Crónica de SIMPLE MINDS en Murcia. 19/07/25 «Live in the city of heat».

Crónica de Kikemaiden.

Fotos: Algunas cedidas por SIMPLE MINDS ESPAÑA de gente como Salva Pla, Chimo Hyde y Mark Foxon. Dar las gracias a Carlos Pascual, administrador del foro por facilitar las fotos. Se completan con otras de Andrea Mollá y Kikemaiden.

De nuevo Murcia se convertía un año más, en una cita obligada para disfrutar de una de las bandas de mi vida. Si el año anterior fue Lorena Mckennit, este año eran los escoceses SIMPLE MINDS los que llamaban a mi puerta para cumplir con un debe que llevaba arrastrando toda mi vida.

No voy a descubrir ahora a cualquier seguidor de nuestra web o podcast, el cariño que le tengo a esta banda, es algo que vengo demostrando, siendo una de las bandas que más nombro fuera de nuestra escena metalera, y que puse por escrito en un artículo sobre su disco en directo Live in the city of lights hace unos años en esta web, que puedes leer aquí .

Así que más feliz que un niño pequeño con zapatos nuevos, me acercaba a la capital murciana otro dia abrasador de Julio, en uno de los veranos más terroríficos de los últimos años, con cerca de 40 grados a las 20:30 horas cuando nos disponíamos a entrar a la plaza de toros de la Condomina.

Una de las cosas que más nos llamó la atención mientras estabamos en los alrededores de la plaza, y también, en el momento que decidimos entrar al recinto era, la cantidad de gente extranjera, sobre todo británica, que acudía a ver a SM o por lo menos, tuve la sensación de que una tercera parte del público no eran españoles, y es que la cantidad de gente que veranea por las costas levantinas, ya sea el centro sur de la comunidad Valenciana como la región de Murcia, son un gran reclamo para este tipo de turismo, y claro, supongo que tener la oportunidad de ver a sus compatriotas, era algo que no debían dejar pasar la oportunidad tocando cerca de donde estaban.

Una vez dentro, sólo quedaba esperar, y allí estábamos empapandonos (nunca mejor dicho) del ambiente servidor y las dos personas que me acompañaban: mi hija Andrea de 23 años y mi padre Don Enrique de 78. ¿Y por qué pongo los años? Pues curiosamente, estábamos ante quizás, la persona más joven que acudió al concierto junto a la más mayor, y luego, yo sería con 50 años, la medía de edad que estaría llenando la sarten en que se había convertido, debido al calor que reinaba en el recinto de la plaza de toros murciana. Esto demuestra, que como ocurre en el metal, el rock tiene también sus Pakos en la escena, gente que apenas escucha nueva música pero que acude veloz cada vez que tienen la oportunidad de ver a una de sus bandas de la infancia.

Y es que, no podemos obviar que una gran parte de las bandas clásicas de los ochenta están viviendo una segunda juventud ante un éxito que estan volviendo a tener en esta última década, y que ellos sabiéndolo, no están desaprovechando haciendo giras constantes, recurriendo a sus grandes clásicos, y celebrando aniversarios de sus obras más aclamadas.

Hace un par de años recordaron su, posiblemente, obra más querida entre sus seguidores, el New Gold Dreams 81, 82, 83, 84, en una gira que paso por muchas ciudades españolas como Madrid, Alicante, Barcelona o Granada, sin embargo, esta vez, solo la costa Este fue elegida con participaciones en el Festival Cap Roig en Girona el viernes 18, en el marco del Murcia On donde nos encontramos en este artículo sábado 19, y al día siguiente 20 en los conciertos de Viveros en Valencia, para disfrutar de la celebración del 40 aniversario de mi obra favorita de los escoceses, el Once upon a time, disco que salió en el año 85 tras la edición del single que les puso en lo más alto del mundo musical «Don’t you for get about me», tema que apareció en la banda sonora de El club de los cinco y que fue un exitazo mundial rompiendo en un mercado americano que se les había resistido hasta ese momento. Este single unido al Once upon a time junto al posterior directo que antes pusimos el acceso al artículo titulado Live in the city of lights, marca los mejores años en la historia de la banda y que colocaron el nombre de los SIMPLE MINDS a la altura de grupos como U2 .

Entrando ya en materia, a unas puntuales 21:30, la banda salía al escenario con tres cuartos de entrada en la plaza de toros, cerca de 6000 personas, datos de fuentes oficiales, ansiosos por disfrutar de un concierto que se preveía una vuelta al pasado más nostálgico y feliz.

Y menuda forma de empezar, con un clásico como es «Waterfront» del magnífico Sparkle in the rain del año 84, tema que en esos lejanos días servia para abrir los telediarios de nuestro país. Enlazan con «Once upon a time» que no puede ser más épica y majestuosa sonando a las mil maravillas. Y una vez estamos, presentamos a la banda que está realizando esta gira y que llevan un par de años junto con los fundadores Jim Kerr y Charlie Burchill al frente, siempre tan sonrientes y demostrando que han sido una de las parejas fundamentales de la escena británica durante casi 50 años, aguantando épocas donde estuvieron a punto de dejarlo antes el escaso éxito que estaban teniendo, tras estar en la cúspide musical más de una década. El resto de miembros se completaba con Ged Grimes, bajo y coros; Sarah Brown, coros y voz; Gordy Goudie, guitarra rítmica y percusión, Erik Ljunggren, teclados, y Cherisse Ossei, la llamada «La niña del grupo» en la batería. La verdad que unos músicos de una calidad espectacular como demostraron durante las casi hora y tres cuartos que duró el concierto.

