Black Templar Extreme Metal Fest: SVARTTJERN

Por Scheitan

El 13 de septiembre de 2025, los profanos terrenos oscenses se tambalearán de nuevo por el peso del Black Templar Extreme Metal Fest. Entre el formidable cartel de la que será la tercera edición, figuran titanes del black metal, pero dos nombres resuenan con el espíritu crudo e intransigente del True Norwegian Black Metal; uno es Carpathian Forest, y el otro, su alumno aventajado, Svarttjern. Una oportunidad exclusiva para presenciar el caos inalterado que desata esta ya veterana banda, antes de su asalto a Latinoamérica. 

Durante más de dos décadas, Svarttjern ha desarrollado un camino de independencia misantrópica, ganándose un estatus gracias a sus brutales apariciones en vivo y por supuesto, producto de un sonido fiel y arraigado a la segunda ola del Black Metal noruego. Su viaje desde ese 2003 en los sótanos de Oslo hasta ahora, en los escenarios internacionales, reconoce, aunque a ellos se la sople, que son una banda que ha mantenido consistentemente los oscuros principios del género sin temor a evolucionarlo ligeramente, sobre todo en la lírica y concepto, cada vez que se les ha antojado.

Forjados a finales de 2003 en Oslo, Noruega, por los hermanos HaaN (guitarra) y HansFyrste (voz), quienes ante el deseo de poder tocar, fichan en 2004 a Audun (batería), Fjellnord (guitarra) y Skabb (bajo), solidificando el núcleo inicial de la banda. Durante los años siguientes, Svarttjern graba dos demos: Blasphemic War y Raped by Svarttjern. Hoy en día deseo de coleccionistas ya que contaron con poquísima distribución.  A finales de 2007, Terror reemplazó a Skabb en el bajo, inyectando sangre fresca y grabando su tercera demo, la cual empiezan a distribuir a sellos. 

En 2008, Svarttjern firmó con Schwarzdorn Production y entra en Strand Studio de Oslo para grabar su álbum debut, el descomunal Misanthropic Path of Madness, que fue publicado el 13 de febrero de 2009. Este álbum es la piedra angular del sonido de Svarttjern; una explosión de black metal sin concesiones, respetuoso al 100% con la etiqueta TNBM, que contiene temazos, ya himnos, como la bestial homónima, «Ancient Shadows Revelation», «Finally The World Shall Shape» o el hittazo «Code Human». Una producción deliberadamente cruda y audaz que los posicionó firmemente en la escena noruega ganándose el respeto por su pureza y ferocidad, pero sobre todo por un marcado espíritu independiente. Esta elección de no encajar ansiosamente en la escena, donde a menudo se consiguen contratos a través de amistades y otras bandas, permitió a Svarttjern blindar su sonido e identidad sin presiones externas ni la necesidad de conformarse a las camarillas existentes.

En 2009, firmaron con Agonia Records, con quienes publicaron su segundo largo, el incomprendido Towards The Ultimate, sobre el que el propio HaaN señalaba que era más variado y producto de una composición intensa y estudiada, mostrando mejoras en la técnica, que añadía tonos suecos a la fórmula. Para mí, un gran álbum para mentes abiertas y con capacidad de adentrarse en su conceptualidad, ya que profundiza demasiado en temas filosóficos y muy marcado por la obsesión numerológica de HaaN. Lo que no es discutible es que bajaba un peldaño en cuanto a crudeza, pero que dejaba temarrales como «Breathing Soil», «Hellig Jord», «Unmasked Violation Of Life» o «For What Blooms Without Lust».

Otra muestra de personalidad fue la ruptura con Agonia Records, además de bajista (entra Sgt.V), firmando a finales de 2013 con NoiseArt Records, lo que propició su tercer álbum, Ultimatum Necrophilia. Lanzado en 2014, fue un asalto sónico implacable que retomaba la crudeza de su debut fusionado con la madurez compositiva de su segundo álbum, protagonizado por un HansFyrste más dominante que nunca. Temas como el homónimo , «Hymns For The Molested», «Florish to Succumb» o «From Caves to Dust» les condujeron a poder subirse a escenarios de primer nivel, compartiendo tablas con mastodontes del género como CoF, Behemoth o Inquisition. 

