Por Carlos Citoler
Monzón, Huesca, es más que negros templarios conjurando arcanas y oscuras fuerzas en las noches de Septiembre. Monzón ha sido, y me gustaría creer que todavía sigue siendo, cuna de buena música, de rock con raíces, de propuestas innovadoras y goza una infraestructura y ganas de organizar «saraos» envidiable.
Extintas salas como Serjo’s, lugar que en su día dio cobijo a multitud de bandas que hoy copan puestos de honor en el ranking, y que en sus inicios necesitaban el calor y apoyo que este tipo de salas les daba, han amamantado a multitud de seguidores de nuestra música, tan variada y heterogénea como la segunda ciudad de la provincia de Huesca merece.
De esa camada de jóvenes criados entre vinilos y conciertos, hoy por hoy impensables fuera de los dos grandes focos de cultura patrio, como la que Serjo’s programaba, surgen Birrólogos, cuarteto montisonense que ajenos a los cantos de sirena que el «camino recto» les enviaba, han decidido liarse la manta a la cabeza y lanzarse por el camino de la mano izquierda,…


Diego, Fran, Charly y Pablito han decidido dar el salto al vacío, abandonado la «comodidad» del paraguas que Puretas (banda de versiones de Porretas en la que varios de los integrantes participaban) les proporcionaba y se han lanzado de cabeza al barro, tirando por la senda siniestra.
Porque, no nos engañemos, es mucho más fácil cerrar bolos, colarse en programaciones de salas o de fiestas mayores amparado por El Abuelo fue Picaor, el clásico de los de Hortaleza, que con Sueños por Cumplir, pongamos por caso. Al final, en este ingrato mundillo de la música, en la gran mayoría de ocasiones, solo disfrutan de la fiesta los que están de cara a los focos, rociados de cerveza y demás bebidas espirituosas, tocándole la tarea sucia y la rémora económica a los cuatro pringados que un día soñaron con ser estrellas del rock, o al menos, disfrutar el intento. Pero volvamos al redil, que nos estamos saliendo de la senda siniestra,…
El Arranque supone la puesta de largo de Birrólogos, nueve temas desenfadados, hechos con toda la intención del mundo para que el escuchante disfrute de la propuesta. Sin más, pero nada menos.
Letras rociadas en alcohol, ya sea en su versión festival y cachonda de la mano de El Vino, o por el contrario en su cara más oscura, como la historia que encierra Sueños por Cumplir.


Estribillos pegadizos, riffs contagiosos y muchas ganas pueblan este trabajo, hasta que el homónimo Birrológos cierra el mismo. Nueve temas, como decíamos, directos, deudores de las influencias musicales de sus ejecutores, todo hay que decirlo, pero originales, con mucha retranca y mala leche en alguna de sus letras y que en poco más de treinta minutos te pone del revés, haciendo que olvides tu día de mierda y acabes dándolo todo en el pogo que se ha formado frente a tu reproductor de música.
Primer pasito de la banda, que ya ha confirmado varias actuaciones en directo en su zona de cobertura, que pueden ser más a medida que el sol empiece a calentar y a los organizadores de saraos locales les empiece a entrar ganas de fiesta. Porque eso precisamente es lo que el cuarteto montisonense propone, fiesta, diversión, olvidarnos del ayer, disfrutar del hoy y no temer por la resaca que se avecina mañana.
Apurando la cerveza que curiosamente me ha apetecido disfrutar mientras Birrólogos suenan de fondo, no puedo más que agradecer que mis vecinos, tus vecinos, nuestros vecinos, sigan robándole horas al día, apurando ensayos ( y algún que otro botellín,…), desgastando parches y cambiando cuerdas para que yo, tu, nosotros, sigamos disfrutando de algo tan bonito y poco valorado como es la música,…
Venga, que como bien predican Birrólogos, es momento de otra ronda, liarnos la manta a la cabeza, y echar el arranque,…

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