Fue un no parar repasando temas que nos conocíamos la mayoría que estábamos allí al dedillo, y que iban desde el instrumental «Themes from the city», que sirvió para que Kerr descansara su voz y «Love song» como temas más antiguos extraídos del Sons and Fascinations, disco editado en el 81, y que fue el primer trabajo con cierta repercusión fuera de Inglaterra de los escoceses, hasta llegar a «Let there be love» y «See the lights» del irregular Real life del 91 o «She is a river» como temas mas «nuevos», del trabajo titulado Good News from the Next World del 95 y quizás, el último en tener bastante repercusión a nivel mundial antes de llegar a un bache de éxito comercial de muchos años. Me gustaría recordar que «Love song» en España, tuvo bastante éxito porque servía de entrada al programa deportivo de Jose María García que hacía por la noche en las distintas cadenas en las que estuvo más de 25 años en las ondas, con la curiosidad de que Jose María García no sabía que banda era la creadora de su sintonía.

En el set list que nos ofrecieron Kerr y cia. tuvimos el honor de escuchar temas de sus mejores tres discos, centrándose en el Once upon a time por el aniversario que se celebraba, ya nombramos el tema homónimo que sonó en segundo lugar pero aparecieron «Oh, jungleland», una inesperada «I Wish You Were Here», la maravillosa «All the Things She Said», y como despedida de concierto «Alive & kicking», donde el público disfrutó a lo grande ante la inmensidad del tema. Del Sparkle in the rain, tuvimos «Waterfront» abriendo y «Book of the brillant things» que fue uno de los momentos especiales, al salir la banda de nuevo tras los bises y ser Sarah Brown la que se encargó de las voces hasta la parte final donde Kerr entró para rematar la faena. Este tema es una de esas joyas que SM nos ha regalado durante su vida y que es de lo mejor compuesto por Kerr y Burchill, una maravilla que esa noche nos hizo poner la piel de gallina. Imposible que no tocaran «Someone Somewhere in Summertime», «Glittering Prize» y como no…»Promise you a miracle» del New Gold Dreams (81/82/83/84), considerado por gran parte de sus fans y crítica, su obra cumbre y disco fundamental en la historia del Rock Británico .

Y nos dejamos para el final dos momentos especiales, la parte más melancólica con «Belfast child», medio tiempo que en su época fue un bombazo y retrata los duros tiempos cuando en las islas británicas sufrían, al igual que en España, los estragos del terrorismo, y el único momento junto a «Let there be love» donde vi a Kerr sufrir un poco, a pesar de contar todavía con un chorro de voz envidiable aunque, como es normal, sus 66 años tienen que pasar factura. Un chorro de voz, que sin embargo, en los temas más potentes, salvo algún momento puntual donde no llega a los tonos altos de los 80, estuvo brutal y que sirvió, para demostrarnos con su gran clásico «Don’t you for get about me» que quien tuvo, retuvo. Menudo temarral, único no compuesto por la banda pero que les sirvió en gran parte, para ser una de las más grandes bandas del planeta, y que el público se encargó de corearla hasta al éxtasis, haciendo la parte final del tema interminable al no dejar de corearla, algo que Jim Kerr nos iba mostrando a base de gestos señalando el relog de su muñeca.

En conclusión, un concierto memorable con una banda que está en forma, con la pareja principal demostrando que siguen teniendo química encima del escenario, y acompañados por unos profesionales, donde destacamos a la parte femenina tanto en la batería con Cherisse Ossei, que estuvo soberbia toda la noche demostrado sus habilidades en un solo de batería en la mitad del concierto y a Sarah Brown, donde pudimos ver en la maravillosa «Book of the brillant things» el talento que derrocha con su voz tanto en las partes más suaves y melódicas como en las potentes y cañeras. Una hora y tres cuartos que pasaron volando ante el repertorio de clásicos que nos ofrecieron y donde sin problema, me hubiera quedado a gusto, a pesar del calor, si hubieran tocado algún tema más, ya que eché de menos alguna de mis favoritas, entre ellas, la genial «Sanctify Yourself» (que si tocaron en Girona y Valencia), «Ghostdancing» que abría el mítico directo Live in the city of lights, y quizás, algún recuerdo más antiguo como sería un «I travel». Y una vez estamos, no hubiera pasado nada que hubieran dejado caer algo de sus últimos años, del que se pueden rescatar algunos temas. Aunque la que más eché de menos fue un «New gold drems» que hubiera sido un broche de oro a una noche perfecta. Un tema que en directo es gloría bendita.

Ha sido una pena ver a SM en el ocaso de su carrera, sin embargo, la experiencia ha sido maravillosa y más, disfrutarlo con dos generaciones distintas presentes de mi vida, algo que suma a la experiencia un plus de sensaciones, viendo como mi hija disfrutaba de una de las más grandes bandas que nunca han pisado la tierra, y es que, la década de los 80 de esta banda es prácticamente perfecta, y esa noche lo demostraron con creces.

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