
Texto Kikemaiden .
¿Es The Screaming of the Valkyries el disco más comercial y accesible en la historia de CRADLE OF FILTH?
A esta pregunta, supongo que cada uno tendrá su contestación, pero para mí, desde la primera escucha, he tenido claro que así es.
Primero de todo, habían ganas de saber qué hacían Dani Filth y sus huestes tras una triada de discos que habían devuelto la Fé en la banda
a los que dejaron de seguir a los Británicos casi desde sus inicios. Hammer of the Witches, Cryptoriana (The Seductiveness of Decay) y Existence Is Futile, junto a la nueva remezcla del clásico Cruelty and the beast, han sido un chute de adrenalina tanto para la banda, como para esos seguidores que auparon de nuevo a COF en lo más alto del metal extremo. Además, es el debut en estudio tras la edición del directo Trouble and Their Double Lives con Napalm Records tras abandonar la todopoderosa Nuclear Blast.
Pues hay que ser claros desde el inicio, esto va a decepcionar a la mayoría de gente que en los últimos años se subieron al carro, y a los que siempre hemos considerado que con sus altibajos COF han hecho buenos trabajos, seguirán gustandonos, incluso parece, que alguno que otro de los que no les interesan estos derroteros musicales, les ha calado.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la producción, suena mucho más heavy/thrash que nunca, y con un sonido más pulido y comercial, algo que junto a las composiciones en su parte instrumental con riffs y punteos con gran influencia del Heavy metal nos dejan un disco con menos detalles extremos y agresivos, metiendo a la banda de lleno en lo que en la actualidad llamamos Dark Heavy Metal más que al BlackDeath metal melódico o incluso el Metal Gótico de toque extremos al cuál solemos meterlos.

En la formación de los últimos trabajos quedan; Marthus a la batería, y casi o sin el casi, la mano derecha de Dani Filth, Ashok en una de las guitarras, y al bajo Daniel Firth. Como novedades que completan la formación para grabar The Screaming of the Valkyries están; Donny Burbage en la segunda guitarra, y Zoe Marie Federoff en los apoyos vocales y teclados. Miembros que han estado girando en los últimos dos años con ellos pero que en estudio aún no habían participado.
The Screaming of the Valkyries es un disco donde el metal extremo brilla por su ausencia, y únicamente aparece en momentos puntuales en «To Live Deliciously» y «Ex Sanguine Draculae», dos de los temas más variados y ricos de los nueve que componen el nuevo trabajo. Espectacular «Non Omnis Moriar», tema que aunque es bastante lineal, las melodías Maidenianas, algo que el disco rezuma por los cuatro costados, te envuelven y te crean una atmósfera muy accesible, comercial y adictiva. Y es que como buen fan que he sido siempre de los COF, me da igual que sus composiciones giren en torno a riffs y ritmos que vayan desde el heavy metal al Death metal pasando por el thrash, incluso los cambios de ritmo que eran una característica de la banda clara que es donde muchas de las veces venían las partes extremas con blast beats potentes y rapidos con sus guitarras rasgadas y saturadas, se han olvidado por completo. Al final nos quedan temas como «Demagoguery», «The Trinity of shadows», la poderosa «White Hellebore» o la camaleónica «You are my Nautilus» con un montón de cambios de ritmo y pasajes atmosféricos que acaban adentrando en nuestra mente porque tienen lo que siempre nos ha gustado de los Británicos.
En cuanto a los apoyos orquestales, ambientaciones atmosféricas y todo tipo de adornos que siempre enriquecen la producción, esta vez creo que han apostado por simplificar la propuesta siendo todo menos épico y grandilocuente, dejando que las guitarras sean lo principal y que los coros, apoyos vocales y orquestaciones estén en un segundo plano, destacando en momentos puntuales gracias a la sensual y melódica voz de Zoe Marie, como se demuestra en la magnífica «Malignant perfection» de toque gótico/melódico o en la tremenda y brutal «Ex sanguinae Draculae» llena de cambios de ritmo, unas guitarras guapísimas con riffs afilados con punteos y solos geniales, y un Dani Filth a las voces supremo, donde las orquestaciones apenas se aprecian y donde Zoe Marie no participa vocalmente.
No podemos hablar que estemos ante uno de los mejores trabajos de COF, ni mucho menos, lo dejaría en una zona media de la tabla. Pero si que confirmo, que a medida que pasa el tiempo esa primera sensación de estar ante un disco flojo y poco inspirado dejo de tenerlo, y va creciendo y ampliando con cada escucha opinando que al final de una forma u otra, el sr. Filth siempre acaba convenciendome de lo que me ofrece. Por supuesto, me considero un seguidor fácil con esta banda… ¿Será que el ADN de COF ya forma parte de mi?
