El formato físico en la música. Un artículo de lujo?

Escrito por Kikemaiden.

Todos sabemos que desde que existe internet, y por ende, la proliferación de plataformas musicales y, compartimento de archivos P2P, que el formato físico empezaba un declive imparable. Poco a poco fuimos viendo como la mayoría de santuarios de nuestra música, donde habitualmente íbamos a dejar gran parte de nuestro sueldo, desaparecían sin dejar rastro, y solo unos pocos mantenian a duras penas el embiste de los nuevos tiempos. Es más, las grandes cadenas comerciales y algún monstruo de la red se comían casi toda la parte del pastel que quedaba (Amazon, EMP, Ebay…). Y el Cd, Dvd y Blu Ray que habían sucedido a los formatos anteriores como el Lp, K7 y Vhs, dejaban de ser importantes para el consumo de los melómanos y demás.

Demostrado está, que tanto el vinilo (Lp, Ep, Single) como el K7, llevan siendo un objeto en constante declive desde principios de los 90, momento en el que llegó a su punto álgido el Cd, en parte por su comodidad, buen sonido y por supuesto, su bajada de precio y como no, el gran rendimiento económico que daba a la industria. Rápidamente la mayoría de consumidores empezaban a cambiar sus productos analógicos viejos, usados y que ocupaban más espacio, por esos nuevos digitales que nos facilitaban su transporte y utilización. Dejábamos de comprar el Lp para grabar luego a K7 y poder utilizar a posteriori, tanto en el coche como en el reproductor portátil (Walkman), para seguir escuchando nuestra música favorita en cualquier lugar. En un solo producto solucionabas el problema.

Curioso los casos del Laser disc, Mini disc y el DCC o DAT (K7 digital), que fueron opciones que podrían haber acompañado a los formatos más exitosos pero que, por distintas razones, no llegaron a empatizar con el consumidor, siendo algunos muy buenos productos y otros, excesivamente caros e incomodos.

Formatos fracasados.

Toda esta resumida evolución del formato físico y declive, se agudizó y profundizó entre los años 2004 y 2008 en una grave crisis del sector musical. Fue la época de los inicios de plataformas de compartimento de archivos P2P como Emule, Kaza, Torrent… Cosa que tuvo un enfrentamiento directo entre éste software libre y el mundo musical, con Napster y Metallica como gran ejemplo de ese cambio, y que mucho se ha hablado ya de ello. A la vez las plataformas musicales no existian, por tanto se produjo un vacio comercial absolutamente terrible para el sector cultural.

METALLICA y NAPSTER (Una historia de odio)

Pues con todo esto, que a pesar de que se veía que se estaba caminando por el precipicio a un muerte inminente, el sector de la industria musical siguió abusando de precios y ofreciendo, excepto en algunas ocasiones, productos de baja calidad y con presentaciones cada vez más pobres y austeras que hacían, que el comprador perdiese esa motivación por continuar consumiendo el formato físico. Esto no sólo fue para la industria musical, también la del entretenimiento, juegos y software, como el videográfico paso lo mismo.

Oldies (Valencia, la tienda más veterana de la ciudad)

Y como un milagro inesperado, hace unos pocos años, el formato físico parece que esté viviendo una segunda juventud, encabezado por un vinilo que se estaba revalorizando en parte, gracias al mercado de segunda mano.

Hasta tal punto que actualmente es el formato más vendido, aunque en esa lucha el Cd ha vuelto a levantar cabeza y casi igualar. La razón fundamental a este echo es, con mucha posibilidad, plataformas de compra/venta o apps en internet como Todocolección, Discogs, Wallapop, Ebay, y muchos más que facilitaron el contacto entre paises. Zonas donde mucha música no llegaba, o que por distintos motivos podrían haber dejado de tener existencias muchos años antes, tenían ahora la posibilidad de conseguir esos objetos tan preciados de una forma fácil y sencilla. En menor medida las tiendas que iban cerrando ante el declive comentado anteriormente en la venta del formato físico, veían una pequeña posibilidad de subsistencia ante un mercado de segunda mano en alza.

