Desde la Cripta – GNOME: Un túmulo entre cerezos eternamente custodiado por lobos.

Por Sammael F. H.


En el anterior capitulo de “Desde la Cripta” avisé con toda intención de que os preparáseis a conciencia, ya que haríamos un largo viaje fuera ya de lindes francesas. Aún a pesar de salir casi de las mismas al colindar ya con las fronteras germanas en el capitulo anterior. Lo que seguramente os lleve a sorpresa es quizá el largo viaje que llevaba preparando para todos los interesados desde entonces. Nada más y nada menos que atravesando numerosos países, continentes y océanos hasta tierras asiáticas. Mas concretamente hacia las islas que conforman una nación mas conocida por sus artes pictóricas y digitales. Aún mas concretamente Manga/Anime y Videojuegos.


Como cabe esperar dada la introducción, Japón es un país no muy conocido precisamente por sus artes metaleras en general. Menos aún si nos centramos en sus vertientes más oscuras. Solo auténticos conocedores pueden dar más nombres aparte de los que son de más popularidad internacional como Sabbat, Sigh y Abigail por estar en un contacto más directo, por una u otra vía, con escenas más influyentes como son la archi-conocida noruega y/o la estadounidense dentro de la 2ª ola de Black Metal, de principios-mediados de los ‘90. Sin embargo, independientemente de la calidad de sus composiciones y trabajos, la escena metalera japonesa en general se caracteriza ante todo por verter en cada uno de sus trabajos toneladas métricas de pasión. La cual suele salir escupida a plena potencia de la misma manera que la lava sale despedida del cráter de un volcán en plena erupción. Como si un fiel reflejo del icónico Monte Fuji de sus tierras se tratara.

Esa imagen adquiere aún más virulencia al tratar géneros extremos como un humilde servidor habitualmente hace. Sean por vertientes más tradicionales, más crudas, más melódicas e incluso de corte más ambiental, la inmensa mayoría de grupos nipones exuda dicha pasión con una fuerza más cercana a la devastadora, y por fortuna no repetida tal cual desde entonces, erupción del Krakatoa el 20 de Mayo de 1883. En la isla del mismo nombre situada en costas indonesias. Tamaña y violenta erupción duró hasta el 27 de Agosto de ese mismo año, con sucesivas explosiones que podían oírse hasta unos 4500Km de distancia. Provocando así una nube de ceniza de hasta 80Km de altura y llevándose consigo dos tercios de dicha isla amen de entre 38000 y 120000 almas dependiendo de la fuente consultada.

Masanori Haruta, también conocido como “Woods”, y procedente de Kirisawa dentro de la prefectura de Osaka. Es uno de tantos nombres que forjaron al temple una escena underground dentro de Japón desde principios-mediados de los ‘90. Tomando marcadas influencias occidentales y adaptadas a métodos y técnicas niponas en mayor o menor medida. De sus varios proyectos, quizá el más conocido en términos generales pueda ser Hurusoma, pero del proyecto del cual vamos a visitar su lápida es otro proyecto también más conocido últimamente. Aunque en el momento en el que un humilde servidor lo encontró hace ya bastantes años (quizá no tantos, entre 10-15 años; no puedo recordarlo con exactitud) solo era propio del deleite de unos pocos conocedores. Que atesoraron dichas demos como una joya en bruto encontrada en la naturaleza de la que tanto bebe como fuente de inspiración principal.

Y es que lo primero que uno puede escuchar, sentir, y hasta oler si las capacidades sinestésicas de quien lo perciba llegan hasta dicho punto, al poner cualquier tema de Gnome en el reproductor es la naturaleza de la cual una vez fuimos parte y nunca debimos dejar de ser en masa. Ese mundo salvaje y, a la vez civilizado; tan cercano como lejano al mismo tiempo. Como bien cabría esperar con semejante entrada, Gnome se enfoca auditivamente dentro de un Black Metal que, aunque bastante crudo y oscuro, posee una fuerte vertiente ambiental. Centrándose principalmente en atmósferas creadas para dibujar imágenes y paisajes vivos, pero no por ello sin perder fuerza y crudeza según es requerido y, ante todo, brindando altos niveles de pasión e intensidad a cada momento.

