Por Sammael F. H.
Apenas comenzó el mes de Junio pero el clima no dió tregua alguna. El camino hacia el solsticio de verano se iba tornando más en un calvario lleno de calor infernal y sofocos. Hasta el punto de que más de uno y de dos ha salido de su tránsito habitual en transporte público sea en volandas o directamente en camilla (…y los que quedan. Recordemos que esto AÚN no había empezado en teoría). Pero aún así y con todo este humilde servidor, proyecto de junta-letras que aprovecha estos breves espacios para desahogar sus penas y miserias (porque con todo el alcohol no es suficiente), no duda en acudir a citas célebres, a reuniones con sus Hellmanos y Hellmanas, los de siempre, los “sospechosos habituales”, a sesiones de directazos como siempre deberían ser, desde lo mas profundo a nuestra quijada. Porque el camino al infierno estará lleno de buenas intenciones, pero el camino de salida al mismo es algo más largo.

Y precisamente un camino de salida al infierno que es el sin-vivir actual supuso el bolardazo que os traigo en estas líneas. Un relativamente breve retorno, si me permitís odiosa comparación, a la arena de combate. Donde las artes mas letales, mano a mano entre noveles y experimentados, se exponían con toda su crudeza y maestría para deleite de todos los expectantes. Quienes con su juicio implacable dictaminarían el destino a posteriori, sea si realmente lo mostrado pueda considerarse como toda una fuerza a ser temida en el implacable campo de batalla que, mas veces que menos, implica ahondarse profundamente en giras incluidas en este mundillo de la música extrema. Hablo precisamente de La Agogé, la iniciativa propia de una asociación tal al punto por la difusión y promoción de dichas Artes Extremas como es Quintessence Metal Club.
Y si, dije precisamente breve porque, en esta 2ª Edición, el n.º de bandas que participaron en dicho ejercicio fueron justo la mitad de las que mostraron sus galas con todo honor en dicha edición inicial. Cosas que pasan. Para compensar, la arena elegida fue en un lugar mas céntrico en comparación. La sala Godfather, en pleno centro neurálgico de Vallecas bajando por la calle Payaso Fofó, no daba pie a excusas ante posibles ausencias. Una de cal y otra de arena diría cualquier profano, antes de conocer siquiera los nombres que se reunirían en dicho anfiteatro. Los cuales serían: provenientes de Madrid, Shenghaia blandiendo un contundente Death Metal de corte clásico con dejes Doom y alguna que otra sorpresa más por primera vez en su larga historia entre las sombras. Y desde Málaga, Abysser portando su Death Metal de reciente forja con toques Black que hacen de su hoja aún mas afilada según más y más combates se presentan en el horizonte.

Shenghaia arrancó motores puntualmente a eso de las 21:30 hora zulú, al grito de José tras los tambores de guerra. Con un “…A bailar!” tan cargado de gracia como cierto deje sarcástico, restallaron los primeros compases del tema homónimo de la propia banda. Un viaje a lo mas profundo de “Shenghaia” para quedar atrapados en sus rincones más oscuros y recónditos, sin salida posible de los mismos. La respuesta fue la esperada, la sorpresa inicial no tardó en ir seguida de una entrega total por parte del público. Pues el Death Metal que brindaban tanto el ya mencionado José como Álvaro y Esteban cayó con una contundencia arrolladora. Sensación que continuó tema a tema. Saliendo desde el “Vacío” (“Void”) esgrimiendo las “Voces” (“Voices”) que saturan y perturban nuestra mente, para reafirmar nuestro ser a través de “I Am”. Seguidos posteriormente de un “Power Drill” que terminó de apuntalar todas las barreras que aún quedaban en pie, demoliéndolas por completo a su paso.



Mayor sorpresa supuso sin duda “The Route of Silence” ya en la 2ª mitad del set. Como su nombre debería dejar entrever, estábamos ante un tema instrumental de generosa duración y construcción tremendamente rica y compleja. A la combinación ya sabida entre Death de corte clásico con toques Doom se juntaban pasajes con un deje muy Progresivo al mas puro estilo de los ‘70. Sumando a todo el palco de la arena de la Agogé en un trance extasiante sin perder por ningún momento la brutalidad de la que temas anteriores hicieron gala. La ofrenda siguió a posteriori con los 2 últimos temas, “Anger and Rage” y “Black Mass”, que retomando la madeja levemente dejada de lado terminó de encumbrar por completo a Shenghaia en una primera actuación bestial. ¿El álbum para cuando? Pronto, muy pronto afirmaban! Sea cuando sea, sin duda dejarán a todo el mundo como presa impávida, incapaz de hacer mas que dejarse devorar por las artes vertidas de este trío devastador.

Y de un triunvirato de guerreros que estrenaban sus armas sobre la arena, pasamos al contrapunto total en un formato cuasi-identico. Y es que Abysser, a pesar de su relativa juventud, posee tablas y tablas en sus haberes. Llevando su ahijado “Crawling” de punta a punta de España realizando su recorrido en su homónimo tour a lo largo y ancho de este año. No fue mera coincidencia que el terceto compuesto por César, Isaías y Alejandro sintieran la llamada de la brutal arena de la Agogé, tomando el papel de «los veteranos» de esta 2ª edición, más que curtidos en estas lindes, entraron a piñón fijo desatando furias divinas, reales o ficticias, que intentaban desafiar a la razón humana aun quedando doblegados ante la misma.



Con esa fuerza y energía titánicas, “Crawling” fue cayendo tema a tema. Siempre bajo la brutal cadencia de Isaías, seguida de las contundentes lineas de bajo de Alejandro y los ritmos desmembradores de César a la guitarra. Siendo la guinda del pastel el combo de voces agudas y graves intercaladas magistralmente de los dos últimos. Las cuales, plasmadas sobre la infinita palestra que tornaba la Sala Godfather. Una vez deshecha toda frontera entre lo terrenal y lo metafísico. Plasmaba una imagen completa de oscuridad, opresión y fiereza abrumadoras. El publico no tardó en absorber dicha energía conviertiendose en uno con ella. Dejándose llevar por el Death de corte moderno con un potente aderezo de Black el cual es estandarte de los malagueños.
Tal fue la recepción que tuvieron que, tras acabar su set, el público, totalmente pletórico, estaba hambriento con ganas de más material. Sin embargo y por desgracia volvió a repetirse otra vez lo que sucedió en el anterior bolardazo que cubrí aunque esta vez bajo otras circunstancias. …Abysser no tenía mas temas a mano! De no haber sido así, e ignorando por completo las manecillas del reloj, que como afiladas guadañas enfilan hacia nuestros pescuezos, el gran espectáculo que Abysser dió, podría haber continuado por un tema o dos más.

La conclusión es clara y concisa. Aunque mas breve, la Agogé II resultó una vez más una arena triunfal en la que los luchadores se llenaron de orgullo y gloría tras mostrar sus consumadas artes oscuras en completa y absoluta igualdad de condiciones. De haber algún vencido sería el propio público rindiendo pleitesía total tanto a Shenghaia como a Abysser pero, si me preguntáis, eso no es mas que una victoria aún más gloriosa!
