imberbe adolescente. Power metal de Hacendado, pero memorias de un tiempo entrañable.
48. Gamma Ray (7 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). No me cuaja esta fórmula de Kai repartiéndose estrofas con Frank Beck, ni a nivel vocal ni menos aún a nivel visual. Tampoco estaba Henjo Richter. Otra vez más, alargaron hasta la extenuación Somewhere Out in Space, cuando en un festi hay que aprovechar el slot al máximo. No sé, no conecté.
49. Blind Guardian (7 julio, Rock Fest BCN en el Parc Can Zam, Santa Coloma). Majestuosos una vez más. La gran banda de power metal. Repertorio similar, aunque recortado, al que habían hecho en salas, si bien en los festivales se envuelven del calor que el público más masivo le brinda a una banda tan querida en estos lares. Momento emotivo la colaboración de Kai en Valhalla, como en el “Follow the Blind”.
50. Pearl Jam (8 julio en el Palau Sant Jordi, Barcelona). La escasa altura del escenario me tuvo de mala ostia bastante rato hasta que asumí la situación. Tratándose de un pabellón como el Sant Jordi, la visibilidad desde pista quedó muy comprometida. Y las entradas, disparadas de precio. Me parece un error de bulto. La banda, como en la anterior visita hace 6 años, soberbia. De los grandes del grunge, los únicos supervivientes.
51. Johnny Marr (13 julio, Festival Cruïlla en el Parc del Fòrum, Barcelona). El guitarrista nos recordó lo imprescindible que era Morrissey en los Smiths cuando se atrevió a cantar sus viejos clásicos. Con todo, pudimos nadar en sus arpegios caleidoscópicos y bucear en una biografía musical con mucho material de interés, más allá de la alargada sombra de la banda de Manchester.
52. Pet Shop Boys (13 julio, Festival Cruïlla en el Parc del Fòrum, Barcelona). Me gustaron mucho más la anterior vez que los vi, hacía 18 años. Les faltó fuerza. Inofensivos incluso para los estándares poperos. Tengo la sensación de que ese escenario del Cruïlla tiene un volumen insuficiente, seguramente por las quejas vecinales, porque recuerdo quejarme de lo mismo la edición pasada en los conciertos de Juan Luis Guerra y Rubén Blades.
53. The Smashing Pumpkins (13 julio, Festival Cruïlla en el Parc del Fòrum, Barcelona). Setlist bastante mejorable, con un tercio de temas de su reciente “ATUM”, una versión de U2 que sobraba y un orden demasiado anticlimático. Pese a ello, los veteranos Corgan, Iha y Chamberlain, con sus acompañantes, realizaron una actuación muy digna.
54. Pixies (24 julio en la Razzmatazz, Barcelona). Sin los de Boston es imposible entender los 90. Al menos una vez en la vida quería verlos en directo. Y de ser posible, en sala, con sus fieles y duración extendida (que en el caso de un grupo con canciones tan breves, da para mucho). No me decepcionaron. De mis favoritos de la música alternativa, sea lo que sea que eso signifique.
55. Holycide (26 julio, Festival Kanekas en Cangas do Morrazo, Pontevedra). Llegaba de vacaciones a mis Rías Baixas con el Kanekas como primera parada. El proyecto thrash de Dave Rotten no me aporta mucha novedad pero me entretuvo. Además, me dio la oportunidad de charlar un rato con Vicente Payá (Golgotha, Unbounded Terror…), un músico al que admiro y que me pareció un tipo encantador.
56. Cancer (26 julio, Festival Kanekas en Cangas do Morrazo, Pontevedra). Sencillos (dentro de los parámetros del género) pero muy efectivos. Sonaron limpios y certeros, mérito de su líder John Walker, pero también – y mucho – de sus escoltas, todos ellos músicos españoles bregados en el underground nacional.
57. Misery Index (26 julio, Festival Kanekas en Cangas do Morrazo, Pontevedra). Se había quedado una maravillosa noche de verano al lado de la ría y los de Baltimore salieron a rubricarlo. En estudio no me habían acabado de cautivar, pero esa noche en directo fueron una apisonadora. Parece que les gustó el marisco y repetirán en el Arcanxo este año que entra.
