Por Scheitan, con la colaboración de René Quintero.
La primera edición del Devotion of Evil (como me mola eso de ponerle nombre a los eventos), el pasado 21 de Marzo, era más que el conjunto de los simples conciertos de tres bandazas como Blood & Disaster 🇨🇴🇨🇿, los colegas de Ethreum 🇪🇸, y los escurridizos Napalm Healer 🇪🇸. Desde el pasado mes de Octubre, esta fecha se había convertido en un David contra Goliat; en una cuestión de honor y principios, o como el nombre del evento indica, la encrucijada de la veneración desnuda al diablo que tanto nos llama, frente a la sumisión al yugo de autoproclamados reyes de reinos imaginarios, sectarios y totalitarios. Tocaba sacar crucifijos afilados ante esta valiente propuesta, invertirlos, y dejar que los falsos devotos del camino de la mano izquierda (la otra izquierda) siguiesen su camino plagado de trampas y engañifas.

El evento estaba auspiciado por la buena gente de Black Fire Tonge. Peña fiable que viene acercando el metal extremo latinoamericano a nuestro país y sobre todo a la capital. Y como no, a precios de risa para lo que ofrecen. Pagué 20€ por la entrada que incluía el último lanzamiento de B&D, Ritual de Sangre y Fuego, en formato Split CD junto a Drakar.
La tarde se tornaba de lo más desapacible, con lluvia incómoda y tremendos nubarrones, que agrandaban la sensación de que la llegada del maligno estaba al caer sobre la sala Barracudas. El maligno o el bajísimo, porque ya os imagináis que la noche tuvo mucho acento y me tocó sacar mi escasa filología costeña, además de descartar la apuesta de tomarme un chupito por cada «hijueputa» que allí se escuchase si no quería acabar peor que Paquiño jejeje.

Con puntualidad extrema accedimos a la sala de la calle Brescia, tras su correspondiente redecoración por mi parte y los saludos de rigor, justo cuando asomaban los primeros acordes de «Never Back», intro del debut en largo de Napalm Healer Stranglehold Suits the Power (2020) y en le que centraron su actuación. En la entradilla les catalogaba como escurridizos ya que lo mío con los thrashers madrileños había sido imposible tanto en el pasado MetalKas, como en su último concierto en la Ecko, y no sería por falta de ganas. Por fin conseguía disfrutar a este trío, que acudía a esta cita con el diablo, con Álvaro de Hydra como bajista de reemplazo, y demostraron que la espera había merecido la pena.



Como decía, centraron el repertorio en su único largo, pero aderezando la velada con la negruzca y más que oportuna cover del «Witching Hour», y cerrando con «Hello from the Gutter» de una de sus máximas influencias, junto a Megadeth, como son Overkill. La cosa arrancaba con buen sonido, como no podía ser de otra manera estando Edward al mando, y la peña (alrededor de 80 personas en ese momento) disfrutó de la defensa de los buenos temas que tiene el trío madrileño como «Artillery Fire», «Blackness» o «Rattling Fist». Muy buena apertura, como bienvenida y arranque a los rituales que se nos venían encima con Ethreum y Blood & Disaster.

Lo de Ethreum con REA y QMC es más que un idilio desde antes del lanzamiento de In Fundamentis Mortis (aquí entrevista de Oswaldo Martín con Luis). Largo con el que volvían al circuito extremo, una vez trasladados de su natal Ecuador, y asentados en Madrid desde hace 10 años. Pero a raíz de la publicación y presentación de este el pasado diciembre en Madrid (junto a Morfina, quienes sacaron DVD de la actuación) la cosa ha tornado en una adicción o atracción fatal con esta banda a la que cualquier piropo se le queda corto. El cuarteto ha mutado ese black asesino y punzante de corte Mayhemesco (con Maníac) a un black más sutil pero igualmente venenoso y cargado de magia ritual, en parte por su abandono casi por completo del castellano, además de la profesionalización en el apartado compositivo.



La intensa lluvia hizo que pudieran sentir cierta presión a la hora de agilizar el cambio, ya que la peña, cercana ya a los 100, se mantuvo en el interior de la Barracudas. Pero sin mayor contratiempo arrancaron con su set, dando algo de chance a Ancianos Ritos (2010) con «Almas Atormentadas», «Christus Funeratus» y la mítica «SLM», para dar paso a In Fundamentis Mortis al completo. Un muy buen concierto cargado de ejecuciones impecables en el que Fusilator (voz) se encargó de interactuar con el público, añadiendo la crudeza necesaria a un show, al que debo decir, le faltó el colofón final en el temazo «In Fundamentis Mortis», en el que Maro y Yaiza oficiaron tremendo ritual en La Trinchera el pasado mes diciembre. Aún así, bolo que seguía sumando energía oscura a la velada, que se quedaba a huevo para que Blood and Disaster rematase el ceremonial a nuestro señor Satanás.