Todo ello puede sentirse claramente desde la primera demo que “Woods” Haruta grabó bajo el nombre de Gnome, siendo a su vez de titulo homónimo, en 1995. Dicha demo, de poco mas de cuarto de hora de duración, esta integrada por tan solo dos temas: “Down of Dream”, que comienza con un ritmo tan solido como férreo sin cesar en fuerza bajo ninguna circunstancia hasta acelerarse en el ultimo tercio, cayendo en una espiral caótica de la cual no hay escape. Y ”Emptiness”, que muestra desde un principio una cadencia algo mas convencional dentro de las lindes blackmetaleras, dando lugar a una serie de riffs mas que sólidos y bien constituidos pagando serios homenajes a otros conocidos de la 2ª ola provenientes de continentes lejanos. Otro hecho a destacar en esta primera demo es que, a pesar de que ciertos elementos son bastante básicos en forma y/o textura, hay un nivel general bastante elevado en cuanto a las composiciones, marcando evoluciones en pasajes entrelazados con una estructura compositiva bastante compleja para ser una mera demo. Hasta el punto de dejar en ridículo a bastantes grupos serios contemporáneos de otras zonas del globo.

El segundo trabajo sería aún mas ambicioso en todo aspecto posible, al año siguiente Woods lanzaría “Under the Black Moon” abarcando esta vez casi media hora usando el mismo numero de cortes. “La Forêt” sería el primero, en el que nos sacude una clara evolución en el espectro sonico, no solo en cuanto a calidad general del sonido si no también en una composición aún mas compleja si cabe, entrelazando pasajes de una manera aún mas fluida y contribuyendo a una inmersión mas profunda en los pasajes pintados provenientes de la paleta de “Woods”. Acto seguido “La Mer…” nos muestra en un tema completamente instrumental el final del recorrido a través de las profundidades del frondoso bosque que previamente recorrimos hacia la costa, allá donde la tierra da paso al inmenso e inabarcable mar. Donde una profunda melancolía embriaga nuestras almas durante casi 10 minutos antes de marcar el final. Dicho trabajo volvería a ser relanzado al año siguiente como parte de un split con el mas conocido proyecto de Woods, Hurusoma. Siendo el trabajo elegido su mas reciente lanzamiento “This Beautiful Silence…”, la cual complementa a la grandiosidad ambiental de Gnome con una brutalidad mas directa.

Tras la salida en doble formato de “Under the Black Moon” tendrían que pasar 2 años de espera para poder conocer el siguiente capitulo. No fue hasta Noviembre de 1999 cuando la criatura a la que Masanoru Haruta crió y fortaleció mostró su siguiente forma. En ese tiempo, el y Makoto Fujishima, mas conocido como “DxOxOxMx” llegaron a un acuerdo para producir un trabajo que sería la primera referencia del sello Weird Truth prods. “DxOxOxMx” aportó en exclusiva el que sería el 5º trabajo de Nyatharlotep, veterana banda nipona de Death/Doom Metal, bajo las riendas del propio Fujishima en solitario desde 1996. Hecho que, en conjunto con la naturaleza solitaria de Gnome bajo la perpetua batuta de Haruta, sirvió para dar al split el mas que apropiado titulo de “Story – Legendary Japanese Wolves”. En el que ambas leyendas del mas oscuro y recóndito underground nipón alzarían su estandarte contra viento y marea, liderando así un esfuerzo que mas adelante sería objeto de devoción.