58. Ruinas (26 julio, Festival Kanekas en Cangas do Morrazo, Pontevedra). Tocaban varios amigos y conocidos esa noche en la formación, así que nada malo puedo decir de ellos. A esas alturas del partido, además, me salía el whisky por las orejas. Recuerdo bailar buen grindcore ferrolano en medio de una agradable brisa atlántica.
59. Ànteros (27 julio, Festival Kanekas en Cangas do Morrazo, Pontevedra). Retomaba el pulso en mi segundo día de festival con esta banda barcelonesa de post hardcore. La resaca era importante pero pude enfrentarla con “Polaris”, un tema que me resulta inexplicablemente sanador.
60. Marthyrium (27 julio, Festival Kanekas en Cangas do Morrazo, Pontevedra). Una pena que los problemas técnicos con el bajo y el equipo de Lois empañasen una actuación de la que teníamos muchas ganas. El rato que pudieron trabajar sin impedimentos apuntaba a un festín de black metal galaico.
61. Hippotraktor (27 julio, Festival Kanekas en Cangas do Morrazo, Pontevedra). Joven y prometedora banda belga de metal progresivo por la que apostó la organización y que demostraron virtuosismo e imaginación. Divisivos en cuanto a que para algunos fueron la crema del festival mientras que otros añoraban más cazurrada como la de la víspera.

62. Primordial (27 julio, Festival Kanekas en Cangas do Morrazo, Pontevedra). Indisimulable enfarlopada la que calzaba Alan. Otro al que le gustó Galicia, no tan distinta a su Irlanda natal. Actitud y pasión irreprochables en el escenario. No obstante, por repertorio, me quedo con la anterior vez que los vi, en Barroselas, gira de “Where Greater Man Have Fallen”, de la que luego publicaron el fantástico directo de Bang Your Head.
63. Stormseeds (16 agosto en el San Roque & Roll de Tioira, Ourense). Grupo de Maceda, asiduos de las fiestas de esta aldea orensana de cuyo ayuntamiento forma parte. Tenían alguna baja relevante en su formación y sonaron más tibios que en ocasiones anteriores, aunque arropados por los suyos.
64. Saratoga (16 agosto en el San Roque & Roll de Tioira, Ourense). Un hito para una aldea minúscula como Tioira haber mantenido un festival de rock tan longevo y conseguir traer nombres como Reincidentes, Miguel Costas o, en esta edición, Saratoga. Gracias a la organización por dejarme poner una vez más el disfraz de cucaracha y presentar el festival. Saratoga hicieron un show muy profesional pero el rollo de Tete me dio un poco de grima.
65. Pentacle (14 septiembre en el Black Templar Extreme Metal Fest de Monzón, Huesca). Nos plantamos en uno de los festivales de música extrema más auténticos que se realizaron durante el año en en España. Llegamos a tierras oscenses a tiempo para esta banda de death metal holandés que, aunque ampliamente desconocida, tiene una trayectoria dilatada y reivindicable, como atestiguaron en Monzón.
66. Unbounded Terror (14 septiembre en el Black Templar Extreme Metal Fest de Monzón, Huesca). No sé si porque muchos aprovecharon esta franja para comer, para buscar descanso en una jornada tan maratoniana (los conciertos llevaban desde la mañana y era media tarde) o si desconocen el carácter pionero de esta banda en la escena del death nacional, pero sentí muy fría la acogida. Tampoco brillaron sobre las tablas, la verdad.
67. Sargeist (14 septiembre en el Black Templar Extreme Metal Fest de Monzón, Huesca). Tras Barroselas, segundo encuentro con los finlandeses para recibir, esta vez sin problemas de sonido, una ración más prolongada y contundente de su black metal gélido, crudo y nihilista. De los mejores bolos del Black Templar.
68. Masacre (14 septiembre en el Black Templar Extreme Metal Fest de Monzón, Huesca). Se notaba en el público del Black Templar la presencia de mucho compadre de la comunidad metalera latinoamericana en España, auténticos fanáticos de la música extrema, que mostraron especial devoción durante el brutal show de Masacre, banda de Medellín con más de 35 años de trayectoria. Un concierto animado y reivindicativo.
69. Convulse (14 septiembre en el Black Templar Extreme Metal Fest de Monzón, Huesca). Volvíamos a tierras finesas para recibir un recital de death metal pútrido y blasfemo. Desgranaron al completo su debut “World Without God” con precisión de cirujanos. Frente a la parafernalia propia de la mayoría de bandas blackers que les acompañaban en el cartel, se mostraron sobrios pero implacables. Seguramente fueron los mejores del festival.