Y aquí es donde cedo el testigo a mí hellmano quintessencio René, con quien pasé buena parte de la ofrenda, además de Adriana y otrxs sospechosxs habituales. Un tío que conoce y admira al trío colombiano afincado en la República Checa, con quienes además tuvo la ocasión de compartir palabras que trascribo a continuación para que queden presentados oficialmente: «Blood and Disaster se crea en el año 2003 con la filosofía de guerra, anticristiana y pagana componiendo canciones con un sonido extremo y agresivo con líricas que rinden culto a la muerte y el desprecio a la iglesia y sus doctrinas, en el 2004 grabaron 3 sencillos que hicieron parte de un split junto a Black Angel de Perú, el cual salió el en 2005 en formato tape, después lanzarom una demo llamada Legión Infernal (autoproducido) y dos años más tarde sacaron el largo Tierras de Destrucción y Adoración al Demonio en formato tape y cd… La banda después de esto se disolvió y cada uno de los integrantes se dedicó a otros proyectos pero siempre estuvo la flama encendida de no parar de hacer música extrema con Blood and Disaster. Años más tarde la banda se vuelve a armar con una alineación nueva realizando algunos conciertos en la ciudad de Bogotá, y en el 2022 se reune la primera alineación, volviendo a retomar ensayos y teniendo la oportunidad de viajar a Europa (República Checa ). Grabando antes el EP llamado Paraje de Muerte en formato tape (edición limitada a 50 copias las cuales solo 20 salieron en una edición en forma de ataúd es algo especial y conmemorativa que le rinde culto a la muerte) bajo el sello Rotting Metal Vomits de Bogotá. Ya radicados en República Checa, ofeecen algunos conciertos en la ciudades de Mlada Bodeslava y Plzen demás de tocar en Polonia en las ciudades de Swidnica, Wroclaw y Lodz. Y ya para este 2025 (12 de marzo) publican el split con Drakar que mencionaba anteriormente, incluido opcionalmente con la entrada al concierto en exclusiva, titulado Ritual de Sangre y Fuego, bajo los sellos Wp&Ro producciones y Sangre Sur Rock con el apoyo de Dark Metal Shop y Ritual Metal Rock. Para mediados del 2025 tenemos una fecha ya confirmada en República Checa en un festival que se llama Apocalyptic Form Of Death, así mismo sale nuestra próxima producción que se llama Sepulcros Peste y Muerte bajo el sello Wp&Ro producciones esperemos para septiembre o octubre estar en Portugal también realizando algunos conciertos y esperemos todo se pacte y asi mismo nos quedamos con muchas ganas de volver a tocar en Madrid, mientras estamos en proceso de composición de nuevas canciones»

Blood and Disaster no desaprovechó su presentación en España para destapar la caja de los truenos y montar un fin de fiesta inolvidable con movimiento continuo en el foso. La maldad y furia se podía masticar allí abajo. Ofrecieron un set completísimo, que aún así pasó en un santiamén (jeje), pero dejando una sensación increíble de satisfacción generalizada. Así lo vivió la propia banda: «Teníamos muchas expectativas para este concierto, ya que en España sabemos que se mueve una escena local underground muy brutal, la cual nosotros queriamos conocer y queríamos compartir al mismo tiempo con la gente. Fue brutal el recibimiento por parte de cada uno de los metal maníacos que asistieron a este ritual. Una experiencia tan brutal como enriquecedora el haber compartido tarima junto a Napalm Healer y Ethereum, que dieron un show muy brutal. Tambien algo que nos llevamos es sentir el apoyo de algunos viejos amigos que conocimos en Colombia y verlos allí en el recinto fue brutal al igual que el hecho de conocer gente nueva adicta al metal underground así como nosotros. Se sintió un ambiente de metal caótico y cada uno de asistentes se vio que lo disfruto al máximo».
«Ey maníacos y seguidores de Quintessence, fue muy brutal haber compartido con todos ustedes, nos volveremos a ver pronto para seguir con el aquelarre que la flama negra alimente sus negros corazones… Nos vemos pronto…»



Poco más que añadir. El metal extremo más underground que a tantos nos apasiona y mueve se presentó envuelto en un acto veloz, ocultista, macabro y fúnebre a más no poder. Dió igual el día lluvioso y desapacible ante semejante propuesta tan auténtica, que además me pillaba con el nivel de azufre, acero y fuego en máximos, rememorando lo vivido la semana anterior con Rubén, de Bütcher, con quien comentaba su himno «Keep the Steele (Flamin’ Hoy)», que debería ser una máxima para los que amamos todo esto, sin ningún tipo de afán, más allá de los valores que representa. Volvió a ganar el mal!
«Truenos rugientes, espadas y cuero reinan en la noche. Obsesión por la velocidad, armagedón! Cada vez más rápido, destrozando las paredes con riffs frenéticos. Intoxicación y hierro es nuestro código. Vomita metal, vomita dientes, en pedazos tu cerebro explota. Golpéate la cabeza, golpea el puño, siente el maldito cuchillo. Oleada de poder, oleada de sangre, ahora te sientes vivo. ¡Metal maligno! Inclínate ante el Señor del Poder.¿tienes las agallas? Vamos, dímelo, desata el underground!!!»
