Redacción Kikemaiden.
Fotos Pedro J Delgado, Vanesa Valenzuela y Kikemaiden.
El sábado 10 de junio se celebró en la Sala 16 Toneladas de Valencia, la cuarta gala de los premios Cuerda de Acero, programa de radio que desde el pueblo de Manises, divulga la escena rockera valenciana a todo el territorio español. Gracias a la grandeza de internet y su formato podcast, también tiene la posibilidad de llegar al resto de países. Ocho años llevan peleando en este complejo mundo del Rock todos los jueves a eso de las 20:00 de la tarde noche; Juan Antonio Fabián y Pedro J. Delgado nos traen la magia de nuestra escena valenciana. Una escena muy rica, diversa, con mucha calidad y, como pasa en casi todo el territorio español, oculto por la densidad del frondoso bosque rockero que tantas dificultades tiene para darse a conocer.
Podría contaros como fue la gala, lo bien que lo pasamos, las magníficas fotos que Pedro J. Delgado expuso en la entrada de la Sala 16 Toneladas. Lo bien que Juan Antonio Fabián conduce cada presentación que lleva a cabo, los premiados, los sorteos, la gente que volvimos a ver y tuvimos la oportunidad de hablar de nuevo y por supuesto, el gran concierto que se marcaron los Astral Experience. Podríamos hablar de tantas cosas, que posiblemente la mayoría de medios que divulguen tal noche, estarían contando lo mismo que nosotros escribiríamos por aquí, pero como somos REA y nos gusta tratar las cosas de forma diferente… vamos a darle la vuelta a este artículo/crónica.
Llegamos alrededor de las 18:00 horas y como a veces pasa, la apertura de puertas se retrasó un poco. Mientras, al calor de la tarde, iba acudiendo la gente para poder entrar. Pasadas las 18:30, por fín se abrieron las puertas y entramos a un lugar acogedor, donde se notaba el ambiente de rock, decorado con paneles de grupos y entradas de bandas importantes que han pasado por el local y como plus, muy bien acondicionado para quitar el calor de cuerpo soportado fuera.
Cómo bien sabéis la mayoría de los que nos siguen, muchas veces suelo ser bastante imaginativo y le doy muchas vueltas a las cosas para ver de qué forma puedo transmitir mis sensaciones y que el lector o por defecto el oyente si es podcast, se ponga en nuestro lugar y tenga las mismas sensaciones. Asi que, tras tomarme una cerveza y encontrar un lugar donde estar para ver la fiesta, miré alrededor y observé, al poco más del centenar de personas que nos habíamos acercado a la gala. Eran los mismos que veo cada vez que me acerco a Valencia a algún concierto, la misma gente, las mismas caras, los mismos amantes de esta música que durante años han ido a casi todo lo que se ha hecho en Valencia y alrededores, que tuviera que ver con nuestra pasión. Miembros de bandas, de las mismas bandas de siempre que acuden a los bolos de rock, gente de asociaciones como Rock en Lata o la gente del Metal Bats, o los habituales consumidores de rock que cuando pueden, se escapan de casa para disfrutar de las pequeñas bandas que no tienen el mismo tirón que las que llenan los recintos por grandes que sean y que va todo Dios, aunque no se hayan movido de casa en años…
Y entonces, como me pasa muchas veces, me vino un flash a la mente… no soy nada fan de los cómics, de ninguno, pero me apareció la aldea gala de Astérix y Obélix, aquellos graciosos personajes que hacían la vida imposible al imperio Romano. Era el único reducto de la zona sur de Europa que se le resistía al César y a su imperio. Y allí estábamos, ese reducto que intenta conservar parte de nuestra esencia, una esencia que el Imperio Romano quiere arrebatarnos (Spotify, YouTube, los grandes sellos, el fin del formato físico, el consumo rápido… ) y que sin embargo, no hay manera de exterminarnos.
Cada vez somos menos, más mayores, la media de edad en la gala era de entre 40 y 50 años. Habían más calvas brillantes que largas cabelleras. Algunos mantenían la prototípica vestimenta del heavy ochentero, con sus chalecos llenos de parches, algo que posiblemente dejará de existir con el tiempo, el resto la sencilla camiseta de grupo, en nuestro caso del podcast de REA. Gente joven, apenas eran 4 o 5 entre el más de un centenar y porque eran familiares de alguien que tenía que ver con lo que se celebraba. Pero daba igual, allí estaban Astérix y Obélix (Juan Antonio Fabián y Pedro J Delgado) resistiendo lo embistes del Imperio, dándonos la pócima mágica (la música rock y metal) gracias al druida de la aldea Panoramix (las bandas, programas de rock y gente que divulga la música) para aumentar la fuerza y mantener la pasión a pesar de todo.
Así resiste nuestra música, con decenas, centenares o miles de aldeas galas como ésta, repartidas por toda España o por todo el mundo, envejeciendo, viendo el tiempo pasar y sufriendo que la música pierda sus principales características, hacer sentir, pensar, rebelarse e incluso culturizar a la sociedad. Pero en la actualidad, esas cualidades no importan, el Imperio Romano intenta que a los jóvenes sólo les interese el consumo rápido, sin valores, sin personalidad y se conviertan en seres manejables, en simples redes clientelares al cobijo del poder de la música que interese a cada momento.
Y esa imagen desapareció, tal como vino, rápidamente a mi mente volvió a la realidad, cada uno de los que estábamos allí volvíamos a ser normales, los de siempre, pero una sonrisa se dibujo en mi rostro, miré a mi hija que estaba conmigo viéndola disfrutar por el mero hecho de acompañar a su padre y supe que sí, que somos esos aldeanos galos que resistiremos el tiempo que haga falta por nuestros hijos, por nuestros amigos y por la gente que al final, por nuestra insistencia acaben entendiendo lo que es el Rock y todo lo que significa.
Mientras, arriba en el escenario, Astérix y Obélix seguían repartiendo pócimas en forma de vídeos recordando a gente que se nos ha ido y que eran parte importante de la escena valenciana, ya fueran músicos o simples rockeros. Luego, subieron los premiados y más tarde el plato fuerte con los Astral Experience. Banda que con su magnífico metal progresivo, hizo las delicias del público con depurada técnica, composiciones muy variadas y dos versiones brutales. El «Get Lucky» de Daft punk, simplemente magistral y el clásico de Rainbow «Kill the king», muy bien llevado y con el público rendido. Gran bolo, un poco corto siendo normal por ser parte de una gala y que deja con ganas de volver a verlos en condiciones diferentes.
Y poco más, darle las gracias a Juan A. Fabián y Pedro J. Delgado por invitarnos al evento, subirnos al escenario para reconocer nuestra labor y sobre todo, por seguir con esto tan jodido y poco agradecido. Pero que sepan, que seguimos esperando cada semana su pócima mágica, como la de tantos otros galos para mantenernos fuertes ante el Imperio.
¡¡¡Un abrazo y gracias por vuestra amistad!!!
Kikemaiden.
Rock Entre Amigos 
👏👏👏👏👏👏❤️❤️❤️
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