70. Acherontas (14 septiembre en el Black Templar Extreme Metal Fest de Monzón, Huesca). Por ofrecerme a los amigos de la organización para echar un cable a Nikolaos montando su chiringuito ocultista sobre el escenario, me perdí casi todo el bolo de Ancient. Eso sí, durante Acherontas y ayudado por el licor, me sumergí en las profundidades de su black metal espiritual y hallé gozo en ese trance.

71. Horna (14 septiembre en el Black Templar Extreme Metal Fest de Monzón, Huesca). Los amigos de la organización recompensaron mis desinteresadas ayudas metiéndome en el foso para Horna, por lo que pude recibir el impacto de su abrasivo asalto en primera línea del frente. Intensos y malvados, remataron la faena de sus paisanos Sargeist, con quienes comparten personal.
72. Regent Death (14 septiembre en el Black Templar Extreme Metal Fest de Monzón, Huesca). Para cuando los madrileños salieron a tocar, mi cuerpo seguía alternando entre el foso y las primeras filas, pero mi alma ya se había ido a dormir. Apenas tengo recuerdos nítidos aunque, por algunos vídeos que grabé, lo pasé bien.
73. Obsidian Kingdom (27 septiembre, Be Prog? My Friend Festival en La Carpa del Poble Espanyol, Barcelona). La ciudad recuperaba el Be Prog en un formato diferente, más reducido, más cómodo y seguramente más viable. Llegué a tiempo para ver a estos lugareños interpretar íntegro su fenomental “Mantiis – An Agony in Fourteen Bites”. Días después, en un contexto familiar conocí a su líder Edgar, un tipo admirable a quien pude felicitar por este concierto.
74. Pure Reason Revolution (27 septiembre, Be Prog? My Friend Festival en La Carpa del Poble Espanyol, Barcelona). No me gustaron. Demasiado ñoños. No sé, igual es que yo tenía ganas de más mambo, pero me resultaron insulsos, además de abusar de los apoyos pregrabados.
75. Haken (27 septiembre, Be Prog? My Friend Festival en La Carpa del Poble Espanyol, Barcelona). Tres horazas de concierto. Su nuevo álbum “Taurus” al completo, luego temas seleccionados de toda su discografía y cierre con la suite “Visions”. Ejecución y sonido perfectos. Bastante más interesantes que los Dream Theater de los últimos 15 años.
76. TodoMal (28 septiembre, Be Prog? My Friend Festival en La Carpa del Poble Espanyol, Barcelona). El segundo día del Be Prog abría con un plato fuerte: el debut de TodoMal en directo. Su “A Greater Good” ha sido un disco que me ha acompañado mucho durante 2024 y uno de mis grandes favoritos del underground español de los últimos años. La experiencia en directo estuvo a la altura y luego pude conocer a Chris y Javi, los padres de la criatura. Repetiría dos meses después, como veréis.
77. Alkaloid (28 septiembre, Be Prog? My Friend Festival en La Carpa del Poble Espanyol, Barcelona). No conocía a esta banda alemana, llamativa por su eclecticismo (navegando entre un prog melódico y el death metal), su virtuosismo y el fluido castellano de su vocalista. Entretenidos pero no me dejaron poso.
78. Dødheimsgard (28 septiembre, Be Prog? My Friend Festival en La Carpa del Poble Espanyol, Barcelona). Delirante circo de Yusaf Parvez. Al aficionado progresivo más serio y dogmático le pareció un espectáculo friki. Los menos puristas pasamos un gran rato. Setlist más blacker de lo esperado, con frecuentes visitas al pasado, lo cual también me agradó.
79. Pain of Salvation (28 septiembre, Be Prog? My Friend Festival en La Carpa del Poble Espanyol, Barcelona). Les presté menos atención que en anteriores ocasiones, quizá porque el último disco no concitó mucho entusiasmo. No obstante, se me quedó grabada esa interpretación pulcra y sentida de “The Passing Light of Day” con el silencio reverencial del respetable meciéndola.
