Crónica BLIND GUARDIAN + DAWN OF EXTINCTION (27.10.23 Las Ventas, Madrid)

Por Elsolodeltransyl

Para ver a Blind Guardian el pasado viernes 27/10 en «Espacio Las Ventas» tuve que pedirme el día libre donde trabajo, así como cogerme los vuelos de ida y vuelta con bastante antelación. La agenda de conciertos de grupos de primer nivel tanto en Madrid como en Barcelona es envidiable para un gallego y me puedo permitir estos lujos dos veces al año. El viernes salí del aeropuerto de Peinador a las 9.15 de la mañana. Llevamos dos semanas muy lluviosas en Galicia y de camino al aeropuerto me temía una posible cancelación del vuelo por la tormenta que había caído unos minutos antes. No fue así. Todo siguió según lo previsto y llegué a Madrid a las 10.40 am donde me esperaba un amigo de siempre y las llaves de su casa. Me dio las indicaciones para llegar a destino, vía metro (línea 8 a Nuevos Ministerios-línea 7 a Gregorio Marañón-línea 10 a Canal). Después de una hora de trasbordos y pateo, con la satisfacción de no haberme perdido, estaba en el salón de su casa con una Estrella Galicia bien fría en la mano.

Hacia las 6 de la tarde nos desplazamos a las Ventas y tomamos un par de cañas en un sitio cercano. Poco a poco el local se fue llenando de camisetas de Amon Amarth, Maiden, Guardian, Judas, etc. Empezaba a mascarse el ambientillo previo a un gran concierto. Llegando a la plaza nos encontramos con una cola bastante larga. A mí no me extrañó, después de haber vivido la kilométrica de Iron Maiden en Barakaldo este pasado verano. Durante la espera, que no fue larga, estábamos preocupados por el tema lluvia. Yo me había informado un par de días antes. «Espacio Las Ventas» es una carpa que ocupa unos 2/3 de la arena de la plaza de toros. El otro tercio lo abarcan dos zonas de merchandising (una a cada lado de la entrada a la carpa), una barra, y espacio para que la gente se pueda mover libremente para caminar hasta los baños o el ropero. Cómo entramos con suficiente antelación, pasamos por el merchandising. Fue un detalle, y una buena maniobra comercial, que Blind Guardian tuviese los CD’s y los vinilos ya firmados. El 2LP negro estaba a 30€ y el 2LP rojo a 40€ (sigo sin entender esta movida de hacer las ediciones en color). Si no reprocho el precio de los vinilos, sí que pongo el foco sobre el precio de las camisetas. 35€ la camiseta de la gira!! Y la culpa es nuestra, porque tragamos y compramos. Pero eso es otro melón, que no abriré en esta reseña. Sí que me llamó la atención no ver nada de Dawn of Extinction. O no lo vi, o no lo tenían expuesto, o sabe Dios (explicación dada en el diario de gira)… Hechas las compras, nos metimos dentro de la carpa. La primera impresión fue de espacio ancho y alto, pero se quedaba corto en la distancia del escenario a la salida. Y no me equivocaba. Pero a eso llegaremos más adelante.

Empezaron Dawn of Extinction. No los conocía hasta una semana antes del concierto. Leí parte de su diario de viaje de esta gira en este mismo blog y la intrahistoria tanto de los conciertos como de los «day-off» me parecieron super interesantes, pero seré sincero. No pude prestar atención a todo su concierto, pero sí que me dejaron una buena onda. Y lo más importante, tengo ganas de verlos en su gira propia porque estoy seguro de que lo mejor de este grupo valenciano está por venir.

Mientras que a Dawn of Extinction los vimos cómodamente en una sexta fila, con Guardian, tras una breve visita a la barra, la cosa cambió. Pasamos de la comodidad a estar un poco más apretados pero en ese momento el hecho de estar como sardinas en lata no importaba. Un telón enorme con el logo de Blind Guardian cubrió el escenario y tras unos minutos de espera amenizados con la música de Rhapsody e Iron Maiden la cortina cayó. Silbidos, manos haciendo cuernos y los móviles en alto acompañaron los primeros acordes de “Imaginations From The Other Side”.

La elección del setlist de Guardian fue a caballo ganador. Y es que fue terminar «The Script for my Requiem», que sonó en cuarto lugar, y Las Ventas ya era una olla a presión. Previamente habían tocado «Blood of The Elves» de «The God Machine» y «Nightfall». Con semejante carta de presentación no era para menos que banda y público fueran uno. La comunión, en tan solo cuatro canciones, entre ambos era total. Luego vendrían las dos shadows. «Violent Shadows» de su último disco y la balada «Skalds and Shadows» que les quedó redonda. Para terminar este segundo tramo, Guardian escogió «Time Stands Still (At the Iron Hill)» y otra vez el público alcanzó el éxtasis cuando terminó este imprescindible del Nightfall in Middle Earth.

«Secrets of The American Gods». «Secrets of The American Gods». «Secrets of The American Gods». No, no es un error de edición. Ni que el público la estuviese pidiendo. Probablemente sea la canción de The God Machine que más me flipa. Pues oye, no sé explicar la razón, pero no me convenció en directo. No necesitan presentación las tres siguientes que escogieron antes de los bises. Por este orden «The Bard’s Song», «Majesty» y «Traveller in Time» y hasta aquí todo iba como la seda. Concierto perfecto.

Pero… Sí, hay un pero, o varios. Pero la cerveza empezó a apretar y tuve que salir de la carpa a mear, saliendo de mi posición en décima fila y me di cuenta por primera vez de la multitud que éramos bajo aquella carpa. Fui haciéndome camino como pude y me hice a la idea de que iba a ser inviable volver donde estaba. Llegué a la salida de la carpa mientras empezaba “Sacred Worlds”. Entre llegar a los baños, hacer la cola, mear, lavarme las manos (limpieza siempre), pasar por el ropero que en ese momento no había nadie y pedirme una caña en la barra de fuera me llevó toda la canción (9.19 dura el tema en estudio). Y aquí llegó el problema. El gran PERO. Fue imposible acceder de nuevo a la carpa. De hecho había como un grupo de unas 30-40 personas que llevaban todo el concierto viéndolo desde allí, desde fuera de la carpa. Para que os hagáis una idea es como si vais a vuestra sala de conciertos habitual y veis un concierto desde la puerta o peor aún, desde la otra acera de la calle. Porque no lo he dicho todavía, no sé porqué razón está carpa tenía puertas. Y desde aquí escuché, que no vi, «The Quest for Tanelorn», «The Lord of The Rings», «Valhalla» con un público carpiense totalmente entregado, que terminada la canción el personal siguió cantando a capella, y la que todo el mundo seguramente estaba esperando, «Mirror, Mirror».

Concluyendo: si bien el setlist fue redondo, no puedo obviar la otra cara de la moneda. Nadie, ya venga desde Vigo, o haya salido a las 8 de la tarde de su curro en Madrid y llegué justo para Guardian se merece ver el concierto en semejantes condiciones, fuera de la carpa, donde por cierto, el sonido no era para nada comparable con el que yo viví en décima fila.

Feeling: 7/10

Público: 10/10

Entrada y vuelos: 150 euros

Cañas/Aguas: 6€ la caña, previo pago de 1€ por el vaso. Sangrante el precio del agua 4€!!!!

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