Tocadiscos retro.

Poco a poco y en silencio, el vinilo empezó a alcanzar de nuevo un estatus ya olvidado, y las pequeñas discográficas independientes, el underground más puro y tradicional comenzaba a demostrar un estado de salud envidiable, copando nichos de mercado pequeños pero muy seguros y rentables.

Y como siempre pasa, el animal grande no tiene sentimientos ni miramientos por los demás, el puro capitalismo salvaje aparece, y aquí no vale ni la cultura ni la pasión, y ante este pequeño mercado en expansión, con precios razonables y bastante controlado , entró, como un elefante en una cacharrería esos grandes de la música y empezó a acaparar todo el mercado posible de una forma exagerada.

Aquí paramos un momento; la razón, los fabricantes del formato físico. Hasta este momento la desaparición de fabricantes fue brutal, prácticamente en el S. XXl en su primera década, dejaron de existir, hasta tal punto que fabricantes de vinilo y K7 cabían en los dedos de las manos en España. El de los Cds, Dvds y Blu ray menos por su facilidad a la hora de fabricar, aunque los primeros en deshacerse de ellas fueron las multinacionales.

Si lo pusieramos en números, la desaparición del mercado en formato físico ha sido entre el 80% y el 85% de toda ella. Se pasó de la facturación mundial en su momento top de más de 13 mil millones de dolares a apenas sobrepasar los 500 millones en uno de sus peores años. Siendo copado todo este mercado por el formato Streaming, actualmente como el más utilizado y rentable. Pero con ese problema tan visible de que a la vez, es el que menos rendimiento da a los creadores de este arte, hiendo a parar todo el beneficio a las discográficas multinacionales. En este caso apenas son tres: Sony music, Universal music y Warner music, con un formato de trabajo que quizás ya hablaremos más adelante en otro artículo, pero que está dejando un reguero de muertos por el camino bestial.

Continuemos, porque ahora vamos al meollo real…

Como estábamos diciendo anteriormente, en éstos últimos años, el formato físico está viviendo un pequeño auge, que en principio estaba auspiciado por pequeños sellos under e independientes que habían mantenido el formato por pasión, ese aguante hace que poco a poco empiece a crearse un mercado saludable, rentable y crea un pequeño círculo beneficioso para las bandas y pequeños sellos, hasta tal punto que incluso el vilipendiado K7 empieza a reaparecer como algo ya, mágico. Hasta los más incrédulos ante el valor y su poco sentido en la actualidad del formato físico creían en un pequeño milagro. Hasta tal punto de no existir ningún fabricante en España de vinilos a tener casi una decena en la actualidad con una fabricación diaria de más de tres mil unidades cada una. De K7 hay un solo fabricante en España a pleno rendimiento con tiradas por supuesto mucho más pequeñas, cercanas a las 1000 semanales y de manera artesanal. De esta manera ha llegado a venderse en los últimos años más de un millón y medio de vinilos sólo en España por año , no se cuenta el segunda mano que puede ser mayor y sus consiguientes ventas colaterales de material reproductor: Equipos de música, platos, pletinas…. y como dato interesante para hacerse una idea ante esta mejoria, en el año 2013 se vendieron 140.000 vinilos, numeros paupérrimos que actualmente se han multiplicado por 10.