80. Robe (5 octubre en el Parc del Fòrum, Barcelona). Nuevo advenimiento del Rey de Extremadura, reventando la explanada del Fòrum otra ocasión más y con una nueva colección de futuros clásicos del cancionero popular bajo el brazo. Como en la gira de “Mayéutica”, sonido cristalino, banda heterogénea pero muy compacta y público entregado. Repetiría apenas un mes después en mi tierra.

81. David Gilmour (12 octubre en el Royal Albert Hall, Londres). En esto de la música en directo, uno de mis sueños cumplido. Evidentemente, Pink Floyd ya no existen y el viejo Dave hace tiempo que se dedica a cuidar de sus nietos y de sus euros, que bien ganados se los tiene. Pero volver a ver a este dios empuñar una guitarra y tocar “Comfortably Numb” en un templo como el Royal Albert Hall me hace recuperar la fe.
82. Deriva (18 octubre, Stay Loko Fest en La Trinchera, Vallecas) Crónica aquí. Empezábamos una noche vallecana en el festival organizado por la gente de Fettem Clothing. Esta banda instrumental fueron los que más me llegaron de la jornada, con pasajes verdaderamente evocadores. Se me hicieron muy cortos.
83. Dioivo (18 octubre, Stay Loko Fest en La Trinchera, Vallecas). Hasta esta noche no había tenido el gusto de conocer a estos paisanos míos, siempre reivindicados en esta casa. Pese a los problemas que encaró Jacobo con el equipo, pudieron mostrar su “afouteza” en la capital. Luego compartimos edificantes tertulias en el coche y en el hotel.
84. Lust (18 octubre, Stay Loko Fest en La Trinchera, Vallecas). Banda madrileña de hardcore que no tenía en el radar. Estaba más pendiente del besamanos con la gente de REA, pero me encajaron bien como banda sonora de varias rondas de copas y chupitos.
85. Bridge to Nowhere (19 octubre, REA Metal Live! En La Trinchera, Vallecas) Crónica aquí. Día siguiente, mismo local, mismo formato, pero distinto motivo: ahora celebrábamos la existencia de esta web, su podcast y los especímenes que la habitan. Esta banda fue la que más afluencia atrajo a la sala. Me daba pereza que arrastraran mi resaca por los mundos de Dante pero me dejé llevar y acabé de nuevo en la barra.
86. Total Death (19 octubre, REA Metal Live! En La Trinchera, Vallecas). En su franja quedamos cuatro gatos pero lo pasamos pipa con esta macarrada valenciana. Veteranía y sudor escrotal. Me consta que con la dana han sufrido pérdidas muy relevantes en su local. Me sabe fatal porque son unos auténticos obreros del metal.
87. Warg (19 octubre, REA Metal Live! En La Trinchera, Vallecas). Me dejé contagiar por el entusiasmo del reverendo Kikemaiden, que adora a estos maños. A la comida habíamos compartido mesa con ellos, lo que también ayudó a que me involucrase con su bolo, muestra de su compromiso y actitud.
88. Rotting Christ (23 octubre en la Salamandra, L’Hospitalet). Ya me los había perdido en giras anteriores y en esta pude verlos por los pelos. Los sabios del lugar me habían hablado del buen directo que suelen practicar y tenía interés en comprobarlo alguna vez. Muchas tablas tienen los griegos. Si bien el repertorio pasó de puntillas por mis partes preferidas de su discografía, lo que tocaron sonó lleno de fuerza y de frescura.
89. Fange (3 noviembre en la Sala Bóveda, Barcelona). Una especie de Fear Factory bretones, más duros y con toque sludge. Nada que me atrapase. Que llevasen la batería grabada siempre resta.
90. Ulcerate (3 noviembre en la Sala Bóveda, Barcelona). Este 2024 los neozelandeses me trajeron uno de mis discos favoritos y también uno de los mejores directos del año. Sublime. Un trance hipnótico. Un viaje a las fronteras de este mundo. Un Jamie Saint Merat colosal tras los parches. También uno de los últimos conciertos en la Sala Bóveda, que sólo mantendrá su actividad como discoteca, al menos hasta que cambie el contexto vecinal.