A diferencia del anterior trabajo, tomando como referencia a la edición en split. No sería Gnome quien se encargase de abrir la cortina de la función en el momento de apretar el botón de reproducción. Si no Nyatharlotep, supongo personalmente como parte del trato con Fujishima. “DxOxOxMx” nos presenta 3 temas de corte tan caótico como opresivo enmarcados dentro de un Death/Doom profundo y cavernal. Con varios riffs puntuales que recuerdan a referencias de principios de los ‘90, tanto de Death Metal de dicha escuela como de Metal de corte ocultista, todo ello marcado por una fuerte devoción ante el panteón de Los Grandes Antiguos que reveló H.P. Lovecraft. Tras casi 13 minutos y medio entra entonces el 2º acto protagonizado por Gnome, con 3 cortes mas breves de lo que “Woods” nos tiene acostumbrados. …pero vaya cortes! Tras el aullido de los lobos reunidos en lo alto de las cumbres nevadas, “Canis Lupus Hodophiliax” transmite como su nombre indica un intenso viaje interminable en el que uno nunca termina de encontrar destino, pues es la curiosidad y el espíritu de descubrir los que invitan a proseguir.

Hablando de descubrimientos en si, es curioso encontrar esta analogía cada vez que escucho este o cualquiera de los temas de esta mitad de “Story – Legendary Japanese Wolves”. Quizá sea solo cosa mía pero, a mi parecer, llega un punto en el que los temas de “Woods” dada su solidez y construcción podrían encajar perfectamente en la introducción de un anime de corte “Seinen” o adulto. Y no sería para mi encontrarlos como parte de la banda sonora de una historia narrando los viajes y desventuras de auténticos lobos solitarios de corte legendario, sea en un sentido mas literal o figurado, sobreviviendo en su propio medio mas o menos natural. Retomando el hilo de la madeja caída mas atrás, “1905 (W.O.Y.N.)” prosigue adelante en cuanto a técnica y sensaciones. Dando esta vez un énfasis mas melancólico en cuanto riffs sin perder intensidad en ningún momento. Todo hasta llegar a un “Forever…” que sirve como corte final y despedida, trascendiendo entre mundos y dimensiones ante una puesta de sol que da paso a una oscuridad capaz de devorar a todo cuanto abarca.

Y fue en los albores del milenio en el que nos encontramos y vivimos, cuan caótico como absurdo. Sin una fecha concreta a la que aferrarse como dato, cuando Gnome simplemente se desvaneció. Como si de las esporas provenientes del polen en el aire se tratase. Marchitándose en el proceso los deseos de engendrar mas vida que otrora fueron su raison d’etre. Tuvieron que pasar mas de 12 años hasta que Masanoru Haruta volviese a la palestra, volviendo a insuflar de vida al espíritu forestal, al gran lobo ancestral que otrora aullaba a la luna desde las mas salvajes tierras niponas mientras las flores de cerezo se perdían en el aire en su momento de máximo apogeo. Fue tras ese lapso, en enero de 2012, cuando se desveló “Silent Scream”. Un trabajo que recolectaba todos los frutos de Gnome excepto la primera demo homónima. La cual supongo quedó fuera por temas de cohesión o, en el peor de los casos, porque el propio Woods no la considerase digna de ser compilada. Como extra, añade al final un tema completamente inédito. Sin titulo alguno, que evoca imágenes vividas a modo flashback de todo trabajo anterior. Encapsulando todo lo previamente escuchado y dejando en el oyente ganas de aún mas magia de la mano y batuta de “Woods”.

Tratando de hacer resumen, podría decirse de Gnome que se trató desde un principio de un proyecto con una identidad muy propia. Todo ello a pesar de estar fuertemente basado en obras de la emergente escena Black Metalera occidental. Dicha escena, con el tiempo, fue conformando poco a poco una 3ª ola. Que, firmemente, iba arraigando en los corazones y las almas de todos los interesados e Iniciados lo que con el tiempo serían bases inamovibles. Precisamente y amen del factor lejanía, es por esas diferencias, esa personalidad tan suya, por lo que quizás Gnome fue mas esa gema para conocedores y un acto de culto que mencioné desde un principio. Sin permear tanto entre nombres mas conocidos, que acabaron siendo referencia de propios y profanos mas tarde o mas temprano. Hasta que ciertos terceros, esos conocedores entre los que humildemente me incluyo, se atrevieron a darle el valor que sin duda merece.

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