Y como siempre se da cuenta ese elefante (Multinacionales del entretenimiento) del pequeño auge del formato físico, encabezado por el mítico Lp y empieza a acaparar todo el mercado posible. De la noche a la mañana, un formato como es el vinilo que requería para su fabricación y llegada al pequeño sello o grupo, de apenas unos 15 días a un mes, a listas de espera superiores a los 9 meses con sus terribles consecuencias. De un producto que podía valer en su fabricación, entre 2€ y 4€ dependiendo de la cantidad, a doblar y triplicar las cifras en precio de origen fabricante. Si a los inicios de ese auge, el vinilo, su precio al público oscilaba entre los 15€ y los 18€, actualmente superan normalmente los 25€, con el agravante de que los grandes sellos les ha interesado crear una cantidad tanto de nuevos discos como de reediciones que perfectamente podían ser en formato sencillo (un solo disco) a hacerlos dobles o triples, que ha hecho que el mercado esté sufriendo una especie de colapso de materiales. Parecido pero en menor medida, al K7 también los precios se están disparando, en algunas reediciones pueden llegar a valer cerca de 23€. Por norma general su precio ronda entre los 10€ y 17€.

Las consecuencias de todo esto han sido su espectacular aumento de precio sobre todo para el cliente/apasionado/consumidor, porque no solo dobla en precio dicho anteriormente, sino a veces casi lo triplica, siendo la mayoría de veces superior su precio a 50€, aunque normalmente oscila entre los 30€ y 35€. Y en parte es que hoy en día estamos sufriendo las consecuencias del capitalismo más salvaje y extremo, con un nivel de consumo sin sentido, y las materias primas, el aumento de precio en el transporte y la gran crisis mundial que tenemos ante cualquier movimiento social, político e incluso de la naturaleza que surga en un país con materias primeras importantes, afecta al resultado final de un producto cultural. Y atamos aquí lo anotado anteriormente sobre la industria actual en la fabricación del vinilo o K7, y poco más hay que decir.

En el Cd este problema también comienza a verse de forma más lenta, pero que en pocos meses por casi los mismos motivos y la proliferación de ediciones limitadas, especiales, y demás versiones, se está convirtiendo en un aumento de precio continúo pero sosegado. Por ejemplo, el Cd más simple que podía costarte antes de la pandemia cerca de 12€ actualmente está sobre los 16€, y las ediciones un poco más especiales dobles con extras de unos 20€ a sobrepasar los 25€. Ediciones Earbook con Dvd o Blu Ray llegan a estar entre los 40€ y 60€. Y ya el colmo son las combinaciones de packs con varios formatos que están por encima de los 100€. Sin meternos en figuritas, cajas y material diferente al sólo musical.

Auténticos disparates económicos, que siempre están más en la parte del mainstream que del underground. Eso hay que dejarlo claro.

Por tanto, un mercado musical que podía tener un crecimiento en el formato físico tranquilo, largo y duradero, con una salud de hierro para que las siguientes generaciones empezarán a apreciar lo que es tener un tesoro entre sus manos, y saber que la música no solo es ese sonido que sale por los altavoces o auriculares, es también el concepto de leer sus letras escritas en el interior de un libreto, sea en vinilo o Cd, con esa portada tan espectacular que vuelven a llamar la atención cuando de nuevo acudan a esa tienda donde te vende, te hablan, te explican o te aconsejan sobre ese grupo o estilo que puede ser de tu gusto es el que, como siempre, acabará ahogado por ese elefante que con su ego, prepotencia y poco miramiento, sacará su máximo beneficio posible en el tiempo más corto posible. Terminando de forma precipitada y triste, todo el trabajo realizado como siempre, por esos pocos apasionados que mantuvieron vivo en sus peores momentos, formatos que se consideraba muerto y extinguido.

En definitiva, estamos ante el peligro de que el formato físico se convierta en un objeto de lujo y quede como algo imposible de conseguir para la clase obrera, sobre todo el vinilo, y queden como objetos lo más parecido posible a un cuadro o escultura. Quedando el mercado en este caso musical, pero también en cualquier otro de la cultura, como algo exclusivo para solo unos elegidos económicamente.

Esperamos equivocarnos….

Un comentario sobre “El formato físico en la música. Un artículo de lujo?

Replica a Cordangoro Cancelar la respuesta