91. Robe (9 noviembre IFEVI, Vigo). Repetía con el genio de Plasencia, esta vez en mi ciudad natal, rodeado de mi pandilla del colegio, con quienes mamé los años de rock penitenciario y transgresivo de Extremoduro. Esos tiempos quedan lejos, tanto para nosotros como para el propio artista, más maduro, también más ñoño, pero con todavía la capacidad intacta para escribir canciones que se vuelven himnos populares en tan solo una gira. A la postre, su último concierto antes de sufrir un trombo pulmonar que le exigirá estar al menos un tiempo largo en completo reposo. Le deseamos una pronta recuperación al maestro.
92. Moonspell (13 noviembre en la Salamandra, L’Hospitalet). Teloneaban a Dark Tranquillity pero ese día tenía más ganas de verlos a ellos – seguramente porque llevaba mucho tiempo sin hacerlo – y se me hicieron demasiado cortos. Una formación con muchísimo rodaje a sus espaldas, con un estilo variante pero personalidad reconocible y muy querida por el público local. Lo dicho, se me pasaron volando.

93. Dark Tranquillity (13 noviembre en la Salamandra, L’Hospitalet). Creo que su tercera visita post-pandemia a la ciudad condal (más las de Stanne con The Halo Effect…), la verdad es que no tenía muchas expectativas. Cumplieron como esas veces recientes con una formación renovada, con ya únicamente Stanne de la vieja guardia. Que no toquen nada de joyas como “The Gallery” o “The Mind’s I” es difícil de entender.
94. TodoMal (30 noviembre, Dark Eargasm Fest en La Capsa, El Prat de Llobregat). Mi padre había fallecido hacía 9 días y su disco “A Greater Good” me había acompañado durante su enfermedad. Me planté yo solo en El Prat para escucharles. Fue especial. Luego acabé con la banda en un aparcamiento bebiendo y escuchando Demis Roussos hasta que nos echó la policía. Gente maravillosa, los TodoMal me refiero.
95. Eternal Storm (30 noviembre, Dark Eargasm Fest en La Capsa, El Prat de Llobregat). “A Giant Bound to Fall” ha sido sin duda uno de los discos del metal extremo español de este año y por ello había mucho interés por ver a la banda. Concierto muy serio, defendiendo muy bien el material. Cortísimo en duración por la brevedad de los slots que para cada banda ofrece el festival, al incluir tantas en su cartel.
96. Bóveda del Sol (30 noviembre, Dark Eargasm Fest en La Capsa, El Prat de Llobregat). Si Eternal Storm pudieron tocar poco, lo de Bóveda del Sol ya fue un suspiro. Además me cogió trajinando entre la barra y los puestos de merch. En cualquier caso, me parecieron una propuesta muy atrayente, una suerte de doom / sludge con toques novedosos.
97. Oranssi Pazuzu (1 diciembre en la Razzmatazz 2, Barcelona). Otra banda con un álbum en el top 10 de 2024 y un directo fascinante. La exploración psicodélica de la oscuridad sonora. Transgresores y mágicos. Los había conocido hace años en un Barroselas donde los chavales ya apuntaban maneras. A día de hoy, una de las bandas más inspiradas del panorama internacional.
98. Sólstafir (1 diciembre en la Razzmatazz 2, Barcelona). Después de Oranssi Pazuzu me sonaron mansos e inofensivos, aunque fueron creciendo en intensidad y el público mayoritariamente iba por ellos. Sacaron adelante un concierto seguramente notable, pero es que habían tocado Oranssi Pazuzu antes y allí se quedó mi olla flotando.
99. Paul McCartney (10 diciembre en el WiZink Center, Madrid). Vale, es casi un ejercicio de paleontología. Sir Paul es un anciano con sus facultades, otrora prodigiosas, ahora mermadas. Pero participar, con gente de todas las generaciones y condiciones, en el tributo a un cancionero que es música clásica del siglo XX, junto a su creador, es de una emoción desbordante. La mitad del mejor tándem compositivo de la historia de la música popular. Y hay más McCartney que el de la antológica obra de los Beatles, como se encargó de reivindicar en su generoso setlist.
100. Lagartija Nick (14 diciembre en La Nau, Barcelona). Mi centésimo y último concierto de 2024 fue con esta veterana banda del indie alternativo patrio. Los granadinos hicieron una gira corta en fechas pero larga en duración, cubriendo toda su trayectoria discográfica. No son mi rollo pero siempre me han gustado sus distorsiones, su atrevimiento, su mestizaje y la personalidad de su batería. Faltaba Morente en algunas, pero sonaron honestos y cercanos.


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