La banda continuó evolucionando, con un nuevo cambio de sello, y otra vez de bajista (entra Malphas), a Soulseller Records en 2015, culminando una etapa de consolidación que llegó en 2016 con el lanzamiento de Dødsskrik. Este álbum representó un paso significativo en la carrera de Svarttjern, reafirmando su identidad y demostrando que el camino hacia lo sencillo y cercano podía ser el camino acertado. Ahí queda con ese inmortal «All Hail Satan» y esa inercia hacia lo sucio e intransigente con la que marcarían su futura segunda y actual etapa… 

En 2020 publican Shame Is Just A Word, su quinto largo, marcando ese punto de inflexión que dejaba entrever Dødsskrik. Probablemente su mejor producción a nivel técnico pero demostrando nuevamente ser una banda sin fisuras, transparente y orgullosa de ser parte del underground. Disco cerdo, blasfemo e irreverente que contenía temazos como «Prince Of Disgust», «Melodies Of Lust», «Ravish Me» o la gloriosa homónima. Sin dejar de lado el tono abrasivo del black noruego, el disco era hiper directo, profundizando en los instintos más bajos y de peor calaña. De actitud punkarra total, dejaba también riffs thrashers en detrimento de la gelidez anterior. Cosa que confirmaron en su último y más reciente trabajo, Draw Blood (2024, Soulseller Recs), donde vemos a unos Svarttjern totalmente liberados y disfrutando al máximo del que puede que consideren su mejor momento, atreviéndose incluso a versionar a sus majestades satánicas. Nada de enriquecimiento estratégico, ni modas, ni mierdas que tiene uno que leer por ahí. Muestras como «Chop, Slit, Flay», «Determination», «Aluminium Bat Domina» o «Sin, Offer, Obey» son pruebas que llegados a este punto, Svarttjern puede hacer lo que se le ponga en las narices, lírica y musicalmente. Una liberación creativa con la que infunden a su brutalidad cierto groove y elementos pegadizos que yo por lo menos no me atrevo a criticar a una banda de semejante entidad, y que solo puedo alabar, al estar tan identificado con su eclecticismo. 

Svarttjern luce con orgullo la etiqueta de True Norwegian Black Metal (TNBM), pero sin asumirla como un dogma restrictivo sino como un sello de calidad. Esta autoidentificación los alinea con los principios fundamentales del género además de una gran muestra de respeto, especialmente a Carpathian Forest (en los que actualmente también tocan Audun y Malphas), hasta el punto de adoptar su nombre del grandioso «Journey Through The Cold Mountains of Svarttjern» aunque chatgpt te dirá que procede de una pintura de August Cappelen. 

La profundidad en las temáticas y líricas de la banda son las que realmente me enamoraron, siendo un reflejo directo de su inquebrantable ética black metal, ya que se adentran en el abismo de la mente humana, explorando la misantropía, la necrofilia, la lujuria y el satanismo con total libertad a la hora de versar sobre los instintos y defectos más miserables del ser humano. HansFyrste y sus letras crípticas, multicapa y laberínticas son el gancho a querer escuchar una y otra vez su rica discografía, además de empatizar con la actitud sudapollista, transgresora y a veces hedonista que transmite la banda. En definitiva, una banda brutal a la par que inteligente, que ha sabido granjear confianza y respeto poco visto en el género gracias a la solidez en su formación; jugando con sus influencias de manera magistral, combinando lo noruego de pura cepa (CF, Darkthrone, Satyricon, Taake, Urgehal…) con la cadencia (Marduk) y melódica sueca (Dark Funeral) y el macarrismo finlandés. 

COMPRA TU ENTRADA

Decir que la actuación de Svarttjern promete ser un punto culminante en el BTEMFIII puede ser atrevido ya que cada uno tendrá el suyo ante semejante cartel, pero tengo claro que encandilará a propios y extraños, ya que para ellos será más que una fecha, ya que querrán demostrar la validación de su estatus y la afirmación de un legado ante el público de un festival tan auténtico, que parece hecho a su medida.  

Deja un comentario